Foto: Las Farc durante los diálogos del Caguán en 1998 | archivo CNAI.
/ Por Oscar Sevillano*. El Gobierno nacional ha dicho que tendrá en cuenta la experiencia dejada por negociaciones con las Farc en el pasado, cuando se intentó llegar a la firma de la paz con esa guerrilla. Por diversas razones, esos procesos no fructificaron, entre ellas el rechazo de un sector de la derecha extrema, que quiso resistir a cualquier acuerdo que pusiera en riesgo sus intereses, y el fortalecimiento militar de ese grupo insurgente, que no permitió que se diera un cese al fuego.
Con el ánimo de recordar algunos hechos de mayor relevancia en los dos procesos de paz que mayores alcances tuvieron en el país, ArcoIris.com.co repasa varios hechos ocurridos en los gobiernos de Belisario Betancourt Cuartas, y Virgilio Barco Vargas, que permitieron mayores acercamientos con varios grupos guerrilleros, los cuales desembocaron en procesos de dejación de armas, desmovilización y reinserción.
Continuidad del proceso entre Betancourt y Barco permitió políticas de gran alcance nacional
En el gobierno del expresidente Belisario Betancourt Cuartas (1982-1986) se llegó a unos acuerdos con las Farc que, en primer lugar, lograron un cese al fuego que en cierta forma pretendió garantizar la participación en política de los miembros de la guerrilla.
Este proceso tuvo continuidad en la administración de Virgilio Barco Vargas (1986-1990), quien presentó a consideración del país y de la comunidad internacional los componentes de su política de paz, concentrados en el Plan Nacional de Rehabilitación,la Reconciliación del Estado no solo con las Farc, sino también con las comunidades en las zonas de violencia y la normalización de la vida civil, esta última pretendía lograr que todas las instituciones hicieran presencia en todos los municipios del país.
La finalidad de estas estrategias era fortalecer las políticas de paz del expresidente Belisario Betancourt, planteadas desde una óptica de desarrollo con equidad, profundización de la reforma agraria, atención prioritaria del Estado a estas zonas apartadas, no como una propuesta pensada para las Farc, sino en beneficio del país.
Con estas políticas del gobierno de Barco Vargas, zonas apartadas del país conocieron lo que era un presupuesto de inversión. Sin embargo, las Farc, lideradas por Manuel Marulanda Vélez, recibieron estas propuestas como una serie de medidas anti-insurgentes, que en cierta medida lo eran, pero no con una lógica militarista, sino de intervención del Estado en zonas de conflicto, que pretendían crear un ambiente favorable para la reconciliación y el regreso a la vida civil de los guerrilleros.
El país será espectador de los diálogos de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc, que tendrán lugar en la Habana, Cuba, de donde se espera lograr un acuerdo que ponga fin a cuatro décadas de conflicto armado.
El grupo insurgente, por su parte, fue ampliando la participación en este proceso, a través de los líderes dela Unión Patriótica que se integraron a los Consejos de Rehabilitación. Para ese entonces, según palabras del exconsejero de Paz Carlos Ossa Escobar, “las Farc pedían la presencia del Estado en las zonas de conflicto y no secuestraban, ni asesinaban a los funcionarios, ni mucho menos realizaban actos terroristas como las voladuras de puentes, torres de energía, etc.”
Para aquel entonces, las Farc organizaron marchas como la del Pato y del Guayabero, que contó con aproximadamente 22 mil campesinos, en la que pedían obras a favor del campesino, que el Gobierno central atendió no desmilitarizando las zonas, pero sí instalando un buen número de juzgados y oficinas de las distintas instituciones del Estado. No obstante, luego de cada movilización campesina, el país conocía las noticias que daban cuenta de los asesinatos de los líderes que las organizaban.
Todos los líderes campesinos asesinados pertenecían a los consejos de rehabilitación, hechos que terminaron por dar al traste con este proceso, porque era bastante difícil sostenerlo, mientras la extrema derecha conspiraba contra éste, exterminando a los líderes dela Unión Patriótica.
Las zonas de distensión ayudaron en la desmovilización de algunas guerrillas
Los procesos que, en el país, terminaron en la desmovilización de varios grupos guerrilleros tienen una constante: en todos ellos hubo un cese al fuego. Esa decisión se vio apoyada por un elemento fundamental que permitió que esto se llevara a cabo y fue la creación de zonas de distensión, creadas en un área limitada, que no pasaba de un corregimiento, en poblaciones alejadas de los grandes centros poblados y comunicada por una sola vía.
Estas zonas sirvieron como centro de concentración guerrillera, sin que ello significara que hubiese guerrillero alguno por fuera de ella, pero en estos casos los subversivos no podían ingresar a ella y los que lograban salir de ella eran dados de baja por el Ejército Nacional o capturados; además, tenían un reglamento claro, y era que al interior de ellas no se podían llevar a cabo ejercicios de carácter militar o político, pero estaban abiertas a la comunidad. Es así como se le entregaron a la guerrilla del Epl un total de siete zonas, al M-19 dos y a otros grupos alzados en armas una solamente.
A diferencia de las anteriores, en la zona de distensión creada en San Vicente del Caguán por la administración de Andrés Pastrana Arango (1998-2002) las Farc no aceptó el cese al fuego porque llegó a la mesa de negociaciones fortalecida, su área era muy extensa, con distintas vías de comunicación que no tenían mayor control de parte dela Fuerza Pública, que, para esos momentos, se encontraba en proceso de reestructuración.
Esta zona de distensión dejó un mal recuerdo para los colombianos que alcanzaron a padecer los efectos de un malogrado proceso de paz; no obstante, ante un eventual acuerdo de paz tendrá que volverse a crear un espacio para que se haga la dejación de armas, según la opinión del exconsejero de paz Carlos Eduardo Jaramillo, quien cree que las Farc tendrán que concentrarse en algún lugar de la geografía nacional para su desmovilización.
* Periodista del portal ArcoIris.com.co
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