En el momento de ir al terreno y empezar las entrevistas Angelino Garzón desempeñaba cabalmente las funciones de Vicepresidente y en su círculo más cercano no se descartaba la posibilidad de presentarse a la próxima contienda presidencial. Sorprende que a pesar de las críticas de sectores de la izquierda por haberse prestado para servir de fórmula de Santos y a su manifiesto acercamiento a Uribe, este líder político es percibido en la ciudadanía como un auténtico candidato de izquierda y recibe la mayor aprobación tanto en la favorabilidad donde registra en 69% de favorabilidad y un 20% de intención de voto entre los posibles electores de la izquierda. Pesa, sin duda, su largo compromiso social y sus constantes declaraciones a favor de los trabajadores y de las clases pobres de estos dos años en ejercicio de la vicepresidencia.
El segundo mejor librado fue Antonio Navarro Wolff que viene de ser gobernador de Nariño y secretario de gobierno, por corto tiempo, del alcalde Gustavo Petro. Navarro se queda con un 50% de favorabilidad y un 10% de la intención de voto. Es, sin duda, una figura que tiene arraigo en el imaginario de los colombianos debido a su larga trayectoria como constituyente, ministro, candidato presidencial, alcalde y gobernador, pero ha refrescado su presencia en la política nacional en su fugaz paso por la administración de la Capital y por su decisión de encabezar la organización del Partido de los Progresistas, fuerza que llevó a Petro a la alcaldía de Bogotá.
Piedad Córdoba es la más conocida entre la población. Su exposición permanente en los medios, su lucha por la liberación de los secuestrados y su espíritu controversial, le han dado una gran visibilidad en el país. Una imagen favorable del 43% que no se refleja en una intención de voto de apenas 6.5%. Y es que la imagen desfavorable de Córdoba sobrepasa el 50% especialmente en la franja que se denomina “dura” y es la que “jamás votaría” por ella, lo que a juicio de los analistas le pone un techo a su crecimiento electoral. No obstante la encuesta la instala en un trono incuestionable: es percibida como una persona clave para lograr la paz del país.
Clara López se creció en sólo seis meses a la cabeza de la Alcaldía de Bogotá reemplazando a Samuel Moreno. En medio del gran escándalo de corrupción logró enviar un mensaje de confianza los bogotanos y ejercer un liderazgo indiscutido sobre la ciudad. Es ese el reconocimiento que ahora cosecha en la encuesta donde obtiene un 56% de favorabilidad y un 4.5 de intención de voto. Como se puede ver en las cifras de la encuesta, López es la que mejores promedios saca en todos los campos, y sin duda emerge como una líder fuerte de la izquierda, con muy baja imagen negativa y mucho para donde crecer. Esto unido al respaldo que conquista Robledo señala que el Polo Democrático, a pesar de sus divisiones y sus crisis, seguirá jugando un papel destacado en las definiciones políticas de cara a las elecciones de 2014.
Luís Eduardo Garzón mantiene una favorabilidad del 56% en medio de las innegables dificultades del Partido Verde y se le reconoce en lo económico y social. No obstante, su intención de voto no se corresponde con su reconocimiento pues solo llega al 4%. No son las mejores cifras, pero dan fe de que se mantiene vivo en la vida política será un líder indispensable en la recomposición de la izquierda. Ha mostrado además que es un sobreviviente nato y en cualquier momento puede volver a un primer lugar en la disputa electoral.
Una encuesta como se sabe es un fotografía del momento y la contienda electoral está aún lejos. Muchas cosas pueden ocurrir. El desempeño de Petro en Bogotá, de Fajardo en la gobernación de Antioquia y de otros mandatarios locales independientes o de izquierda contribuirán a potenciar las aspiraciones de esta vertiente política o harán más difícil el avance. También la disposición o no de todos estos sectores a buscar un candidato único jugaran un papel en la construcción de un proyecto político alterno a Santos y a Uribe. Lo que resta es imaginación y trabajo.