Toño López: “La corrupción debe elevarse casi a la categoría de un delito de lesa humanidad”

Ha sido un trabajador incansable en búsqueda de  la paz. Su vinculación a los movimientos sociales y sus luchas lo sensibilizaron para comprender que las armas no eran el camino y  que a pesar de todas las dificultades y peligros, la lucha en el marco de la democracia permite que los diversos sectores de la sociedad colombiana participen en política para así lograr las transformaciones sociales que urge el país.

Su trasegar político lo condujo a estar presente en varias agrupaciones  como el Movimiento Político “A Luchar” el Frente Social y Político, el  Partido del Socialismo Democrático, el Polo Democrático Independiente (PDI), Polo Democrático  Alternativo (PDA), el Partido Verde y hoy la Alianza Verde. Su anhelo es que la Alianza Verde obtenga una de las más altas votaciones, que se traduzca en un buen equipo para el trabajo legislativo desde el Congreso.

Es un Monteriano adoptado en Bogotá desde 1987. Ex presidente y socio de la Corporación Nuevo Arco Iris. Antonio López   presenta  su candidatura al Senado de la República y en este diálogo expresa su visión política  que  aspira a volver  realidad desde el Parlamento, con el voto de un buen número de colombianos.

¿Por qué  votar por Antonio López el 9 de marzo?

El congreso que se elige el 9 de marzo es el primer congreso de la transición entre un periodo de guerra a un periodo de paz, es el primer congreso del post conflicto.  Yo soy un hombre que viene de un proceso de paz y con nuestra experiencia hemos aportado a la construcción de  la paz.

El eslogan de su campaña es  ¡Colombia sin pobreza si se puede!, ¿cuáles serían las principales acciones para volverlo  realidad?

Firmado como es nuestro anhelo el cierre del conflicto armado que se está tramitando en las negociaciones entre Gobierno y FARC en la Habana,  Cuba,  hay una  modificación de la agenda,  el centro de la agenda política  del  país  estaría  en resolver los problemas del desarrollo.  Ha existido un diseño de la economía que ha arruinado al campo,  que está arruinando la industria,  de tal  manera  que  la  primera  tarea  en  la  legislación  del Congreso que se viene es una tarea de eliminar la exclusión,   que a juicio mío es la madre  de  todas  las  tragedias.…

¿A qué se refiere con la formalización laboral?

Creo que lo que se necesita es construir una política que garantice la estabilidad laboral, que termine con la tercerización del empleo y con todas esas empresas intermediadoras que solo contribuyen a la disminución del ingreso laboral. Hay que garantizar un salario básico.

¿Cómo concibe  el salario básico?

El salario mínimo no  garantiza la sostenibilidad  familiar. El salario básico  será un salario justo  indispensable para mantener  un nivel de subsistencia  decoroso. Hoy el salario mínimo es una vergüenza.

 ¿Cómo ve al  movimiento sindical y social para enfrentar el post conflicto?

El movimiento social, sindical, las Ongs deben entender que el post conflicto es un cambio de escenario donde este tipo de organizaciones van a jugar roles diferentes, tendrán que vincularse al desarrollo con una mentalidad productiva y proactiva. Se necesita una restructuración política,  organizativa y de funcionamiento de nuestros movimientos sociales para que asuman una agenda integrada más al desarrollo que a la oposición y a la contesta social y reivindicativa.

Hay un tema que  es muy sensible para la sociedad colombiana y es precisamente el de las drogas ¿Cuál es su visión  con relación a ese punto?

La derrota y el fracaso mundial de las políticas antidrogas liderada por los Estados Unidos es  el fracaso de nuestra élite para afrontar el tema de las drogas. Hay países y liderazgos mundiales que han expresado y constatado  el fracaso de esas  políticas antidrogas,  de tal manera que lo que se requiere es una rectificación de fondo.

Por ejemplo la ley 30, que versa sobre el tema de drogas y estupefacientes, es un rosario increíble de gramos contra cárcel.  Nunca había visto una ley tan mal diseñada, es un código penitenciario absolutamente atrasado, obsoleto. La ley 30 hoy por hoy expresa y resume el más contundente fracaso de la ley antidrogas. Es un código punitivo inútil. …

En relación con la campaña ¿cómo ve esta forma de hacer política? ¿Cuáles son las dificultades más notorias?

Las costumbres políticas de  mano de los partidos tradicionales no han  cambiado, son las mismas costumbres históricas que han depredado la política. Nos encontramos con unas organizaciones y con unas estructuras que hacen uso ilegal del poder que le confiere la burocracia del Estado. Es un Estado en donde colocan el empleo público al  servicio de sus campañas electorales, que ponen la inversión presupuestal de importantes áreas de la inversión social como elementos de campaña.

¿O sea que la corrupción es el enemigo a combatir en el post conflicto?

Creo que tendríamos que elevar la lucha contra el delito de la  corrupción administrativa, la apropiación indebida de bienes públicos casi a la categoría de un delito de lesa humanidad;   propondría entonces que las penas esas que están por doquier en el código de estupefacientes en la ley 30, se las apliquemos, multiplicándolas por cuatro, a los ladrones de cuello blanco con penas severas inconmutables,  sin acceso a beneficios de rebaja de pena, que ensayemos una legislación entre 10 o 15 años transitoria, que sea ejemplarizante, que disuada a quienes están apropiándose de los dineros públicos. …

En esta coyuntura entonces, ¿el apoyo es total a Petro?

Aquí el problema no es apoyar a Petro o no, el problema es la defensa de   la democracia.  Lo que se ha hecho es un atentado de gravísimas y funestas consideraciones y así lo entendió la ciudadanía. Si se deja pasar sin pena ni gloria este suceso significa ni más ni menos una invitación a las nuevas generaciones a la deslegitimación de la democracia. …

Ver entrevista completa: http://issuu.com/arcoiris.com.co/docs/to__o3