Enrique Buendía, hace 20 años, uno de los primeros falsos positivos

Quizás cuantas noches he visto salir, la luna radiante por la madrugá´ 
quizás cuantas noches sin poder dormir, a veces con ganas de irme a acostar 
se sufre, se goza y se vive feliz, hay ratos solemnes y otros de agonía 
y muchas veces triste, y así la gente dice, que todo es alegría …

Irónicamente fue el último en convencerse de la necesidad de dejar las armas y el primero en morir apenas iniciando el proceso de paz. El 20 de septiembre de 1993, antes de instalarse la Mesa de Negociación en Flor del Monte, departamento de Sucre, entre la Corriente de Renovación Socialista CRS (disidencia del ELN) y el gobierno del presidente Cesar Gaviria, Enrique Buendía, responsable militar de la CRS viajó a Urabá, vereda de Blanquiset en el municipio de Turbo, junto con otro dirigente, Ricardo González (Evelio Antonio Bolaño Castro) a recoger los combatientes del Frente Astolfo González.

Era un viaje oficial porque el helicóptero era pagado por el gobierno e iban, por razones de seguridad, con el señor Ernesto Parada Malavar, representante de la Oficina de la Presidencia. El 22 de septiembre, cuando estaban en Blanquiset, dialogando con la comunidad y contactando a los miembros del Frente guerrillero se presentaron tres camiones del Ejército Nacional. Aunque el Ejército estaba al tanto del proceso de negociación Buendía quiso explicarle a los soldados su presencia pero sintió su agresividad, intento huir, y al verse acorralado blandió su camisa blanca y gritó que eran de la CRS. En ese momento vio cómo a quemarropa, sin mediar palabra, le disparaban a Ricardo. Después de ser detenido Buendía fue obligado a cargar el cuerpo de Ricardo y en el camino le dispararon por la espalda con su compañero al hombro. Medicina legal dictaminó que fueron muertos a una distancia no mayor a 80 centímetros.

Los noticieros nacionales de la madrugada del 23 de septiembre informaron de la muerte en combate de dos guerrilleros de la CRS en Urabá. Los dirigentes y combatientes que se encontraban en Flor del Monte suspendieron la instalación de la Mesa de negociación lo mismo que los diálogos con el gobierno. Fue por el apoyo de mucha personas y en particular la mediación de monseñor Nel Beltrán y de los sacerdotes Francisco de Roux y Horacio Arango de la Compañía de Jesús quienes contribuyeron a salvar el proceso que finalmente, en contra de los enemigos de la paz, culminó el 9 de abril de 1994.

Carlos Manuel Prada González (Enrique Buendía) iba a cumplir 40 años cuando fue asesinado en Urabá. Perteneció a esa generación de revolucionarios que nacieron en el movimiento estudiantil de la década del 70. Egresado del Liceo Bolívar de Cartagena se vinculó al movimiento campesino de Sucre en lo que se conoció como la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos ANUC – Línea Sincelejo. Así ponía en práctica su opción preferencial por los desposeídos del campo.

 Fue fundador del MIR- Patria Libre cuya influencia estaba en la Sabana de Sucre y Norte de Bolívar. Era una organización político-militar con una incipiente guerrilla. Mas adelante fundaría el frente Astolfo Gonzalez en Urabá y el frente Jaime Bateman Cayón en la sabana de Sucre y Bolívar. Para 1987 esta organización se integró al ELN y Enrique fue uno de los dirigentes del Mir que ingresó a la dirección nacional del nuevo movimiento político- UCELN-. En 1992, las contradicciones sobre la continuación de la lucha armada o las negociaciones de paz como ya lo habían hecho el Movimiento 19 de abril – M19- , el Ejército Popular de Liberación –EPL-, el Partido Revolucionario de los Trabajadores –PRT- y el movimiento indígena Quintín Lame lo condujo, junto a otros dirigentes, a encabezar la disidencia de la Unión Camilista Ejército de Liberación Nacional –UCELN- que se denominó CRS.

No era el comandante guerrillero que imponía su mando militar. Todavía los campesinos de la Sabana lo recuerdan por su sencillez, su amistad y el amor por los vallenatos. “Era un amigo y un padre con nosotros los pelaos combatientes, era un consejero; era un costeño con sabor a ron y al son del vallenato, era un vallenatero, era lo que menos se parecía a un guerrillero” recuerda uno de los combatientes hoy reincorporado a la vida civil. Sus dos vallenatos favoritos eran “La espinita” y “Mi hermano y yo”.

A pesar de las evidencias el caso fue cerrado en agosto de 2000 cuando la Justicia Penal Militar absolvió a los militares implicados quienes argumentaron que las víctimas estaban vestidas con camuflados y portaban armas de largo alcance. La Corte Suprema de Justicia decidió anular esa sentencia, lo que obligó a vincular de nuevo a la investigación a los siete militares que, en principio, resultaron absueltos. Se trata de Néstor Vargas, José Miguel Velandia, Eduardo García, Édgar Tovar, Bernardo Jiménez, Carlos Augusto Martínez y Jorge Restrepo. Para la época de los hechos, los tres primeros ostentaban los grados de capitán, teniente y sargento. Los demás hacían parte de un grupo de soldados.

“Ese fue uno de los primeros falsos positivos o de las ejecuciones extrajudiciales, dijeron que fueron muertos en combate” afirma Antonio López, compañero de Enrique en la CRS, actualmente dirigente político y socio de la Corporación Nuevo Arco Iris.

 Comunicado de la Corriente de Renovación Socialista

La CORRIENTE DE RENOVACIÓN SOCIALISTA lamenta confirmar ante la opinión nacional la muerte de uno de sus voceros y negociadores, el comandante CARLOS PRADA, conocido como ENRIQUE BUENDIA; así como RICARDO GONZALEZ.

Los dos compañeros se encontraban en el corregimiento de Blanquiset, concentrando la guerrilla del FRENTE ASTOLFO GONZALEZ DE LA C.R.S., para su posterior traslado hasta Flor del Monte, sede de la negociación.

Como expresión de nuestra voluntad de paz, los dos compañeros fueron trasladados hasta Urabá, al corregimiento de Blanquiset, en helicóptero, directamente por el Gobierno, lugar este donde según el acuerdo con el Gobierno Nacional debían concentrarse los guerrilleros, previo despeje de la zona para garantizar su llegada.

Violando lo convenido, y cuando la guerrilla estaba llegando, irrumpieron cinco camiones del Comando Operativo del Ejército, abriendo fuego contra los compañeros. Enrique y Ricardo levantaron banderas blancas pero fueron cogidos vivos y asesinados posteriormente a sangre fría.

La Corriente repudia este crimen atroz contra la paz. Responsabiliza al Gobierno y a los militares de estos asesinatos. Suspende la negociación. Condiciona cualquier contacto con el Gobierno a la entrega previa de los cadáveres en Flor del Monte (Sucre). Y convoca a todo el país a convertir el funeral de los compañeros, en este corregimiento, el 26 de septiembre, a las 2 p.m. en una PROTESTA NACIONAL contra los enemigos de la paz.

Flor del Monte (Ovejas), (S), septiembre 24 de 1993 *GABRIEL BORJA, **JACINTO RUIZ.

*: José Aristizábal García, Primer director y socio de la Corporación Nuevo Arco Iris-CNAI- y ex parlamentario de la CRS.
**: Fernando Hernández Valencia, actual director de la CNAI.

Ver el caso: http://www1.umn.edu/humanrts/cases/S63-01.htmlhttp://www.cidh.org/annualrep/98span/admisibilidad/colombia11.710.htm

Canción «Mi hermano y yo»: http://www.youtube.com/watch?v=RYOHlc6ujis

Por: Félix Cuatindoy Guerrero
Oficina de comunicaciones CNAI