Con plazos fijos, el gobierno debe proponer un plan que resuelva el problema de la electricidad en la Costa

Intervención del senador Jorge Enrique Robledo en el debate al ministro de Minas y Energía sobre el tema de la energía eléctrica en la Costa Atlántica, Comisión Quinta del Senado, 24 de septiembre de 2013.

Se multiplican las protestas en la Costa. El Caribe carga con el 92% de la subnormalidad eléctrica del país. En las tarifas, alzas del 12% por encima de la inflación. 200 mil familias al borde de perder sus propiedades por deudas con Electricosta y Energía Social, de la trasnacional Gas Natural Unión Fenosa. Prácticas aberrantes para tumbar al usuario. La energía prepaga, con la que las empresas nunca pierden. 91 ciudadanos electrocutados en tres años. Apagones continuos que dañan los electrodomésticos. La Superintendencia no sirve. Abultadas ganancias y pésimos servicios. Subsidios enormes. Liquidaciones y tarifas fraudulentas. Tasas de retorno de hasta 30 y 60%. En la Costa se constituyó el Movimiento de los Indignados. Si el presidente Santos gobierna mal, el Polo está del lado de la gente, que no quepa la menor duda. La propuesta del Polo: que el gobierno defina un plan con compromisos y fechas.

Lo que está pasando en la Costa Atlántica con la energía eléctrica es absolutamente inaceptable, señor ministro Amylkar Acosta. Casi increíble que sucedan estas cosas. No son aceptables por ningún lado por el que se miren. No hay que ser costeño para sufrirlas. Aprovecho para decir a los habitantes del Caribe que somos muchos los cachacos que los queremos y que vemos el país a través de los mismos ojos con los que ellos lo miran. Pero estos hechos suceden precisamente porque son de allá. Tengo mis dudas de que algo parecido pudiera darse en otros sitios de Colombia. Voy a entrar en algún detalle para mostrar cuál es el drama.

Empiezo mostrando una noticia de El Heraldo, de Barranquilla, fechada hace dos días y a la que le doy mucha importancia. El diario publica la lista de las protestas que están dándose en el departamento del Atlántico. Dice que en 2012, las movilizaciones ciudadanas de todo tipo, como asambleas, concentraciones, paros, marchas y bloqueos, pasaron de 33 a 44. Los solos bloqueos, una forma de protesta dura, de 21 a 24, entre el año pasado y este año, y al 2013 le faltan todavía tres meses. Vías afectadas por bloqueos, 24; conflictos en municipios, 44. No voy a entrar en los detalles, pero señalo, primero, que casi todas las protestas, según la policía, son por electricidad.

Cuando la gente protesta, por qué lo hace. Es parte del debate, porque hay dos grandes teorías. Una, porque la gente es boba y se deja manipular por unos cuantos agitadores, una teoría a mi juicio absurda. Y la otra, según la cual un paro es algo así como la punta de un enorme iceberg de descontento social. Cuando uno ve a cien personas protestando en una calle, con todo lo difícil que es, al sol y al agua y enfrentando a la policía e incluso la muerte, porque hay muertos, no puede menos de pensar en cuántos más que son solidarios y están también dolidos pero que no se atreven a salir porque les da, literalmente, miedo. Le llamo la atención al gobierno. En la Costa Atlántica se está gestando un pleito social de proporciones supremamente grandes, es la impresión que tengo. La tenía desde antes de hacer los estudios para este debate, pero ahora con mayor convicción.

Subnormalidad y alza de tarifas

Intentemos explicar qué es lo que pasa, para que el día de mañana lo sepan los colombianos. De entrada hay un ingente problema de subnormalidad, el peor en Colombia. La Costa carga con el 92% de la subnormalidad eléctrica del país, algo absolutamente increíble. Subnormalidad ¿qué significa? Que la familia carece de servicio de energía o que cuenta con conexiones inadecuadas a las redes de las empresas que detentan el negocio. 92% en siete departamentos de Colombia, cada uno más importante que el otro.

¿Qué pasa con la vida de los usuarios? Voy a mirar varios problemas que mortifican a estos compatriotas, como también a otra mucha gente en Colombia, porque no es que las demás regiones sean el paraíso. Lo que pasa es que en ellas no es tan grave la situación. Primero, hay un gravísimo problema de tarifas. Infortunadamente, hubo dificultades en mi oficina para acopiar todas las cifras, pero les doy este dato: entre 2006 y 2010, las tarifas de Electricaribe subieron 12% por encima de la inflación. La gente está comiendo menos, vistiéndose menos para poder pagarlas. Conseguimos, sí, las cifras de cómo han aumentado los ingresos de las empresas por la vía del aumento de las tarifas. Pero aún no tenemos la precisión de cuánto paga el usuario, porque el valor está oculto tras los subsidios, a los que me voy a referir más adelante. De todos modos les voy a dar cifras para que ustedes vean la escalada, casi inverosímil, que han experimentado los ingresos de las empresas. Estrato 1, 1995, 33 pesos el kilovatio. 2012, 305 pesos/kilovatio. La comparación da un incremento, descontada la inflación¸ del 665 por ciento, una locura. Una parte no la está pagando el usuario porque hay unos subsidios, pero es seguro que una parte muy importante sí. Que sean 50, 70, el ciento por ciento, pónganles a los subsidios lo que quieran y podemos estar hablando de unos incrementos bárbaros. Estrato 2, de 35 pesos a 310 pesos. Estrato 3, de 46 a 327. Estrato 4, de 63 a 325. Cuanto más bajo el estrato, más alto el porcentaje del incremento. Contrasta el incremento del estrato 1, del 665 por ciento de variación real, con 19 por ciento en el estrato 6. Aclaremos que el estrato 6 ya estaba muy alto cuando empezó la política de privatización.

Pero ojo, las medidas se descargan contra unos usuarios pobres y requetepobres, desempleados, en el rebusque, vendiendo bolis, vendiendo cubetas de hielo, que pagan las tarifas comiendo menos, vistiéndose menos, teniendo menos salud, recreación y educación. Es un panorama de una gravedad inmensa. Lo que genera por reflejo otras consecuencias: deudas de los usuarios en Energía Social, la empresa de los más pobres, y en Electricaribe, la de los usuarios más normales, ambas de Unión Fenosa, una trasnacional española de gas natural. Más adelante explicaremos por qué las separaron. En Energía Social la deuda impagable de los usuarios es de 183 mil millones de pesos, usuarios que están además al borde de perder sus casas o casalotes. Y la deuda con Electricaribe tampoco es de menor cuantía. No la tengo discriminada, pero es de 1.8 billones de pesos.