Una indignación exitosa

Fue una acción del espíritu. Variados sectores sociales y partidistas organizaron rápidamente una protesta pacífica en torno a la derogatoria de esta norma que desmontaba la Constitución del 91. Allí se unieron el sindicato de la rama judicial ASONAL que había iniciado un paro en la semana anterior, La Red de Veedurías Ciudadanas, organización  que mas credenciales de parlamentarios ha tumbado en el Consejo de Estado, exconstituyentes y miembros del excongresito, parlamentarios del Polo Democrático y de la líneadisidente del Partido Verde, gestores de la séptima papeleta en el 91, los portales alternativos y los directores de noticieros de las grandes cadenasradiales nacionales y obviamente los ciudadanos inconformes.

Desde el viernes pasado cuando comenzaron a salir las planillas para reunir las primeras 150.000 firmas convocando el referendo, la gente preguntaba: ¿dónde hay que firmar?

El Presidente regresó apresuradamente al país después de una semana en el exterior y en una reacción inmediata convocó al Congreso a sesiones extraordinarias para hundir total o parcialmente la reforma aprobada.Lo dijo: es la primera vez en la historia que se hace. El uribismo no perdió tiempo y rápidamente propuso una Asamblea Nacional Constituyente y coincidiendo con eminentes juristas y líderes de la izquierda democrática cuestionaron el llamamiento a extras: para salvar la constitución se está pasando por encima de ella.

Mientras tanto el jefe del Partido Liberal Simón Gaviria comenzó a decir verdades incómodas, el Ministro de Justicia se estaba lavando las manos y él como la mayoría de los parlamentarios no se había leído completo el articulado aprobado. Gaviria propuso su hundimiento y pedía a los liberales que lo acompañaran, el Ministro Esguerra renunció. Vargas Lleras quien había iniciado este trámite se desentendió y el nuevo Ministro del Interior Rengifo “pasó de agache”. Sólo Ernesto Samper defendió a Esguerra Portocarrero. El Presidente Santos convoca a una reunión donde sale una objeción de 70 páginas sentenciando la inconveniencia del texto y llamando a los partidos de la Unidad Nacional a que apoyen su texto. Este es votado pero muchos se abstienen de ir a las sesiones. Y se da muerte a este engendro.

La movilización ciudadana triunfó, el Presidente, el Congreso y las Cortes Constitucional, Suprema de Justicia y El Consejo de Estado salieron afectados. El Consejo Superior de la Judicatura se salvó.

La reelección del Presidente Santos comienza a tambalear. La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia queda en deuda ante el respaldo que le dieron a pesar del silencio indiferente del Presidente de la Corte. Tendrá que darle mayor celeridad a los procesos que tiene acumulados.

Los parlamentarios Germán Navas Talero, Jorge Robledo, Iván Cepeda, Luis Carlos Avellaneda, Wilson Arias del Polo, y Ángela Robledo y John Sudarsky del Partido Verde fueron la dignidad en el Congreso, a los que se le sumaron después Juan Manuel Galán de los liberales y Miguel Gómez Martínez de la U, ambos hijos de víctimas del “régimen que quiso proteger la mayoría de los congresistas”.

A pesar de sus equivocaciones Simón Gaviria salió con decoro: hizo todo lo posible por enmendar los errores suyos, los de su partido y los de la Cámara de Representantes. Tiene la casta de su papá, artífice de la Constitución del 91.

Gracias a Dios se salvó lo poco que existe de Justicia y se abrió un nuevo panorama para el país.

 / Por Rodrigo Rojas