Amenazan y atacan a líderes afrocolombianos por su trabajo en defensa de los derechos humanos

El 11 de septiembre de 2013, Diego Luis Balanta de la Asociación Nacional de Afrocolombianos Desplazados (AFRODES ) fue atacado en Cali , Colombia. Un destacado defensor de derechos humanos, el señor Balanta fue tirado al piso por tres hombres y lo llamaron “sapo”. Aunque el Sr. Balanta pudo escapar, se fracturaron dos de sus dedos en el ataque. Él ha tenido que dejar su casa para otro lugar en Cali.

Antes de esto, el señor Balanta había solicitado medidas de protección de la Unidad Nacional de Protección de Colombia (UNP). La UNP rechazó su petición, declarando su nivel de riesgo como “ordinario”.

El 24 de septiembre de 2013, la oficina nacional de AFRODES recibió una llamada amenazante en la que se le dijo que iban a matar a miembros de AFRODES. Estas últimas amenazas vienen después de una serie de amenazas y ataques contra miembros de AFRODES por todo el país que con mucha frecuencia reciben amenazas por su trabajo en defensa de las víctimas del conflicto armado colombiano.

Además, estos ataques vienen sólo dos semanas después de que el Departamento de Estado de EE.UU. “certificó” Colombia, confirmando que este país está cumpliendo con sus requisitos de -entre otras cosas- proteger a los defensores de derechos humanos, que es una condición para recibir la ayuda militar. Si bien Colombia está en el proceso de “mejorar el respeto de los derechos humanos”, debe tomar acciones concretas para proteger a los líderes afrocolombianos y asegurar que se investiguen exhaustivamente las amenazas y los ataques.

La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), Global Rights y AFRODES USA insta que el Departamento de Estado exija al gobierno colombiano la adopción de las medidas necesarias para asegurar que los responsables estén llevados ante la justicia. Hasta que ocurra eso, la UNP debe proporcionar las medidas individuales necesarios para proteger a los miembros de AFRODES y trabajar con las autoridades competentes para desarrollar el marco jurídico necesario para implementar las medidas colectivas .

Actualmente, 120 líderes y lideresas de AFRODES están bajo amenaza, y muchos de ellos no han recibido medidas adecuadas de la UNP. Estas últimas amenazas y ataques representan la continuación de los esfuerzos concertados para hacer fracasar el trabajo de AFRODES. El gobierno colombiano debe tomar acciones concretas para garantizar la protección y la justicia para los miembros de esta organización.

Ver declaración original:

http://www.wola.org/sites/default/files/Colombia/AFRODES%20comunicado%209.30.13%20ESP.pdf