Foto: La reina de Inglaterra saluda al ex comandante del IRA, Martin McGuinness, primer ministro adjunto de Irlanda del Norte. | tomada de ultimahora.es
Hace unos días se realizaron las jornadas por la dignidad de las víctimas de la Unión Patriótica (UP) y en uno de sus eventos, el embajador británico John Dew expuso varios puntos del proceso de paz con Irlanda del Norte que pueden ser tenidos en cuenta en el camino que emprendieron el Gobierno Nacional y las Farc.
Por considerar que sus puntos de vista son importantes en este momento para el país, Arcoiris.com.co reproduce en su totalidad la intervención del diplomático británico.
“Me complace mucho estar aquí una vez más con la Unión Patriótica, los sobrevivientes y las familias de las víctimas. Recuerdo muy bien haber estado con ustedes hace un año, aquí en el teatro Majestic.
Estoy convencido que su coraje, determinación y paciencia, serán reconocidos y reivindicados. Ustedes verán los albores de una Colombia mejor y más justa, la Colombia que esperamos y por la cual todos nosotros oramos. Su sacrificio no será en vano. Todos nosotros ahora esperamos que la próxima fase del proceso de paz que inició esta semana en Oslo, será exitosa y logrará la paz justa y duradera, la cual ustedes y todos los amigos de Colombia hemos anhelado por tanto tiempo.
En este momento recuerdo que en 1993 cuando me encontraba en Dublín, empezando una estadía de cuatro años en nuestra Embajada trabajando en el proceso de paz, me sentía a la vez entusiasmado y confundido por el difícil comienzo del proceso de paz en Irlanda del Norte. El proceso que después de muchas dificultades llegó a la solución exitosa y definitiva en 1998.
El 15 de Diciembre de 1993 los Gobiernos de Gran Bretaña y de Irlanda hicieron la histórica Declaración de Downing Street. Este fue un paso valeroso para ambos Gobiernos, fuera de las antiguas y cómodas certezas con las que ambas partes habíamos vivido por tantos años, y que habían evitado que nosotros y los diferentes partidos en Irlanda del Norte llegáramos a un acuerdo. Al leer el documento hoy en día se ve muy normal; en ese entonces tenía un aspecto desafiante y casi revolucionario.
En días pasados, se realizaron las jornadas por la dignidad de las víctimas de la Unión Patriótica y en ellas estuvo presente el embajador británico John Dew, quien expuso varios puntos del proceso de paz con Irlanda del Norte que pueden ser tenidos en cuenta en el camino que emprendieron el Gobierno Nacional y las Farc.
El punto central era que, si el IRA definitivamente declaraba un cese al fuego y daba fin a su violencia, luego el Sinn Fein, el partido político vinculado al IRA, podría unirse a una compleja negociación junto con todos los partidos políticos en Irlanda del Norte y ambos gobiernos, para plantear un nuevo acuerdo político basado en el consentimiento de la gente del Norte y Sur de la isla de Irlanda.
No se trataba del hecho de negociar con el IRA directamente.
Así que hubo importantes diferencias entre la situación en Irlanda en ese entonces y la situación en Colombia ahora. Pero hay una serie de ideas claves que considero fueron importantes para nosotros en ese momento, así que quisiera compartirlas hoy con ustedes.
Estén listos para pensar lo que antes era inconcebible; pero a algunas personas les tomará más tiempo que a otras. Yo recuerdo cómo en 1993 algunos de mis amigos en Belfast se horrorizaban de solo pensar en reducir sentencias de prisión a terroristas condenados como parte de un proceso de paz, y juraron que “nunca, nunca” estarían de acuerdo. Pero al final lo estuvieron.
No esperen que la solución final sea todo lo que ustedes quieren. Como parte del acuerdo político que siguió al proceso de paz de Irlanda del Norte, ésta sigue siendo parte del Reino Unido. Esto fue aceptado por las grandes mayorías del Norte y del Sur de Irlanda. Antes del proceso de paz parecía imposible imaginar un resultado aceptable para todas las partes.
Vender la necesidad de moderar expectativas a sus propios seguidores era una tarea difícil para los líderes de Sinn Fein y del IRA. Yo recuerdo a Gerry Adams en Dublín cuando le preguntaron si esperaba o no lograr una Irlanda Unida en las negociaciones de paz y su respuesta fue “Una de nuestras mujeres activistas me dijo que su objetivo era una Irlanda unida, gobernada exclusivamente por mujeres, pero que ella estaba preparada para comprometerse si era necesario para lograr un acuerdo; si ella está preparada para comprometerse también lo estoy yo”.
El Respeto y Reconocimiento puede ser más importante que los grandes cambios estructurales. El conflicto de Irlanda del Norte en su etapa final se enfocó más en la igualdad y el respeto por la minoría Nacionalista, que en la unidad de Irlanda. La minoría había sido discriminada y tratada como ciudadanos de segunda clase por décadas. Los esfuerzos de los británicos para cambiar esta situación desde 1970 no fueron suficientes para hacerlos sentir valorados y respetados; sin embargo el proceso de paz y los acuerdos políticos sí lo lograron.
Pregunten una y otra vez cuales son los temas reales a discutir. Las respuestas pueden ser sorprendentes. La clave para el proceso de paz, después de años de discusión, entre John Hume y Sinn Fein, lo que existía detrás de la escena era el concepto de un “acto de auto determinación Nacional Irlandés”. En otras palabras, aceptar que si se aprobara un acuerdo político por referendos separados en el Norte y en el Sur el mismo día, el IRA y Sinn Fein aceptarían el resultado incluso si se dejara la isla dividida, porque eso sería una decisión puramente irlandesa, y no una impuesta por Gran Bretaña.
Aquellos involucrados en actos de violencia por muchos años tendrán su propia perspectiva de la realidad; esta no será la misma que la de todos los otros. En Irlanda del Norte los violentos vivieron en un mundo conceptual propio, con un sentido de la historia mayor del que nosotros originalmente sospecháramos. Cuando se les preguntó que entendían por “acto de auto determinación Nacional Irlandés”, respondieron que el último acto de ese tipo tuvo lugar en 1919, las últimas elecciones que se realizaron en toda la isla de Irlanda antes de la partición. Siempre hay mucha historia en cualquier negociación de paz.
Las posibilidades de lograr un cambio a través de políticas democráticas pueden ser mayores de lo que ustedes piensan; casi nadie en 1993 hubiera imaginado que Sinn Fein, el más pequeño de los dos partidos nacionalistas, y el más pequeño pero más extremo de los partidos unionistas, el DUP, rápidamente se convirtieran en la mayor fuerza electoral en Irlanda del Norte, o que Martin McGuinness, con un considerable y amplio récord de violencia, se convirtiera en Primer Ministro Adjunto de Irlanda del Norte y (como lo hizo a principios de este año) estrechara la mano a la Reina.
Estos puntos se pueden resumir como “tener confianza, ser positivo, ser realista y pensar en las oportunidades más que en las dificultades”.
Quisiera rendir un homenaje a todos ustedes, sus familias y a los sobrevivientes de la Unión Patriótica. Todos los sacrificios y sufrimientos que ustedes han vivido tienen hoy en día un gran significado. Que el gobierno reconozca por decreto la necesidad de un programa especial de protección para ustedes, es una señal positiva.
Sin embargo, como he dicho anteriormente, es necesario pensar lo impensable y entender que el respeto y reconocimiento es más importante que los cambios estructurales.
Por lo tanto, espero que el Estado Colombiano busque una solución amistosa en el caso de la UP, como han anunciado algunos medios.
No existe una mejor coyuntura para que el país capitalice la experiencia y sacrificio de la UP”.