Desde hace ocho días un incendio consume las selvas del Chocó. Animales como el oso perezoso, la tortuga hicotea, el mono tití y la iguana han muerto a causa de las llamas. Plantas nativas y de uso medicinal se han calcinado, al igual que los manglares y árboles de nogal. Cerca de cinco mil hectáreas han sido arrasadas por las llamas.
El alcalde de Unguía, Víctor Gómez dijo a Kienyke.com que esperó durante toda la mañana un helicóptero que, según la Fuerza Aérea, llegaría hacia las 11.00 a.m. de este jueves 20 de marzo. Algo que no ocurrió. Siguen esperando mientras las llamas no se detienen y continúan ganando terreno en la selva.
“No hemos recogido ningún animal vivo. Todos están muertos”, dice Wilmer Garcés Durán, coordinador de la oficina de riesgos del municipio de Unguía. Garcés, quien ha vivido toda su vida en la zona, jamás vivió una tragedia semejante. Con los mínimos recursos, ha tratado de mitigar el incendio. Pero es imposible. Garcés asegura que las primeras llamas se produjeron el 9 de marzo y desde entonces han solicitado, desesperados, la asistencia al gobierno: “No hemos recibido ninguna ayuda”.
El sábado, un helicóptero del Departamento Administrativo del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación de Desastres (DAPARD) de Antioquia sobrevoló la zona afectada para luego informar las coordenadas a los militares. Desde entonces, nadie a llegado a la zona.
Garcés explica que la única forma de mitigar el incendio es por medio de un helicóptero: “El terreno es de humedales. Uno trata de entrar y de inmediato se entierra”.Agrega que les han dado muchas excusas: “Dicen que no hay helicópteros disponibles, que están en zonas de combate…Todos los días dicen lo mismo, que hoy mandan un helicóptero. Pero nada. No llega. Mientras tanto, el incendio sigue arrasando la selva”. (Vea el informe de las características del incendio)
El aislamiento geográfico de Chocó ha contribuido a que esta región tenga una de las selvas más peculiares de cuantas existen. Al parecer, según el investigador Alwyn Gentry, contienen “la proporción más elevada de endemismo específico de todo el continente”. Expertos ambientalistas han manifestado que los árboles nativos de las selvas chocoanas, que no se regeneran naturalmente, requieren ochenta años para lograr su desarrollo definitivo y pueden vivir unos doscientos.
Las llamas amenazan a los municipios de Unguía, Palo Blanco, Marriaga, Arquía y Tumaradó. Además del parque nacional Los Katíos, declarado Patrimonio Mundial Natural y Reserva de la Biosfera por la UNESCO por su importancia en el intercambio de fauna y flora entre Centro y Suramérica.
Se tienen tres hipótesis del origen del fuego. La primera tiene que ver con un incendio menor que hace diez días afectó a una población cercana al incendio actual. Como este fue controlado de manera artesanal, se cree que tomó fuerza y se extendió.
La segunda es que un grupo de campesinos, quienes queman un territorio cercado en la rivera de los ríos en épocas del año donde no llueve para sembrar maíz o arroz, perdieron el control de las llamas. Otra hipótesis asegura que es resultado de un acto criminal.
“Por efecto de la quema, el terreno pierde fertilidad y un sin número de micro-organismos que contribuyen al sostenimiento del equilibrio de dicho ecosistema. Además, estos humedales son las zonas donde se reproducen las especies acuáticas tales como, crustáceos, peces, reptiles, mamíferos como: micos, chigüiros entre otros”, dice un informe publicado por la alcaldía de Unguía.
Mientras una de las selvas más ricas y frágiles del mundo es consumida por las llamas, en Unguía siguen esperando, ansían con ver en el cielo el helicóptero que les han prometido. “Ahora dice que llegará a las cinco de la tarde”, dice Sánchez, seguro de que no vendrá.
Tomado de: http://www.kienyke.com/historias/arde-el-choco/