En Venezuela ganó modelo de inclusión y democracia

¡Vengan a Venezuela si quieren ver una democracia!, ha dicho el presidente Hugo Chávez en horas de la tarde del 7 de octubre mientras ejercía su derecho al voto. Ya en horas de la noche se conocieron los resultados de esta elección presidencial que lo ratificó como vencedor. Chávez será presidente de Venezuela para el período 2013 – 2019.

Los resultados entregados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en un primer boletín, con un 90% de las actas de escrutinio indicaron que el candidato socialista, Hugo Chávez Frías, logró el 54,42% de los votos, por su parte Henrique Capriles obtuvo el 44,97%.

Un segundo boletín del CNE, al día siguiente, con el 94 de las actas procesadas, Hugo Chávez amplía la ventaja, alcanzando 8.044.106 votos, lo que equivale a 55,11%. Mientras que Capriles alcanza 6.461.612  sufragios, lo que representa 44,27%. Esto de un total de 14.876.268 votos escrutados, de los cuales 14.593.902 son válidos y 282.366 nulos.

Estos resultados representan una participación de 80.73%, lo cual ubicará la abstención en un 19%, resultado inédito en Venezuela y en las demás democracias latinoamericanas.

Este resultado ha sorprendido a quienes alineados con la matriz mediática internacional y con las encuestadoras venezolanas de baja credibilidad habían argumentado un empate técnico o una posible victoria de Capriles.

Es el caso de Consultores 21, que pronosticó 48.1% a favor de Capriles y 46.2% para Chávez; igual que la encuestadora Varianza, la cual ubicó el resultado en un 49.7% para Chávez y 47.7 para Capriles.

De manera manipulada, en la gran prensa colombiana y de todo el mundo solo aparecieron los datos de estas dos encuestadoras durante los meses de campaña, utilizándolas para argumentar la derrota de Chávez o la supuesta incertidumbre y guerra de encuestas.

Desde esta columna habíamos afirmado, por el contrario, que Hugo Chávez sería elegido nuevamente como presidente. Basamos nuestro análisis en otras firmas portadoras de una mayor ética profesional a pesar de su orientación ideológica, para las cuales el escenario de una derrota de Chávez siempre estuvo descartado. Es el caso de Hinterlases que dio como resultado probable un 55% para Chávez y un 46% para Capriles; o GISXXI, que acertó de manera admirable el escenario, en las semanas anteriores le otorgó a Chávez un 55.1% y a Capriles un 44.9%, siendo el resultado final anunciado por el Consejo Nacional Electoral, de 55,11% para Hugo Chávez y 44,27%.

Finalmente, el triunfo bolivariano ha sido rotundo, no solo consolidará su victoria con un margen de 1 millón 600 mil votos una vez escrutado el 100%, sino que ganó en 22 de los 24 estados (departamentos) del país, logrando derrotar a la oposición en sus fortines históricos como Zulia, Carabobo y Miranda. Estos resultados regionales traerán importantes consecuencias en las elecciones para gobernadores que se celebrarán el 16 de diciembre de 2012.

Muchos analistas intentan explicar la superioridad del presidente en los resultados electorales a partir de la lógica del liderazgo carismático, elevan a la dimensión de lo mágico la relación que se ha construido entre Chávez y el pueblo venezolano. Visto así, nadie, sin una conexión emocional directa y casi religiosa, podría revertir este frenesí.

La anterior interpretación, que a primera vista parece novedosa, no hace más que sumarse a las posturas políticas y académicas de desprecio por el sujeto popular que ha adquirido consciencia histórica: se otorgan todas las calidades al líder y se designa a las multitudes el lugar de simple espectador, o cuando más, de marea ciega, emocionalizada e irracional. Pensamos que esa gran conexión entre el pueblo y Chávez debe ser vista desde otra perspectiva, desde la perspectiva del liderazgo programático que representa Hugo Chávez.

El ciclo de revolución que vive hoy la sociedad venezolana, y que se valida elección tras elección, fue aperturado por las mayorías en las protestas del caracazo en 1989. La vanguardia nacional popular del MBR200 interpretó esta atmósfera de revolución y consecuente con ello se lanzó a las rebeliones cívico-militares de 1992.

De esas fechas hasta hoy, Venezuela ha vivido un vertiginoso proceso de desplazamiento de las élites Punto Fijistas (bipartidismo Adeco y Copeyano); ha revertido el trazo del modo de desarrollo neoliberal y ha transformado la política social focalizada y de caridad en una política social garantista y universal, la cual durante estos 12 años de Gobierno Bolivariano ha logrado significativas transformaciones en la reducción de la pobreza y la elevación de la calidad de vida de los venezolanos, a pesar de la transgresión golpista del 2002, 2003 y 2004, o la profunda crisis económica de 2008 a 2010 producto de la caída en los precios del petróleo.

El presidente Chávez en su discurso de victoria este 7 de octubre ha dicho ¡Nosotros venimos de lejos! Se refería a los antecedentes de lucha y resistencia anteriores que se tejen con este emotivo memento de ratificación del ciclo de revolución. El liderazgo de Hugo Chávez se hizo visible en las rebeliones cívico-militares del año 1992, lideradas por el MBR200. Estos levantamientos se configuraron en hitos de apertura a una fase instituyente, significando el inicio de un ciclo de revolución, el cual vino a consolidarse en el siguiente período conocido como constituyente, en el cual la movilización general del pueblo lleva en 1998 a Hugo Chávez al gobierno y a la formulación de una nueva constitución.

El proceso constituyente no es solo el momento cumbre de la asamblea nacional constituyente de 1999, sino todo el proceso de movilización e identificación de la propuesta y modelo de sociedad a construir que se debatió durante toda la década del noventa y que tuvo una primera expresión pública en la Agenda Alternativa Bolivariana, presentada en 1996 por el MBR200, como la síntesis de un rico y extenso debate iniciado por los insurrectos desde la cárcel y expandido a todo el país.

La insurgencia social y política venezolana representada en el MBR200 y la disposición general de la población al desacato y la movilización, tuvo su primera expresión programática en esta agenda, la cual es presentada públicamente para 1996.

El período constituyente si bien no rompe la fuerza carismática generada por el liderazgo de Hugo Chávez como máximo comandante, sí desarrolla la construcción de un programa de nueva sociedad que sería formalizado años más tarde en la Constitución Bolivariana de 1999.

Se configura un nuevo tipo de liderazgo programático, soportado en un proyecto de país, así en la cultura política venezolana se otorgue una preeminencia tan grande al líder, es el proyecto de constitución bolivariana el referente político que llena el imaginario de los venezolanos. Así vino a demostrarse en los días de abril de 2002, cuando el pueblo salió masivamente a recuperar el hilo constitucional roto por el golpe de la derecha venezolana. El centro de la movilización popular lo constituyó el rescate del hilo constitucional y la restauración de la constitución bolivariana.

El modelo de sociedad representado en la Agenda Bolivariana 200 y en la Constitución Bolivariana, derrota a la agenda neoliberal denominada Agenda Venezuela. La agenda Venezuela embriagada de neoliberalismo, profundizaba las privatizaciones y el desmantelamiento del estado garantista, la agenda Alternativa Bolivariana presentó con claridad la obligatoriedad para la sociedad Venezolana de recuperar el estado social como centro de gravitación del nuevo proceso nacional.

La agenda bolivariana se ha venido desarrollando año tras año de manera coherente, primero en la nueva constitución bolivariana, luego en 49 leyes habilitantes, el plan de desarrollo de los 5 equilibrios de 1999, el Proyecto Nacional Simón Bolívar del 2006 y hoy con la propuesta del candidato de la patria, Hugo Chávez, para la gestión bolivariana socialista 2013-2019.

En estas elecciones presidenciales de 2012, es el liderazgo programático de Hugo Chávez el que vuelve a triunfar; no triunfa el líder, triunfa el modelo de la inclusión y la democracia, triunfa contra la reedición del libreto neoliberal en cabeza de Enrique Capriles.

El conjunto del programa que Capriles hubiera implementado de llegar a la presidencia de Venezuela, contiene medidas dramáticas para los intereses de las mayorías y del conjunto del país, pero su arquitectura no es nueva, es la misma que se intentó instaurar desde décadas atrás en Venezuela: es el paquetazo recomendado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y aplicado por Carlos Andrés Pérez en 1989; es la agenda Venezuela de Rafael Caldera en 1994; es el regreso del gobierno de las élites y las transnacionales contra los intereses nacionales y de las mayorías. Es contra todo esto que vuelve a ganar Hugo Chávez, sin lugar a dudas.

El liderazgo de Hugo Chávez ha encarnado un modelo de sociedad de una gran coherencia programática y una gran capacidad de volverse realizaciones en la vida cotidiana de la gente, donde debemos buscar la explicación de la gran conexión Chávez-Pueblo: no es un embrujo, no es en el magnetismo personal del líder, es en su lealtad al libreto de libertad e igualdad que el pueblo hecho conciencia ha venido reclamando desde las gestas de 1989.

La ecuación no es como la pretenden presentar los analistas opositores o los académicos otoñales, no es Chávez quien crea al pueblo; por el contrario, Chávez es una creación colectiva del pueblo, que se levanta en revolución.

Votos por Estado

Entidad

Votos Chávez

%

Votos Capriles

%

Brecha en Votos

Distrito Capital

695.162

54,85%

564.312

44,52%

130.850

Amazonas

30.439

53,23%

26.742

45,84%

3.697

Anzoátegui

404.951

51,44%

376.304

47,47%

28.647

Apure

152.702

65,94%

77.292

33,35%

75.410

Aragua

547.556

58,56%

383.260

40,82%

164.296

Barinas

236.864

59,09%

161.573

40,29%

75.291

Bolívar

376.147

53,43%

322.219

45,75%

53.928

Carabobo

646.863

54,39%

535.133

44,99%

111.730

Cojedes

115.888

65,25%

60.382

34,00%

55.506

Delta Amacuro

43.493

63,53%

24.282

35,47%

19.211

Falcón

291.837

59,80%

192.849

39,52%

98.988

Guárico

235.618

63,90%

130.469

35,38%

105.149

Lara

480.674

51,00%

454.293

48,20%

26.381

Mérida

223.482

48,38%

236.272

51,15%

-12.790

Miranda

766.473

49,91%

761.119

49,56%

5.354

Monagas

264.408

58,19%

186.729

41,10%

77.679

Nueva Esparta

131.582

50,99%

125.078

48,47

6.504

Portuguesa

319.542

70,68%

129.109

28,55%

190.433

Sucre

277.892

60,18%

181.318

39,26%

96.574

Táchira

271036

0,4323

352851

0,5629

-81.815

Trujillo

250.076

64,03%

138.538

35,47%

111.538

Vargas

126.365

61,44%

77.939

37,8

48.426

Yaracuy

192.699

59,97%

126.419

39,34%

66.280

Zulia

966.089

53,31%

838.919

46,29%

127.170

8.047.838

 

6.463.401

 

1.584.437

 

Resultados electorales dados por el CNE y escenarios previstos por las encuestadoras

CHAVEZ

CAPRILES

CNE

55,11

44,27

GISXXI

55,1

44,9

HINTERLASES

55

46

CONSULTORES 3011

57,2

35,7

IVAD

50,3

32,2

VARIANZA

49,7

47,7

DATANALISIS

47

37

CONSULTORES 21

46,2

48,1

* Wilfer Orlando Bonilla es Investigador del Centro de Estudios Económicos y Sociales de Caracas, Venezuela.

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