Víctimas inconformes por posible libertad de Isaza

Ramón Isaza, hoy con 73 años, podría quedar en libertad en los próximos meses tras cumplir 8 años en prisión como postulado a la Ley de Justicia y Paz. Hizo parte de las negociaciones con el Gobierno para la desmovilización de las Auc
Ramón Isaza, hoy con 73 años, podría quedar en libertad en los próximos meses tras cumplir 8 años en prisión como postulado a la Ley de Justicia y Paz. Hizo parte de las negociaciones con el Gobierno para la desmovilización de las Auc

Más de cinco mil víctimas dejó la violencia de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio en varias regiones. Su máximo jefe, Ramón Isaza, uno de los primeros paramilitares, podría recuperar su libertad tras cumplir ya 8 años en prisión.

El tiempo pasado en prisión es el mismo de la condena dictada la semana pasada en su contra por el Tribunal Superior de Bogotá. La misma sentencia aplica para su hijo Oliverio Isaza Gómez, y tres cabecillas más de frentes del mismo bloque de las Auc: Luís Eduardo Zuluaga Arcila, Walter Ochoa Guisao y John Fredy Gallo Bedoya.

Cerca de un centenar de hechos entre homicidios, torturas, desapariciones, desplazamientos y reclutamientos de menores sustentaron la condena, que según la sentencia, es de 40 años de prisión por la gravedad de los crímenes. Pero como desmovilizados y postulados a la Ley de Justicia y Paz fueron beneficiados con la pena alternativa.

La posibilidad de que Ramón Isaza recobre la libertad por pena cumplida provoca malestar en las víctimas del bloque paramilitar, que consideran que no ha sido efectiva su confesión y cooperación con la verdad y reparación.

Testimonios de víctimas
Teresita Gaviria, conocida por su labor como presidenta de la Asociación Madres de la Candelaria, es una de las víctimas de los paramilitares de este bloque, que el 5 de enero de 1998 retuvieron a su hijo Cristian, de 15 años. Ocurrió en Doradal, un corregimiento del municipio antioqueño de Puerto Triunfo.

La líder relata: «lo bajaron del vehículo junto a otros muchachos para reclutarlos y por testimonio de gente de la zona lo habrían matado. He buscado saber la verdad de lo que pasó con mi hijo y la respuesta que me dio un paramilitar fue que no sabía si era uno de los que habían desmembrado o arrojado al río Magdalena».

Y agrega que esa deuda pendiente «la comparten por lo menos 100 víctimas de nuestra asociación. Él no ha colaborado lo suficiente para encontrar fosas con desaparecidos como los que plagiaban en la autopista Medellín-Bogotá y por eso creemos que no eran merecedores de la pena alternativa».

Con ella coincide el congresista electo y abogado de víctimas, Alirio Uribe Muñoz. «No ha hecho ninguna colaboración eficaz en el esclarecimiento de los crímenes que se imputan y no debería dársele beneficios de Justicia y Paz».

Ramón Isaza es uno de los llamados «señores de la guerra» en Colombia. Durante el proceso judicial la Fiscalía corroboró con los paramilitares y el propio jefe paramilitar que en 1978 conformó un grupo de campesinos para «defenderse» de la guerrilla que «secuestraba, robaba los animales y extorsionaba».

Luego sobrevivió a las disputas con el Cartel de Medellín y en los años noventa unió su grupo a las autodefensas del clan Castaño.

Tomado de: http://www.elcolombiano.com/bancoconocimiento/v/victimas_inconformes_por_posible_libertad_de_isaza/victimas_inconformes_por_posible_libertad_de_isaza.asp