/ Por Older Cáceres Suárez*. Hace dos años el Presidente de Colombia puso a soñar a sus conciudadanos con una solución definitiva para poner fin a la violencia, cuando hizo alusión a la llave de la paz y, más aún, cuando se dio a la tarea de impulsar un marco jurídico para la paz.
Paradójicamente, hoy la pesadilla de la guerra se evidencia en los araucanos, quienes creyeron que los recursos para el conflicto ahora se canalizarían para una política de desarrollo fronterizo que sacaría de la crisis los principales renglones de nuestra economía. Esa era la esperanza que sembró Santos reconciliándose con Chávez y Correa.
En la actualidad, los constantes hostigamiento a la Fuerza Pública en los cascos urbanos, los secuestros de los trabajadores de las multinacionales, los combates en el sector rural, la obstrucción frecuente de las vías, entre otras acciones armadas de los grupos insurgentes hacen ver con escepticismo la salida militar como camino a la prosperidad para todos.
Hoy, en medio de la confusión y el pesimismo de un significativo número de ciudadanos, hemos podido registrar que las Iglesias persisten en su llamado a la reflexión y al diálogo a los actores del conflicto para avanzar en la consolidación de la reconciliación; aunque estos llamados se hacen en sus propios escenarios de pastoral, pues, el Gobierno no le ha restablecido a la Comisión de Conciliación Nacional las herramientas jurídicas que les permitan un mayor desempeño en sus misiones humanitarias.
Como hijo de esta tierra araucana, con base en las el escenario creado por el presidente Santos que reconoció la existencia del conflicto armado, distanciándose de su predecesor; teniendo en cuenta que el ELN insistió en diálogos para la paz el mes anterior en el Foro de São Paulo; e interpretando como un gesto de buena voluntad por parte de las FARC la determinación de abandonar el secuestro; en nombre de las comunidades victimizadas por la guerra, con el convencimiento que los aportes o propuestas a las políticas de Paz no son exclusividad del Gobierno nacional, propongo al Gobierno departamental y a los sectores de la sociedad araucana que organicemos un panel sobre la realidad de conflicto y posibilidades de unas negociaciones de paz, con presencia de distinguidas personalidades de las distintas expresiones del pensamiento colombiano que tienen acceso a la prensa nacional
Por la búsqueda de la solución para la paz, quienes habitan esta tierra que hace dos siglos se comprometió con la gesta libertadora, están dispuestos a todos los esfuerzos legítimos y constitucionales.
Pero si no se evidencia decisión y voluntad política que se transformen en solución a nuestra crisis, es previsible y comprensible que un pueblo cansado de la guerra y la injusticia siga el reciente ejemplo del pueblo Nasa, quienes con su movilización han logrado enviar un mensaje a la sociedad encontrando un respaldo nacional e internacional a la justa defensa de su vida y su territorio.
* Older Cáceres Suárez ha sido Concejal de Saravena Arauca (2001 – 2003) y Diputado de Arauca (2004 – 2007)