La Masacre que enredó a Miguel Nule

Miguel Nule, el mayor de los hermanos sucreños , se encuentra llamado a juicio por ser uno de los supuestos financiadores del paramilitarismo en el departamento de Sucre, en donde fue gobernador y concejal.

Miguel Nule Amín es ingeniero civil, egresado de la Universidad de los Andes. En sus inicios como empresario se cuenta la fundación de la empresa Manuel Nule Velilla S.A (MNV S.A), en Sincelejo, la que contó con el apoyo de su hermanos Manuel y  su primo Guido Nule, a través de la cual, su familia  comenzó  a manejar contrataciones en obras de infraestructura,  primero con la gobernación y la alcaldía de Sincelejo, y más adelante se extenderían a otras zonas del país.

Este político sucreño nace del matrimonio de los libaneses Miguel Elías Nule y Juana Matilde Amín, quienes llegan del medio oriente a radicarse en el departamento.

En estos momentos el mayor del clan de los Nule, se encuentra llamado a juicio por ser uno de los supuestos promotores del paramilitarismo en el departamento, según las versiones de los exmiembros de las Autodefensas, Salvatore Mancuso, Edward Cobos y Jairo Castillo alias Pitirri.

Los tres coinciden en afirmar que Miguel convocó a una reunión en su finca Las Canarias a empresarios, políticos, militares, policías y miembros de las autodefensas con la idea de  conformar un bloque paramilitar en el departamento, que expulsara a las estructuras de las farc,  comandadas por Martín Caballero en la región de los Montes de María, en donde el grupo subversivo tenía hastiados a los ganaderos de la zona con vacunas y hostigamientos.

La conformación de este bloque paramilitar, trajo como consecuencia para el departamento una ola de masacres, entre las que se cuentan el Chengue, Ovejas y Macayepo, siendo esta última la razón por la que Miguel Nule se encuentra en líos judiciales.

Masacre de Macayepo enreda a Miguel Nule:

Macayepo es un corregimiento que pertenece al municipio del Carmen de Bolívar, donde los paramilitares al mando de Rodrigo Antonio Mercado Pelufo (alias Cadena),  desataron una ola  de matanzas en un intento por obtener el control de los Montes de María. Esta población está  localizada  en un corredor estratégico que da un fácil acceso desde el sur de Bolívar hacia todos los departamentos de la Costa Atlántica. La  zona fue motivo de disputa entre las AUC y los frentes 35 y 37 de las Farc,  bajo el mando de ‘Martín Caballero’.

Fue entonces cuando el 14 de octubre del año 2000,  los paras asesinan a 15 campesinos y  desplazan a cerca de 200 familias de Macayepo. Más adelante se conocería, gracias a las investigaciones judiciales, que el determinador de este hecho fue el hoy condenado  por parapolítica Álvaro García Romero, jefe del clan de los García Romero, que hoy cuenta con su cuñada Piedad Zuccardi, también investigada por vínculos con las AUC y con Teresita García, hermana del exsenador, como heredera de su curul en el legislativo, quien obtiene una alta votación, justamente en esta población.

Las investigaciones judiciales han encontrado evidencias que les llevan a concluir que Miguel Nule Amín, pudo ser uno de los financiadores de este hecho. Una de las pruebas  es un cheque girado por un monto de $1.760 millones de pesos, a nombre de  Yasmine Isaac Galvis, esposa del ganadero prófugo de la justicia Joaquín García Rodríguez, quien se encuentra sindicado tras una grabación que sirvió de prueba para acusar al exsenador Álvaro García en la que  pide ayuda para mover tropas en unas fincas alrededor de las zonas de El Aguacate y Pajonalito, localidades vecinas de Macayepo.. Según la versión de  García Romero el hacendado le pidió ayuda para recuperar su ganado robado.

Sin embargo, según la tesis que las autoridades expusieron en el juicio al exparlamentario, es que curiosamente fue por esos  corregimientos,  donde ingresaron los paramilitares que cometieron la matanza en Macayepo,  10 días después de darse esta conversación.

Además de lo anterior, existen versiones oficiales de que tanto el gobernador, Eric Morris, como Álvaro García Romero y el propio Nule Amín,  pidieron  a la Armada, mover  tropas para buscar un ganado que nunca se encontró,  y de cuyo hurto tampoco hubo denuncia formal. Muchos de estos oficiales piensan que el robo nunca existió y que sólo fue una coartada para desviar la atención de los militares y la Policía.