Foto: archivo CNAI
Si bien es cierto que en la presente contienda electoral del departamento del Magdalena surgen nuevos liderazgos políticos, candidatos frescos y jóvenes en el tema, es evidente la perpetuación de las élites regionales que están al servicio de sus intereses mediados por el uso de lo público este 30 de Octubre.
Al igual que en otras regiones del país, encontramos campañas ostentosas en publicidad y la guerra mediática de algunos medios de comunicación al servicio de algunas campañas como el Diario Hoy el Magdalena.
Entre tanto, están vigentes las aspiraciones políticas de los herederos de la parapolítica a ocupar cargos en las corporaciones públicas como Concejo, Alcaldía, Asamblea y Gobernación; entre ellos, el hijo de Joaquín Cortina, terrateniente y de quien se dice figuró como testaferro del Bloque Norte de las AUC en la región; está aspirando a la alcaldía del municipio de Nueva Granada (Joaquín Cortina hijo), y de quien se dice ha invertido cerca de 700 millones de pesos en su candidatura y podría estar siendo financiado por dineros ilícitos.
En el Municipio de Algarrobo (ubicado en el norte del Magdalena, epicentro de Agroingreso Seguro) se registra una candidatura seriamente cuestionada por nexos con la actividad criminal, como es el caso de Maribel Andrade, candidata a la alcaldía por el Partido Conservador. Se caracteriza por desarrollar prácticas clientelistas como la compra de votos y postura de techo de zinc y ladrillos, se reconoce por su parentesco en calidad de hermana de Francisco Andrade Zambrano, alias “Ñoño”, ex jefe paramilitar de las AUC en el departamento del Cesar, prima de Nazly Zambrano Guette, ex alcaldesa condenada por parapolítica.
En el departamento de Magdalena están vigentes las aspiraciones políticas de los herederos de la parapolítica a ocupar cargos en las corporaciones públicas como Concejo, Alcaldía, Asamblea y Gobernación.
En este contexto electoral, se destaca la candidatura de “Chelito” Dávila, quien aspira a la Asamblea Departamental por el Movimiento MIO, hijo de del ex gobernador “Chelo” Dávila, también investigado y detenido por parapolítica, sobrino de Eduardo Dávila, investigado por parapolítica y por narcotráfico.
En la ciudad de Santa Marta, existe un interés inusitado por la conquista de la Alcaldía Distrital, entre los que se referencian como posible ganador al constructor Alejandro Palacios, candidato del Partido Conservador, apoyado por la unidad del partido, en coalición con el sector disidente de los liberales inconformes por la candidatura de Carlos Caicedo, la disidencia del Partido Verde, apoyado además por Micael Cotes, patriarca del Partido Conservador; Alfonso “poncho” Campo Escobar, condenado por procesos de parapolítica y hoy en libertad y Fuad Rapag, detenido recientemente en el marco de las investigaciones que cursan en su contra por concierto para delinquir.
El segundo candidato de emergencia popular y experto en el área de la educación y quien repunta en las encuestas es Carlos Caicedo Omar del Partido Liberal. Y es en el Partido Liberal donde se evidencia la doble militancia por parte de candidatos al Concejo, tal es el caso del Concejal y aspirante, Otalvaro Buelvas, expulsado por el Comité de Ética del Partido Liberal, Reinaldo Paternostro y el médico Jorge Linero Santodomingo con más de 15 años en el Concejo, quienes apoyan al candidato Conservador, Alejandro Palacios.
Acerca de las candidaturas a la Gobernación del Magdalena encontramos a Luis Miguel “mello” Cotes, por el Movimiento Respeto por el Magdalena, quien renunció a su aspiración por el Partido Liberal, y que ha sido seriamente cuestionado por el respaldo de políticos investigados y procesados por nexos con el paramilitarismo como Fuad Rapag, Trino Luna Correa, el senador Manuel Mazeneth y Pablo Beltrán, vinculados a las investigaciones por los kits escolares.
El segundo candidato con opciones de llegar a la Gobernación es el delfín José Luis Pinedo, aspirante por el Partido Cambio Radical, hijo del hoy investigado Miguel Pinedo Barros por parapolítica en una Corte colombiana.
Por último, cabe destacar que se ha registrado intimidación sobre algunos candidatos en municipios como Santa Marta y Ciénaga y se teme sobre la posibilidad de “Chocorazo” electoral hacia la zona de Guachaca por la distancia y la presencia de mesas con unanimidad de testigos. Los grupos armados en esta zona tienden a invisibilizarse o mimetizarse por el control de la droga.