La CEPAL, en su informe de enero de 2012 reconoce los grandes avances de Venezuela en la reducción de la pobreza. Según la CEPAL, Venezuela es el segundo país de América Latina donde más se ha reducido ésta en los últimos 12 años, ubicándose detrás de Ecuador, que entre 1991 y 2010 la redujo en 26,4%. Estos datos de un organismo internacional de gran reconocimiento, contrastan con la matriz desarrollada por la oposición venezolana que sin referencia empirica válida o confiable, maquilla los datos para concluir que la pobreza se ha profundizado.
Las cuentas son claras: mientras en la amarga noche neoliberal liderada por la oposición, la pobreza llegó a 70.8% de la población en 1996, para el año 2010 la revolución bolivariana logró disminuirla hasta 26.8%. Para el año 1998, año en que el presidente Chávez asume la presidencia, la pobreza se encontraba en 49%, el nuevo modelo de política social del gobierno revolucionario comenzó a disminuirla, ubicándose para 2001 en 39.1%; sin embargo, producto de la grotesca intervención de la oposición en el marco del golpe militar y el paro petrolero, la pobreza asciende a 54% en el 2003. Los años siguientes serán de aplicación progresiva de una política social inclusiva, la cual nos brinda los positivos resultados que hoy todos los organismos internacionales y los investigadores metodológicamente orientados validan.
La tendencia en la reversión de la pobreza es producto del incremento de la inversión social. Mientras en el periodo 1988-1998 la inversión social era el 36,6% de los ingresos fiscales, entre 1999 y 2009 subió a 60,6%. Inversión que se ha mantenido a pesar de los retos que ha tenido el gobierno bolivariano con el golpe y el paro del 2002 o la crisis económica y caída en los precios petroleros del 2008.
Venezuela consolida su política social, aunque esto para los analistas neoliberales es populismo chavista, no garantismo. Hacen uso del concepto de populismo como un epíteto sin precisar su contenido, como si la educación pudiera equiparase a la distribución de bolsas de comida que con acento “populista”, hacen los gobiernos neoliberales. En Venezuela, por el contrario, el sistema de salud que se desarrolla progresivamente, hace parte del pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales, así como de la observación general número 14 del Comité del PIDESC (Pacto Internacional de Derechos Economicos Sociales y Culturales), que expresa la obligación de cumplir con los criterios de gratuidad y universalidad. Estos mismpos criterios en la educación son parte de los compromisos internacionales contenidos en la observación número 13 del Comité del PIDESC.
El modelo de política social de la revolución Bolivariana ha trascendido el modelo populista, pues la característica central del populismo es la dádiva y la anulación de los sujetos sociales; por el contrario la ampliación del tejido social y configuración de sujetos sociales protagónicos es la característica central de la sociedad venezolana actual.
El modelo de que la revolución viene materializando es coherente y alineado con los estándares que la arquitectura internacional de los derechos económicos, sociales y culturales define. Cada instrumento normativo se ha desarrollado en estrategias de política pública y éstas, en realizaciones tangibles para la población venezolana.
La revolución Bolivariana revierte la hipócrita práctica de las burguesías latinoamericanas, y en especial de la venezolana, que firmaban los protocolos de derechos pero los violaban en el diseño y aplicación de sus políticas, mientras, la pobreza y la exclusión crecían. Su esencia ha sido la defensa de un modelo neoliberal que no tiene reparo al convertir en mercancía la salud y la educación.
En Venezuela la palabra derecho dejó de ser una palabra escrita en un papel, para convertirse en realizaciones tangibles en el día a día de los ciudadanos. Sin embargo, aun son muchos los retos y nudos críticos que tiene el proceso de política social en Venezuela. Se trata, por supuesto, de un proceso vivo, de ensayo-error. Sin embargo, desde ya, es un modelo obligado de estudio para todos los pueblos latinoamericanos que buscan superar la exclusión y la inequidad.
ARQUITECTURA INTERNACIONAL DE DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES RATIFICADA POR EL ESTADO VENEZOLANO EN SU CONSTITUCIÓN Y EN EL DESARROLLO DE SU POLÍTICA SOCIAL |
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INSTRUMENTOS NORMATIVOS |
CONTENIDO |
AÑO |
Declaración Universal de los Derechos Humanos | Principios de la dignidad humana.Principios de libertad | 1948 |
Pacto internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales | Libre determinación de los Pueblos.Disponer libremente de sus riquezas y recursos naturalesTodos los estados respetarán la libre determinación de conformidad con las disposiciones de la carta de la ONU.Los estados dispondrán de medios apropiados y medidas para lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos (Trabajo, Seguridad social, salud, Sindicalización, salud, alimentación, vivienda, otros | 1976 |
Principios de Limburgo (En la ciudad de Maastrich Paises Bajos) | Precisa los Derechos Económicos y sociales como Derechos Humanos y señala como los estados deben cumplirlos | 1986 |
Directrices de Maastrich | Precisa las obligaciones de los estados de Respetar, Proteger y Cumplir. Les otorga a los DES el mismo valor que los civiles y políticos. | 1997 |
Convención americana de Derechos humanos | Formula 7 metas para la reducción de la pobreza en el 2015. | 2000 |
Convenios OIT | Relativos a protección Sindical y derecho al trabajo | ———— |
/ Wilfer Orlando Bonilla
*Investigador Centro de Estudios Económicos y Sociales. Caracas-Venezuela.