“Uribe tiene el síndrome de la abstinencia del poder”: Carlos Gaviria

Foto: Carlos Gaviria en sus épocas como senador del Polo Democrático. / Giovanni Moreno C.

¿Cómo ve al Polo ahora?

Con muchos problemas, pero me parece que no pueden llevar a la gente a adoptar una actitud negativa y pesimista, de pensar que esto ya fracasó como todos los movimientos de izquierda en Colombia. A mí me parece sumamente importante la idea del Polo. En Colombia no ha habido una izquierda, ha habido muchas izquierdas y han mantenido unas controversias cruentas. Pero pongámonos de acuerdo en unas cuantas cosas que todos compartimos y es que es deseable una sociedad más democrática. Eso me parece que queda plasmado en el ideario del Polo.

Un reto difícil…

El gran reto era atraer a un ideario democrático personas que han sido reacias a la democracia o atraer a la lucha democrática personas que han sido propensas a la lucha armada. Porque los que no han sido propensos a la lucha armada están siempre ahí. Pero que la gente que ha sido propensa a la lucha armada diga que tal vez exista un camino menos ambicioso pero más alcanzables…. eso le hace falta al país.

¿Cómo ve la Marcha Patriótica?

Yo no tengo muchos elementos para opinar sobre la Marcha Patrióticas, sería irresponsable, inclusive yo he estado mucho tiempo fuera del país y no sé la manera cómo se gestó. Hay cosas preocupantes y preguntas que no están satisfactoriamente respondidas. Me parece que hay que analizar las cosas con mayor cuidado y no adoptar frente a ellos una actitud ligera o apresurada, o de condena o de adhesión. Me parece que hay que ver qué es lo que ellos quieren. Veo correcta la posición del Polo en cabeza de Clara López cuando dice que nosotros somos otro movimiento. Es posible que podamos converger, pero de momento me parece adecuado que el Polo mantenga su propia identidad.

¿Cómo ve a Petro y su gobierno?

Lo primero que debo hacer es una aclaración inicial: yo no soy petrista, he tenido con Petro muchas diferencias, pero yo no quiero que a Petro le vaya mal. Ojalá le vaya bien primero para que la ciudad esté mejor y la segunda porque a la mayoría de la gente lo ve como un dirigente de izquierda y un fracaso de Petro sería otra vez un fracaso de la izquierda.

¿Cómo ve su gestión?

A mí me parece importante que a Petro le vaya bien aunque nunca pensé que le fuera bien. ¿Por qué? Antes de los debates y en los debates se ratificó mi convicción de que Petro no tenía un conocimiento suficiente de Bogotá y no tenía tampoco una idea muy clara de lo que quería con la ciudad. Él es una persona muy inteligente y muy hábil y en cada escenario decía lo que la gente quería que le dijeran, pero cuando llegó se dio cuenta de que no era tan fácil cumplir con esos propósitos. Yo por ejemplo celebro el proyecto del agua, el agua barata o el agua gratis por muchas razones. Pero, lo digo con toda sinceridad, me parece que Petro está todavía muy desorientado en la Alcaldía de Bogotá.

La alcaldía de Samuel Moreno fue muy decepcionante¿cómo evalúa ese episodio?

Sobre la alcaldía de Samuel hay que hacer muchas reflexiones. En una he insistido mucho y algunos columnistas me la han cobrado caro y es que Samuel nunca gobernó con el Polo ni con la gente del Polo, ni con el ideario del Polo. A la semana siguiente de haberse posesionado Samuel, El Tiempo sacó en la segunda página, en la frase del día: yo no soy el Alcalde del Polo, ni fui elegido por el Polo, el Polo puso una partecita de los votos con los que yo fui elegido. Samuel empezó a desmarcarse del Polo desde la campaña. Una cosa que yo le reproché fue el nombramiento de Juan Ricardo Ortega en la Secretaria de Hacienda. Ortega había sido viceministro de Hacienda en la época de Uribe y por tanto su concepción de la política económica y fiscal tenía que ser muy distinta a la de un gobernante que se asumía como gobernante de izquierda.

Usted era el Presidente del Polo en ese entonces…

Yo como Presidente del Polo logré ver a Samuel dos veces cuando él estaba de Alcalde. No me devolvía llamadas. Él se desvinculó del Polo totalmente. Yo lo visité con Carlos Bula y nos prometió que íbamos a tener una reunión mensual. Nosotros no pedíamos que elPolo cogobernara sino que mantuviera al tanto al Comité Ejecutivo de lo que él estaba haciendo. Eso no lo hizo nunca. Hasta llegó a decirnos que se mantenía muy ocupado y que cuando lo necesitáramos que habláramos con Yuri Chillan que es liberal. ¿Que tenía que hablar el Polo con el Secretario Privado?

¿Qué pasó en la gestión de Samuel?

Pienso que en la gestión concurrieron dos factores terribles: uno la corrupción. Yo fui muy renuente a que nos apresuráramos a condenar a Samuel porque de todas maneras yo tengo formación jurídica y sé que a una persona no se le puede condenar sin que primero la hayan vencido en juicio. Y que la responsabilidad política es distinta a la responsabilidad jurídica, pero que también los hechos que generan responsabilidad política tienen que ser comprobados. Pero la segunda, elemental, es su incompetencia. Samuel no solo gobernó posiblemente con gente corrupta, pero si de una incompetencia total. Y yo creo que a mucha gente le duele más la incompetencia que la corrupción.

Usted viene de la academia pero tiene más disciplina que cualquiera que haya tenido tradición militante…

Me gusta mucho ese tema León. Me has hecho un reconocimiento. Yo vengo de la academia y tengo muchos más hábitos de universitario, digamos que de político. Para marginarse del Polo Petro dijo que era un libre pensador, pero yo también lo soy y justamente en función de mi libertad decidí militar en un partido. Y uno tiene que saber que cuando milita en un partido tiene que acatar ciertas reglas, aunque algunas no le gusten, y uno tiene que tragarse muchos sapos en aras de construir partidos. No todos porque uno tiene que saber hasta dónde llegan sus concesiones, pero yo creo que no es posible militar en un partido sin un mínimo de disciplina.

¿Actualmente qué rol está jugando en el Polo?

Ninguno. La reunión de la Dirección Nacional que tuvo lugar a comienzos del año pasado resolvió hacer un foro ideológico antes del Congreso Nacional del Polo, entonces a algunos sectores se les ocurrió que yo podía presidirlo y eso está en pie. En este momento no hago parte del Comité Ejecutivo Nacional. Muchas veces me entero de las cosas que pasan en el Polo por la prensa y de eso me he quejado, incluso ante ellos. Hago una salvedad, Clara López es una persona que con mucha frecuencia me llama a contarme qué está pasando y a preguntarme qué opino. Me mantengo muy mal informado sobre las cosas que pasan en el Polo, veo los debates, las intervenciones brillantes de Robledo, pero no tengo una información muy rica sobre lo que pasa.

Hay dos fuerzas que van a tener candidato presidencial muy definidas, el santismo y el uribismo. ¿Qué posibilidad tendría una tercería?

Yo creo que una tercería es absolutamente necesaria, conveniente e inevitable porque hay gente que no cabe ni el santismo ni en el uribismo. Digamos que son las fuerzas con más opciones de poder que se van a presentar en las próximas elecciones.

¿Quiénes podrían formar el espectro de esa tercería?

Esa tercería tendría que venir de los sectores de izquierda. Creo que las cosas cambian en este país con mucha rapidez y que uno no puede predecir que va a ocurrir en las próximas elecciones. Sin embargo creo que habrá un candidato de izquierda.

Ya hay un poco de gente apostándole a eso, desde la Marcha Patriótica, el Polo, los progresistashasta sectores de los verdes…

Es difícil saber cómo esas fuerzas se van a recomponer o cómo se van a agrupar electoralmente. Por ejemplo yo nunca he desconceptuado al progresismo, en el sentido de que yo sé que muchos de los progresistas se fueron por oportunismo, pero muchos no, muchos consideraban que esa era la línea correcta y por tanto que muchas de esas personas pueden volverse a agrupar en un movimiento de izquierda. Yo creo que también se van a agrupar una buena cantidad de personas de las que rechazan el calificativo de izquierda, que militan en el centro, pero que son reformistas.Yo pienso que va a ver una alianza de esas fuerzas y que son conscientes de que en Colombia se requieren reformas mucho más hondas de las que ha propuesto Santos.