En los días recientes el tema del proceso de paz en Colombia, ha generado abundantes noticias de los más variados tonos.
Al contrario de lo ocurrido con el inicio de los diálogos con las FARC, caracterizado por el secreto, el reinicio de diálogos entre el ELN y el gobierno de Santos, es noticia nacional e internacional, de modo que podemos decir que la confidencialidad en este aspecto está rota, comenzando por los comentarios del presidente Santos.
Es bastante comprensible que la opinión Nacional e Internacional, quiera estar al tanto de los avances de los diálogos de la insurgencia, porque la paz es una obra de colectiva que incluso rebasa las fronteras y desde el ELN estamos convencidos que las voces mayoritarias que quieren estar participando, lo hacen con su derecho a ser constructores de paz y tienen, sin duda, los mejores propósitos.
En tal sentido el ELN celebra que diversos países del continente y del mundo, deseen aportar en el proceso de paz de Colombia; de hecho en experiencias de diálogos anteriores entre el ELN y anteriores Gobiernos, se constituyó importante equipo de Países amigos, de lo cual nos quedó una experiencia positiva porque consideramos que entre mas rodeado esté el proceso de quienes quieren la paz, más posibilidades habrá, de superar los normales obstáculos, de un dialogo entre la insurgencia y el gobierno, como los que hoy atraviesa la mesa de la Habana y que se constata con la carta del Comandante Timo, ante lo cual todos queremos que se supere y se salga adelante.
Nada extraño son las dificultades en un proceso donde las partes contendientes buscan resolver en una mesa de diálogos, lo que no ha sido posible resolver en 50 años de confrontación armada, para tratar de superar un conflicto que es mas antiguo que la aparición del movimiento guerrillero en la escena político del país.
El ELN reiniciará los diálogos con este gobierno consiente de las profundas diferencias que existen y que en repetidas oportunidades hemos expresado públicamente:
1- Mientras el gobierno pretende alcanzar en la mesa de diálogos, la desmovilización y el desarme, el ELN considera que la mesa es para discutir los grandes problemas económicos políticos y sociales que originaron el conflicto social y armado que padecemos hace más de 60 años, para buscarles solución.
2- El gobierno piensa que el conflicto que vive Colombia se debe a la existencia de las guerrillas y de allí su fórmula de la desmovilización; mientras el ELN coincide con muchos investigadores, sociólogos y analistas de nuestra historia, que el conflicto tiene orígenes económicos políticos y sociales y que precisamente el surgimiento de la insurgencia es consecuencia del conflicto y que la única manera de superarlo, es resolviendo las causas que lo originaron.
3- El gobierno valora que el camino a la paz se inicia con un país sin guerrillas donde estas desmovilizadas se reinserten a la sociedad capitalista existente, para que a partir de allí se puedan implementar algunas reformas. El ELN valora que el camino hacia la paz requiere de una salida política al conflicto y en ella es importante el dialogo bilateral insurgencia gobierno, donde las dos partes se reconozcan tal cual son y no pretendiendo que uno desaparezca como condición para construir la paz. El ELN considera que un proceso de dialogo debe ser incluyente y a partir de allí encontrar acuerdos donde las dos partes se tracen un plan para superar la crisis, construir el nuevo país, y alcanzar la paz en un proceso donde participe de manera plena la sociedad, incluida de forma prioritaria la mayoría excluida históricamente del poder y de las decisiones trascendentales; si este proceso se desarrollara, llegará un momento en el que las armas sobran y las guerrillas pueden cambiar su carácter por el de un movimiento político, pero esto será fruto del desarrollo y no por exigencia de la contraparte, bajo unas promesas de respeto a unos acuerdos que históricamente se ha demostrado que se violan y mucho mas en los diálogos de hoy, donde la carencia de una política de paz de Estado, hace que los gobiernos los conduzcan con altas fragilidades y debilidades, como se ve claramente en el actual gobierno.
4- El gobierno considera que los diálogos con la insurgencia deben transcurrir en un tiempo relativamente corto y esto determina el carácter del proceso. Por el contrario el ELN considera que el tiempo no puede ser camisa de fuerza y debe estar determinado por los desarrollos mismos del proceso, por ello encasillarlos en determinado tiempo, es pernicioso y atentatorio contra el éxito del proceso de paz.
5- La agenda a discutir en un dialogo debe recoger los pedidos y exigencia de las comunidades en sus luchas y encontrar los mecanismos para su participación en el proceso y en las definiciones. Las partes contendientes no pueden reemplazar ni las luchas ni las exigencias de las masas, sino estimularlas y hacerlas parte de la agenda, ese derecho no se lo puede abrogar nadie mas que ellas mismas.
Como éstas hay otras diferencias, pero este es un buen resumen que las clarifica y que deben abordarse en los diálogos, antes de pretender pasar por encima de ellas y terminar en nuevas frustraciones. Es obligatorio ante el país expresarnos con claridad, eso hace parte de nuestra responsabilidad con la sociedad.
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