Foto: Giovanni Moreno C.
/ Por Reina Lucía Valencia*.Desde el pasado mes de abril, cuando movilizó 80 mil personas hacia Bogotá, representando 1.700 organizaciones sociales y campesinas del territorio nacional, para decirle al país que nacía un nuevo movimiento político y social, el movimiento Marcha Patriótica ha sentido con más fuerza el peso de la estigmatización y la persecución contra sus miembros y simpatizantes.
En septiembre hubo tres hechos que agudizaron la situación de la Marcha en contraste con los anuncios de los diálogos de paz entre el Gobierno y las Farc: el comunicado público de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro de las Fuerza Policiales, ACORE, señalando a la Marcha Patriótica de ser el brazo político de las Farc y sentenciando su liquidación (ver comunicado); la detención arbitraria de uno de sus voceros nacionales, Andrés Gil; y la captura de cuatro de sus miembros en Antioquia y posterior señalamiento del director de la Policía, General León Riaño, de estar vinculados al Frente 36 de las Farc. Sin embargo, los anteriores casos no son los únicos que se han presentado en 2012. Días previos y durante el lanzamiento de la Marcha, el movimiento también fue víctima de detenciones y atropellos (ver denuncia pública)
El debate sobre las garantías políticas y civiles para los integrantes de la Marcha Patriótica está sobre la mesa y el presidente Juan Manuel Santos sigue guardando silencio, mientras que en su equipo de Gobierno hay posiciones divididas al respecto. Arcoiris.com.co habló con Carolina Bautista, integrante de la Junta Patriótica Nacional de la Marcha, quien nos relató cómo han vivido esta persecución, quiénes están detrás de los señalamientos y cuáles son las exigencias para el Gobierno nacional.
Carolina Bautista, economista y magister en teoría política, ha estado en la Marcha Patriótica desde sus inicios y hace parte del movimiento sindical a través de la Federación Sindical Mundial. Para Bautista, los hostigamientos contra la Marcha Patriótica son una constante del régimen político y ubica a ese movimiento como un caso más dentro de la dinámica de estigmatización.
“No somos los únicos a quienes se señala, se persigue y se hostiga. Nosotros lo comprendemos desde la estrechez del régimen político, a pesar de las aperturas de la Constitución del 91, las organizaciones sociales y populares tenemos pocas posibilidades dentro del marco institucional”, dice esta líder.
Bautista considera que con el masivo lanzamiento que se hizo de la Marcha el 23 de abril se generó una reacción desde quienes ven con muy malos ojos el desarrollo del movimiento social y popular. Agrega que el Ejército, la prensa, algunos columnistas y el Ministro de Defensa han hecho coro a la dinámica de estigmatización.
“No somos una casualidad”
Aunque la Marcha Patriótica se presentó oficialmente en abril de este año como movimiento político y social, su gestación se venía cocinando desde 2010, cuando se realizó la Marcha Patriótica por la Independencia y la apertura del Congreso de los Pueblos. “Nosotros no somos una casualidad y somos parte de un proceso más amplio de movilización social y popular como el de los estudiantes el año pasado. Somos un aporte a la reconstrucción social y popular, aniquilada entre los ochenta y los noventa, y estamos siendo perseguidos por los mismos sectores, los más reaccionarios del Ejército, la derecha representada por Uribe y los que no quieren y temen al fortalecimiento de las organizaciones sociales y populares”, explica Bautista.
El nuevo movimiento de izquierda en el país viene siendo acosado desde instancias estatales, que lo relaciona constantemente con la guerrilla de las Farc. Detenciones arbitrarias de sus líderes hacen parte de los hostigamientos.
Contra la Marcha Patriótica no existe legalmente ningún proceso, comenta Bautista. En unas confidenciales de la revista Semana se publicó, el pasado 27 de agosto, que el fiscal general de la Nación, Eduardo Montealegre, estaba indagando sobre los nexos entre el grupo guerrillero de las Farc y el movimiento Marcha Patriótica, y que por la delicadeza del tema no había dicho más al respecto. Sin embargo, hasta la fecha el Fiscal no se ha pronunciado sobre el particular.
“Que pena, fue una equivocación”
En la denuncia pública que presenta la Comisión Nacional de Derechos Humanos de la Marcha Patriótica señala las inconsistencias en la captura de Andrés Gil, vocero nacional del movimiento, el pasado 13 de septiembre. Gil viene de los procesos agrarios y hace parte de la Asociación del Valle del Río Cimitarra, ganadora del premio Nacional de Paz.
A Gil lo detienen sin orden judicial cuando se disponía a viajar hacia Europa, donde la Marcha desarrolla una gira por la paz. Pasadas cinco horas lo liberan, luego de someterlo a maltratos verbales y psicológicos por parte de las autoridades colombianas, según el documento de la denuncia.
En cuanto a las detenciones en Antioquia, Bautista las considera un montaje contra sus compañeros, quienes forman parte de la Asociación Campesina del Norte de Antioquia. Según Bautista a ellos les están abriendo procesos judiciales, pero con muchas anomalías.
“Los compañeros van a una audiencia de derechos humanos y el Ejército se los lleva porque tiene orden de captura contra ellos. Eso sucede frente a los compañeros de la Asociación y los observadores internacionales que estaban en la audiencia. Días después aparece la Fuerza Pública diciendo que fueron capturados en combate. Lo que creemos es que van a ser liberados como ha pasado con otros dirigentes campesinos y al cabo de uno o dos años el Estado dirá: que pena, fue una equivocación”, indica Bautista.
Riesgo de cometer errores del pasado
El Gobierno Nacional no tiene una posición unificada frente a la Marcha Patriótica y el presidente Santos no ha dicho nada frente a las recientes detenciones. Para Bautista, las posiciones en el Ejecutivo están divididas y la Marcha le está solicitando que se pronuncie.
“El Ministro de Defensa ha dicho que nosotros tenemos una vinculación con las Farc sin elementos probatorios reales. Hace poco Angelino Garzón y Lucho Garzón dijeron que había que darle garantías a la Marcha Patriótica”, precisa Bautista, quien advierte que si el Gobierno no brinda garantías efectivas a los miembros de la Marcha es probable que se repita la historia y corran el riesgo de exterminio como la Unión Patriótica, así sean de distinta naturaleza.
La semana de la Indignación
La Marcha Patriótica está promoviendo la Semana de la Indignación que iría del 5 al 12 de octubre. Bautista cuenta que se realizarán distintas movilizaciones y expresiones frente al tema de la paz, la solución política del conflicto armado, y los problemas cotidianos relacionados con salud, educación y empleo.
“Son escenarios para mostrar las posibilidades de lo que la Marcha ha trabajado desde diferentes sectores, comunidades y organizaciones sociales y populares”, precisa Bautista y destaca la gira internacional que realizan los voceros del movimiento político y social por Europa como estrategia para dar a conocer la Marcha Patriótica.
“Tiene que ser posible construir un país con una democracia real”
La falta de garantías políticas y civiles amenaza no sólo la existencia del movimiento social y político Marcha Patriótica, sino que también pone en riesgo la vida e integridad de las personas que hacen parte de ella.
Para Bautista, los señalamientos del Ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, al vincular a la Marcha con las Farc, no permiten el ejercicio político y reivindicativo que desarrollan las organizaciones sociales y populares.
“Los pronunciamientos del Ministro de Defensa hacen que, desde el Ejército, se persiga al Movimiento. Faltan garantías políticas efectivas. Un mayor control de los mandos militares, quienes en muchas regiones nos hostigan, señalan, nos quitan la publicidad de la Marcha, impiden la movilidad de campesinos o los retienen sin ninguna orden judicial. Se necesita la voluntad del gobierno Santos para hacerlo. Tiene que ser posible construir un país con una democracia real”, sentencia la vocera de Marcha Patriótica.