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La guerrilla más vieja del mundo pasó del control monumental de gran parte del territorio a tener que adaptarse a la derrota, la deserción y la guerra desde el aire. Pasó de escuchar el eco de su discurso romántico a consolidar en la masa colombiana la peor imagen de su historia. En el Caguán llegó a su mayor capacidad de reclutamiento, se habló de un ejército de más de 35 mil guerrilleros (niños, niñas, hombres y mujeres). Pero en 10 años pasaron a desertar más de 20 mil milicianos, con otro plus para la Fuerza Pública, los desertores llegaban con información privilegiada para acertar golpes militares.
El secuestro político y extorsivo tuvo su máximo auge con un promedio de 90 personalidades de gran envergadura en manos de las FARC, desde una candidata presidencial hasta concejales de municipios olvidados. Lo mismo ocurrió con soldados y policías, la imagen de campos de concentración con más de 150 hombres de la fuerza pública cautivos, pasaría a la historia.
La guerrilla más vieja del mundo pasó del control monumental de gran parte del territorio a tener que adaptarse a la derrota, la deserción y la guerra desde el aire. Informe Corporación Nuevo Arco Iris.
El informe de Arco Iris sobre las FARC descifra lo siguiente: se podría decir de forma general que son varios los cambios que han ocurrido en términos militares, pero tal vez el principal es que a diferencia del Caguán las FARC llegan a La Habana perdiendo la guerra, y aunque no derrotadas, se puede decir que llegan con una gran desventaja estratégica, que parece casi que irreversible; la perdida de la presencia en el centro del país (…).
De igual manera se puede decir que en la periferia del país la capacidad militar de las FARC sigue siendo bastante alta, la Fuerza Pública se ha visto limitada en los avances por tierra. Las bajas, así como los ataques de las FARC han mostrado no sólo el cambio de estrategia militar, sino sobre todo que “las FARC se fueron pero no desaparecieron”. Esta frase dicha por un campesino del Cesar deja ver que la salida de las FARC de algunas zonas no fue del todo obligada por la ofensiva militar.