Foto: Archivo Arcanos / Jesús Abad Colorado
En enero del 2011 cuando el general Yesid Vásquez Prada asumió como director de la Policía Metropolitana se encontró con una institución rodeada de estigmatizaciones y señalamientos. En una ocasión les dijo a sus hombres “que no se vuelva a decir que en Medellín la Policía se alió con un bando para derrotar al otro”. Y cuando tuvo que explicar por qué ‘Valenciano’ se había distanciado de la escena criminal de Medellín, fue diplomático y dio una respuesta que esbozaba una posibilidad real: “él pasó a las grandes ligas del narcotráfico. Ahora no tiene interés en Medellín”. Con esto, no comprometió a su antecesor y amortiguó las suspicacias que habían llenado de dudas a la institución respecto al triunfo de ‘Sebastián’ contra ‘Valenciano’ con apoyo en el terreno de la Policía.
Pero la imagen ya estaba creada y los policías tuvieron dificultades inesperadas para ingresar a zonas donde aún permanecían los hombres de Valenciano.
En La Sierra, comuna ocho, la Policía enfrentó más de diez asonadas cuando intentaba entrar a esa zona en 2011. En junio de ese año, cuatro policías lograron capturar a ‘el Rolo’, jefe de una banda al servicio de “Valenciano” que se había fugado de la cárcel; pero cuando salían con él, esposado y todo, unas 70 personas se fueron contra la patrulla y se lo arrebataron de las manos. Tres semanas más tarde un comando especial de 15 policías volvió por él y lo capturó mientras dormía.
El crimen organizado de Medellín funciona bajo la égida de “Sebastián” y de Los Rastrojos. Muchos temen que Los Urabeños empiecen a disputar el control de la ciudad y se incremente la violencia de nuevo. Tercera y última entrega.
Otro hecho similar ocurrió en el corregimiento San Antonio de Prado, donde el combo Los Chicorios, de ‘Sebastián’ se enfrentaba con Las Bifas, de ‘Valenciano’. Cuando la Policía hizo un operativo para capturar a un presunto integrante de uno de los grupos, el sospechoso fue protegido por una mujer de 26 años que murió de un disparo. Los habitantes de la zona reaccionaron violentamente e hicieron una asonada que duró al menos seis horas en la que los manifestantes quemaron llantas, buses y se intercambiaron disparos. Después de los hechos, la Alcaldía llamó la atención sobre “las relaciones de connivencia, denunciadas por las mismas comunidades, entre algunos miembros de la Policía y el grupo de “Los Chicorios”, que operan en el sector conocido como El Limonar No 1”.
Donde sí fue posible para la Policía actuar fue en las comunas cinco (Castilla) y la seis (Doce de Octubre). Este es uno de los sectores de la ciudad donde la Corporación Democracia, creada por los desmovilizados de las AUC tiene mayor influencia política. Esa penetración social de los desmovilizados, ligados con hombres que seguían en las armas, terminó heredándola ‘Sebastián’ y luego Los Rastrojos.
Pero en esta zona también pasó su niñez alias ‘Valenciano’. Los hombres más fuertes de ‘Valenciano’, que conformaban el grupo de Los Mondongueros, se asentaban allí, a pesar de no tener aceptación social y de estar rodeados por sus enemigos. Allí fue donde en diciembre de 2010 fueron capturados los nueve miembros de la banda que habían cometido la masacre de Envigado; y en septiembre de 2011 este grupo recibió otro duro golpe con la captura de 11 de sus integrantes. Sin embargo, la estructura siguió operando hasta llegar a su fin, que estuvo muy ligado a la debacle de su máximo jefe.
Como lo había anunciado el general Vásquez, ‘Valenciano’ se había retirado de la escena criminal de Medellín para dedicarse a los negocios del narcotráfico en el exterior. El 27 de noviembre de 2011 fue capturado en Venezuela y extraditado pocos días después a Estados Unidos. Tres meses más tarde, el máximo jefe de Los Mondongueros, alias ‘El Gomelo’ murió asesinado en ese país. El resto de la banda se unió a ‘Sebastián’.