Frontera Caliente: así se quedó “Jorge 40” con la gasolina de La Guajira

Foto: archivo revista Arcanos / El Espectador

Los líderes y representantes legales de las tres cooperativas a fusionarse fueron citados a una reunión con uno de los jefes del Frente Contrainsurgencia Wayuu, ‘Felipe’,en el corregimiento de Palomino, en donde se pactó que la cooperativa sería manejada por el Bloque Norte, y que las demás cooperativas se harían a un lado para que Coovencoma, la única que no tenía participación Wayuu, se encargara de la nueva cooperativa; las otras aparecerían como fusionadas pero no tendrían poder de facto. Ya desde los primeros acercamientos de grupos paramilitares al departamento de La Guajira, ‘Felipe’ había podido establecer una alianza con esta cooperativa de distribuidores minoristas de gasolina.

Así, nació Ayatawacoop como un holding empresarial de ‘Jorge 40’ para lograr el manejo absoluto del lucrativo negocio del contrabando mayorista de gasolina; facilitar el tráfico de armas y material de guerra -compradas presuntamente al ejército venezolano-; legalizar dineros provenientes del narcotráfico a través de la figura de cooperativa multiactiva; y por último, ayudar a legalizar miembros de grupos paramilitares en Venezuela.

La estrategia puesta en marcha por ‘40’ fue delegar a ‘Felipe’ el control de la cooperativa Ayatawacoop que a la vez que distribuía el combustible autorizado por el gobierno venezolano para “enriquecer a sus indígenas Wayuu, ayudar a los hermanos indígenas colombianos[4]”e incentivar alternativas legales al contrabando de gasolina; utilizaba los camiones cisterna de la cooperativa para traer gasolina ilegal sin declaración de importación, que era almacenada en las plantas de abastecimiento con complicidad de algunos funcionarios de la Dian y la Policía Nacional, para luego ser sacada hacia otros departamentos como Magdalena, Cesar y Antioquia donde abastecen estaciones de servicio legalmente constituidas. Además, Ayatawacoop manejaba irregularmente los topes de cupos que establece la UPME para cada estación, ya que una vez se les agotaba el suministro de combustible, la cooperativa les vendía la gasolina de contrabando[5].

Por su parte‘Jorge 40’ tenía claro que la prioridad era abastecer a los demás departamentos, no sólo porque era más rentable económicamente, sino que La Guajira sería aprovisionada por la gasolina traída legalmente y por el contrabando minorista. En consecuencia, se generó en muchas ocasiones un desabastecimiento de combustible en las estaciones de servicio del departamento y enel Estado de Zulia. Aunque la cooperativa Ayatawacoop en muchas ocasiones justificó el desabastecimiento de estaciones de servicio de La Guajira en las diferencias diplomáticas con Venezuela, la causa real era el desvío irregular del combustible a otros departamentos con fines ilícitos.

Este holding empresarial incluía, además, una cooperativa de vigilancia privada, Al Maha Ltda, encargada de custodiar instalaciones administrativas y las plantas de abastecimiento de Ayatawacoop y los camiones cisterna y de carga que transportaban el combustible desde Venezuela. También cobraban el ‘impuesto de seguridad’ –una extorsión– a los conductores que traían mercancías legales y de contrabando desde el vecino país y a los camiones que distribuían la gasolina desde las plantas de abastecimiento a las estaciones de servicio autorizadas. En 2003, “la ‘pimpina’ de gasolina se compraba en la planta a 12.000 pesos (…) los 6.000 pesos de más eran el impuesto que los ‘paras’ del Bloque Contrainsurgencia Wayuu cobraban por la ‘vigilancia’[6]” Esta cooperativa era entonces una estructura paramilitar en busca de mayor dominio territorial en la zona fronteriza.

El 18 de junio de 2003, en un operativo del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía, CTI; el Departamento Administrativo de Seguridad, DAS y la Policía Nacional fueron detenidos 18miembros de esta cooperativa y les fueron incautados uniformes de uso privativo del Ejército Nacional de Colombia, armas de diferente tipo y calibre, municiones y equipos de comunicación sin licencia. Dentro de los detenidos estaban Ana Aninfa Jaimes Guevara, alias ‘La Mona’ y Luis Antonio Giraldo Agudelo, alias ‘Jhonatan’ o ‘El gomelo’, supervisor de Al Maha Ltda y familiar de Hernán Giraldo Serna, comandante del Bloque Resistencia Tayrona con quien ‘Jorge 40’ se había disputado el control de La Guajira. Para limar asperezas luego de la guerra entre ‘40’ y Hernán Giraldo, se le había dado aeste el mando de esta cooperativa de vigilancia. ‘Jhonatan’ dirigía una pequeña estructura paramilitar dependiente de Giraldo que operaba en el área urbana de Maicao y en el corregimiento de Monte Lara. Pero entró al Proceso de Justicia y Paz, por el Bloque Bananero de las AUC.

Un año después, el 8 de junio de 2004, Ayatawacoop firmó un contrato para la financiación en donación de las obras de remodelación del puesto migratorio de Paraguachón en la Guajira con el Departamento Administrativo de Seguridad, DAS. Aunque Luz Marina Rodríguez, directora seccional del DAS en la Guajira en el año 2003 y Jorge Noguera Cotes, ex director del DAS, tenían conocimiento de los nexos de esta cooperativa con el paramilitarismo, aceptaron la obra.

Según el Informe de Gestión de 2004 de Ayatawacoop, esta donación fue de ciento veinte millones de pesos, que fueron sacados del presupuesto designado “para el desarrollo de actividades culturales y cívicas de las personas asociadas”, y la remodelación del puesto migratorio no responde a este servicio. Por esta razón, la Superintendencia de Economía Solidaria empezó una investigación que hasta el día de hoy no ha tenido resultado alguno.

Esta donación de la cooperativa al DAS era un pequeño regalo de ‘Jorge 40’ a la gestión de Jorge Noguera Cotes como director general del DAS. Noguera había filtrado información de sindicalistas y defensores de derechos humanos con presuntos nexos con el Partido Comunista Clandestino Colombiano, PCCC para el Bloque Norte; ordenó algunos de sus subalternos ayudar y proteger a ‘40’ borrando antecedentes de narcotráfico de familiares y amigos, y paró la investigación sobre algunos funcionarios de Ayatawacoop.

Igualmente, entre 2005 y 2009, Ecopetrol encontró que esta cooperativa venía incurriendo en prácticas comprobadas de contrabando de gasolina y pasó un reporte a la Dian, pero la investigación no avanzó. En el diario El Tiempo el hecho fue reportado así: “Ecopetrol encontró que Ayatawacoop, que importa gasolina desde Venezuela y la comercializa en La Guajira, tenía varias investigaciones por contrabando de combustible entre 2005 y 2006. Este contrabando está relacionado con la pérdida de 6.000 guías que autorizaban el paso y transporte de carro-tanques de gasolina”

Ayatawacoop sirvió al Bloque Norte de las AUC, no sólo para incrementar las utilidades de la economía de guerra, sino fundamentalmente, para encubrir actividades ilícitas como el tráfico de armas, el narcotráfico y el cambio de identidad. La corrupción de funcionarios públicos y la mezcla entre institucionalidad y criminalidad fueron las estrategias que garantizaron la protección frente ala actuación de la justicia y determinaron la posición dominante en el mercado del contrabando de gasolina tanto legal como ilegal. Así, ‘Jorge 40’ logró posicionar un holding empresarial con una racionalidad orientada a maximizar el beneficio económico y político y que, adicionalmente, logró la explotación de la demanda de bienes y servicios lícitos e ilícitos insatisfechos en La Guajira.