Foto: Alonso Tobón, presidente de la ASI. / Giovanni Moreno C.
La Alianza Social Independiente, antigua Alianza Social Indígena, ha sido un movimiento que ha jugado un papel importante en muchos procesos políticos regionales. Avalaron candidaturas como las de Antanas Mockus y Sergio Fajardo y fueron en las dos décadas pasadas el partido que llevó por primera vez a los indígenas a cargos de representación popular. Alonso Tobón, su presidente, es un paisa que durante toda la vida ha trabajado con el movimiento indígena y cuyo propósito es abrir las fronteras de su partido a la política nacional.
Nacido en Andes, Antioquia, su primer contacto con el movimiento fue con el resguardo indígena de Cristianía, comunidad junto a la que lideró la lucha por las tierras en los años 70. En sus años de adolescencia y juventud militó en la Juventud Estudiantil Católica, al lado de un grupo de sacerdotes de la teología de la liberación. A nombre de la Organización Indígena de Antioquia y de la ASI fue diputado de Antioquia. Arco Iris lo entrevistó.
¿Qué es la ASI?
La ASI es un movimiento que nació de las luchas campesinas e indígenas en los años 80 y prácticamente somos hijos de la Constitución del 91. Somos un movimiento pluriétnico y pluricultural. En la medida que hemos venido creciendo y vinculando a más sectores el movimiento se ha vuelto más diverso. Es un partido de centro con énfasis en lo social-demócrata.
¿Cuál es la representación política de la ASI en lo nacional?
Nosotros tenemos 56 alcaldías propias, con el aval nuestro, aunque hablar de la propiedad es relativo porque las alcaldías por lo general son resultado de diversas fuerzas locales. Tenemos 715 concejales, 16 diputados, 58 ediles, 3 gobernaciones en propiedad y 3 en coalición. Es muy bueno destacar y valorar el esfuerzo que se hizo desde la Ley y los partidos para la vinculación de las mujeres. Tenemos 82 mujeres concejalas.
Hay una crítica: se dice que la ASI entrega o vende avales para aumentar el caudal del Partido, pero que no tiene realmente fuerza propia…
Yo primero que todo le digo que nosotros no vendemos avales, eso lo rechazamos enfáticamente. Cuando han salido ese tipo de comentarios nosotros siempre hemos dicho que si alguien en este país está vendiendo avales a nombre nuestro que nos diga quién es, cómo es y nosotros entablaremos las denuncias pertinentes. Yo he sido el director del Partido y nunca jamás he vendido un aval. Cada vez que una persona busca el aval por nuestro Partido debe pagar un formulario de 50 mil pesos para gastos de administración y el que no tenga 50 mil pesos para ser candidato pues que no sea candidato.
Hay gente que históricamente tiene más identidad con el Partido porque no es lo mismo quienes llevamos 20 años en el Partido a quienes entraron ayer, llegarán hoy o mañana. Unos se apropian del proceso pero otros no han tenido un gran compromiso.
Por ejemplo, Juan Carlos Flórez es avalado por ustedes…
La lista de Bogotá fue cerrada y sacó más de 33 mil votos. Él por un esfuerzo muy grande de su equipo más que todo y con un apoyo nuestro pudo rescatar esa curul que la tenía casi perdida. Hay otros concejales en Santa Marta, Cartagena que también están en ese proceso de afianzamiento con el Partido. Juan Carlos Flórez hace parte de la Dirección Nacional del Partido porque los concejales de ciudad capital forman parte de la estructura directiva del Partido. A quienes se les da el Aval tienen que afiliarse al Partido y aceptar los estatutos.
Hubo un intento de unidad con Gustavo Petro. ¿Por qué no se dio ese proceso?
Nosotros hemos buscado ampliar el espectro político y convertirnos en un partido más nacional. Con el sector de Petro tenemos muchas identidades porque somos gente de expresiones sociales, que luchamos contra la corrupción yqueremos la paz para este país. A mi modo de entender lo que pasó es que nosotros entendíamos la unidad con el sector de Petro en dos tiempos, mientras que lo que propuso en este tiempo Petro era hacer la cosa de una vez, en un solo tiempo. Terminó abortándose el proceso, no obstante hay gente que pertenece y ha pertenecido al progresismo que se han vinculado a la ASI en varias partes del país.
Clara López y Antonio Navarro han planteado un bloque de centro-izquierda para el 2014. ¿Ustedes entrarían allí?
A mí no me parece mala idea, pero tengo una impresión. Usted sabe que la política es muy cambiante y vamos a ver cómo se presentan las elecciones para el 2014. Sacar un candidato por sacarlo, no vale la pena tampoco. Todo depende de la lectura política que se haga en su momento. Nosotros siempre estaremos por una postura democrática y de centro en este país. No nos vemos representados ni en la ultraizquierda ni en la ultraderecha.
Pero ustedes son muy marginales en el Congreso…
Tenemos un Representante a la Cámara y un Senador. Es una de las discusiones que hemos dado en el Partido. Nosotros hemos jugado un papel demasiado importante en lo local y hemos contribuido a destrabar muchos gamonalismos anquilosados en muchos pueblos. En el caso de Antioquia le apostamos a Sergio Fajardo desde el principio, acompañamos a Alonso Salazar. En el Cauca hemos estado en la renovación y ahora con lo de Temístocles. En Bogotá avalamos dos veces a Mockus. Nosotros le hemos apostado a la democracia local, pero nos hemos quedado sin una representación parlamentaria amplia.
¿Se sienten por fuera o por dentro de la Unidad Nacional?
Nosotros no estamos adentro de la Unidad Nacional pero apoyamos muchas cosas del gobierno Santos. Estamos metidos en el proyecto de Restitución, apoyamos el Marco para la Paz, vemos con muy buenos ojos el programa de vivienda a nivel nacional y la unificación del POS; valoramos el esfuerzo que ha hecho en torno a las relaciones internacionales, apoyamos la lucha contra la criminalidad y defendemos el Estado de Derecho. A este gobierno le ha tocado una pelea muy dura contra las bandas delincuenciales, creemos que tienen que seguir combatiendo a las guerrillas mientras éstas no tengan un gesto de paz. Sin ser santistasvemos muchas cosas positivas. Hay cosas con las que tenemos muchas reservas como la minería si no exigen buenos estándares ambientales. También vemos con preocupación el TLC y las consecuencias que va a traer para el campo. El presidente Santos tiene que oír más al país en esos temas.