Imagen: cortesía El Espectador
El analista económico Aurelio Suárez asegura que si Colombia desea cuidar de su seguridad alimentaria, tendrá que hacerse a unas empresas estatales que le compren a los productores y garantice una rentabilidad a su operación, y va más allá en sus observaciones al Gobierno, manifestando su preocupación por la posible extranjerización de la tierra en nuestro país, porque según él, estas operaciones pondrían en riesgo la cadena agrícola nacional.
El desarrollo rural es tema de debate nacional. ¿Qué ajustes considera que se debe hacer a esta actividad económica?
Aurelio Suarez (AS): A partir de 2005 la política rural en Colombia se encaminó por la vía de la empresarización del campo, que tiene como base la producción a gran escala, con uso extensivo de tierra con fines de exportación con mano de obra barata. Este modelo cuenta con un elemento más y es el contentillo que se da a los campesinos, basados en las concesiones que se les otorga con zonas de reserva. Me preocupa que ahora lo quieran extender al capital extranjero mediante la extranjerización de la tierra.
Si este modelo no le sirve al país como usted asegura, habría que preocuparse por la seguridad alimentaria.
AS: Estudios que se han hecho al respecto señalan que de 390 proyectos de extranjerización que en el mundo se han desarrollado, casi 300 son para exportar, lo que quiere decir que por esta vía se produce en Colombia, pero no se consume en Colombia.
¿Quiere decir que la tecnología que se ha de introducir en el campo no va a servir para fortalecer el consumo interno?
AS: En buena medida la tecnología está agotada y por eso es necesario producir en tierras frescas. En el hemisferio norte se están reduciendo millones de hectáreas de tierras de cultivo que están siendo desplazadas por otro tipo de uso, por eso es necesario que en el hemisferio sur, incorporen 70 millones de nuevas hectáreas, para que los países que no puedan alimentar su población por lo producido en su interior, tengan que sembrar en otros lugares.
¿Si la amenaza de la extranjerización de la tierra en Colombia aumenta, la aplicación del TLC se convertiría entonces en una amenaza más para la producción y el consumo interno?
AS: Por supuesto. Va a llegar el momento en que Colombia se vea obligada a renegociar los TLC que ha firmado, porque nuestro país entregó los aranceles y los llevó a un valor de cero en todos los productos, buscando que Estados Unidos por ejemplo, mantenga los subsidios. Esto es lo que llamo un acuerdo entre David y Goliat.
Los productores agrícolas mantienen su queja de que se les ha obligado a competir con productos extranjeros, sin tener la infraestructura adecuada para ellos. ¿Comparte esta posición?
AS: Claro que la comparto. Colombia no ha escuchado las advertencias que en esta materia se han hecho. Los subsidios a la exportación de los que supuestamente renunciaron al libre comercio, tienen denuncias de la Sociedad de Agricultores Colombianos porque este gremio asegura que esos beneficios siguen vigentes.
La central de Abastos juega un papel importante en la cadena agroalimentaria, donde el gobierno nacional tiene acciones que está a punto de vender. ¿Qué recomendaciones hace para que los comerciantes y agricultores que ven en Corabastos una oportunidad de negocio, no se vean afectado por esta decisión?
Si queremos mantener la seguridad alimentaria en nuestro país, debemos ser realistas. No basta con tener una central de Abastos, es necesario que el gobierno cree empresas estatales que les compren a los productores a precios de sustentación, garantizándoles una rentabilidad a su operación y adicionalmente los coloque a precios subsidiados.
Esa propuesta va en la misma dirección de la del alcalde Gustavo Petro…
AS: No es lo mismo comprar Corabastos que tener una empresa estatal, que haga las veces de compradora y comercializadora. Miremos lo que era el Instituto de Mercado Agropecuario- Idema-.
Es extraño que su propuesta de retomar el IDEMA, coincida con una declaración del doctor José Félix Lafourie para el programa La Controversia, donde afirma lo mismo.
No sabía que el doctor Lafourie y yo coincidimos en esa propuesta, pero si es así, bienvenida sea. A veces en política hay extrañas coincidencias.
* Entrevista publicada en Noticonalco