Y la ONU votó. No fue el selecto grupo de auto-ungidos del Consejo de Seguridad quienes son juez y parte de muchos conflictos armados del mundo; tampoco fue alguna de sus agencias que hace más las veces de ONG que de vocería de la comunidad internacional. Fue la Asamblea General, sin veto alguno.
Hay un elemento central en el apoyo a Palestina: el derecho a la autodeterminación, que se expresa en la reivindicación de un Estado basado en las fronteras de 1967, reforzando el rechazo que ya hizo la Corte Internacional de Justicia al objetar la apropiación israelí de tierras, la anexión de Jerusalén y la política de asentamientos. El apoyo a Palestina reafirma la aplicación del Cuarto Convenio de Ginebra de 1949, lo que significa subrayar el carácter de ocupante a Israel de un territorio que no le pertenece.
Pasar de entidad observadora a Estado No Miembro, es pasar de la expresión ‘Territorios Ocupados de Palestina’ a la indiscutible de ‘Estado ocupado’ y, por tanto, de sujeto de derecho internacional.Además, le permite a Palestina, como Estado Observador, avanzar en su camino hacia la justicia internacional. Así, la Asamblea General le dio a Palestina el acceso a la justicia que el Consejo de Seguridad le había negado sistemáticamente.
Una permanente y deliberada confusión alimentada por Israel es querer hacernos creer que el reconocimiento del Estado palestino y el proceso de paz son fenómenos interdependientes, lo que no es cierto: una cosa es darle un puesto a Palestina en la comunidad internacional, y otra el fin de la ocupación. Este reconocimiento permitirá que Palestina se siente a negociar con Israel en igualdad de condiciones, sin que su existencia como Estado esté supeditada a lo que se decida en dichas negociaciones.
El apoyo a Palestina reafirma la aplicación del Cuarto Convenio de Ginebra de 1949, lo que significa subrayar el carácter de ocupante a Israel de un territorio que no le pertenece.
Israel sigue amenazando con castigar a los palestinos (lo que hace de manera constante) o a la ONU (como lo hizo ya con la Unesco). Netanyahu insiste en desafiar a la comunidad internacional, ordena la construcción de nuevos asentamientos, congela las transferencias financieras que corresponden a la Autoridad Palestina, y anuncia que habrá más medidas contra los palestinos, con lo cual sólo fortalece el creciente aislamiento internacional de Israel.
Desde el rechazo que hizo el Consejo de Seguridad a la petición palestina de ser miembro de la ONU en 2011, Israel tuvo un año de gracia para demostrar con hechos su aparente voluntad de paz, pero se dedicó a construir asentamientos, atacó Gaza, anexó más zonas de Jerusalén, arrestó y torturó más palestinos.
Decir que Palestina “traicionó Oslo” es desconocer que si Oslo se hubiera cumplido, Palestina sería Estado desde mediados de los años noventa. Luego de la guerra de 1948, en la que Israel se hace con el 72% del territorio de la histórica Palestina; de la ocupación de 1967, en la que Israel se apropia ilegalmente de Cisjordania, Gaza y Jerusalén del Este, y luego de los Acuerdos de Oslo de 1993, por fin empieza a llegar la justicia a los palestinos.
/ Por Víctor de Currea-Lugo, PhD.
Profesor Universidad Javeriana | @DeCurreaLugo