Carlos Medina Gallego
Docente-Investigador
Universidad Nacional de Colombia
Fueron las trochas las que le abrieron el paso a los caminos, carreteras y grandes autopistas y las primeras en llegar a la verdad.
Todavía queda un largo camino de explicaciones sobre las causas de la desmovilización de la compañía «Lucho Quintero» del ELN en la región del Cauca y que recientemente en medio de grandes desconfianzas y dudas se anuncio a través de los Medios de Comunicación en ceremonia precedida por el propio presidente de la república Juan Manuel Santos y su ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón.
Algunas ideas preliminares que se comienzan a poner en conocimiento de la opinión pública permiten construir una explicación más elaborada, aunque insuficiente de este proceso.
Primero. Las exploraciones de información sobre las razones de la desmovilización todavía no permite acceder a una versión oficial, pero, algunos opinan que pese a todas las suspicacias que despertó la misma, sobre la verdadera procedencia de los integrantes del grupo, estos si hicieron parte de las estructuras del ELN en el suroccidente del país y operaron por años a nombre de la organización siguiendo sus orientaciones y planes operativos
Segundo. Se dice que la evolución que tuvo esta estructura estuvo definida por las lógicas de las complejas relaciones que va generando la guerra en el suroccidente, en particular en los departamentos de Cuaca y Nariño, en donde se han producido procesos de unidad y alianzas “extrañas” dirigidas a garantizarse la supervivencia en el marco de las distintas guerras locales en las que se confrontan simultáneamente grupos de narcotraficantes, neoparamilitares, bandas criminales, guerrillas, delincuencia común y fuerza publica en un territorio en el que los movimientos sociales, en particular indígenas y afrodesendientes, son organizativa y reivindicativamente muy activos y en donde la guerra tiene su más importante laboratorio.
Tercero. Algunos afirman que la estructura desmovilizada no solo tuvo que enfrentar una guerra permanente con la fuerza publica, sino, que se enredo en una confrontación militar con el Frente 60 de las Farc-Ep al que prácticamente aniquilo; también se dice que esa estructura asesino la comandancia de ese frente en ejecución en la que participo directamente «El Tigre», también conocido como «Oscar», responsables de la estructura y el encargado de la desmovilización de la fuerza.
Cuarto. Se comenta que la economía de esta estructura se construyó, prioritariamente, sobre las actividades de extorsión, narcotráfico y la minería del oro lo que le dio al grupo una gran capacidad económica y un nivel de vida superior que busco mantener a través de alianzas con el narcotráfico y la Banda Criminal de Los rastrojos en la región, enfrentando a las Farc-Ep y a la fuerza publica.
Quinto. Al parecer las condiciones de desarrollo de la estructura unida a sus enrarecidas prácticas y alianzas y, a una precaria asistencia de la Dirección Nacional de la organización, fue distanciando la estructura que adquirió sobre la base de la economía del narcotráfico una autonomía en la que se fue degradando. El ELN ha mantenido una postura crítica a la relación entre narcotráfico e insurgencia, no obstante, es sabido que no han podido evitar que algunas estructuras se relacionen a distinto nivel con esta actividad para resolver sus problemas económicos y sus relaciones con bases sociales dedicadas por contagio a la producción de Hoja de Coca.
Sexto. Las primeras en percibir y tener que soportar las arbitrariedades de la estructura fueron las comunidades campesinas que pronto comenzaron a tomar distancia y a construir mecanismos de resistencia y a emprender acciones para enfrentar las arbitrariedades, atropellos y crímenes cometidos por el grupo.
Séptimo. Al parecer la reciente Cumbre de Comandantes de las FARC y el ELN, hizo un balance de las confrontaciones y convoco las aclaraciones pertinentes sobre los distintos incidentes con el propósito de saldar deudas y acabar la guerra entre guerrillas. Esta situación debió haber generado preocupación en «El Tigre» que se vio de repente enfrentado a las posibilidades de tener que resistir a las acciones de las dos organizaciones, lo que debió haber forzado la decisión de desmovilizarse en unas condiciones de mínimas garantías.
El hecho resulta desafortunado, no porque se produzca, pues la desmovilización hace parte de las políticas de seguridad del gobierno y existe una insistente y activa propaganda al respecto, sino por la presencia del presidente en el momento en que se busca ambientar un proceso de paz con el ELN, y en razón de que lo que realmente se desmoviliza es un estructura degradada y delincuencializada.
El Gobierno Nacional y el ELN parecen haberse transado en una confrontación que tendrían un mismo propósito, pero distintas caminos, avanzar hacia una mesa de conversaciones en condiciones demarcadas por las dinámicas de la guerra. A la «retención» del ingeniero Canadiense y los operativos militares en Chitaga, el gobierno responde con la presentación de la desmovilización de una estructura de 30 supuestos miembros del ELN en el Cauca y la Captura de 14 guerrillero y dos responsables de la organización en el Sur de Bolívar.
El anuncio del retiro de la empresa minera canadiense Breaval Mining Corporation y su anuncio de cancelar los títulos de la mina de oro del proyecto Snow en la Serranía de San Lucas en el Sur de Bolívar, por las condiciones devastadoras del mercado, según lo anuncia y no, vaya ironía, por el secuestro de Gernot Wober, vicepresidente de exploraciones de la compañía. Cual quiera que sea la motivación real del anuncio, con el mismo, se abre un camino expedito para que el ELN, libere a Wober y con ello se de curso al reiterativo y vigente ofrecimiento del presidente Santos de dar inicio a una fase exploratoria de conversaciones con esta organización.
Un urgente trabajo de mediación política por parte de la Comisión Facilitadora Civil y La comunidad internacional debe emprenderse para que se produzcan lo más rápido posible, la liberación del canadiense y se de inicio a una fase exploratoria que conduzca a una mesa de conversaciones que en un tiempo prudencial se unifique al proceso en marcha con las FARC.