En contadas horas, Villavicencio será epicentro del primero de cuatro foros que Naciones Unidas y la Universidad Nacional tienen el encargo de realizar para escuchar la voz de las víctimas. Se trata de una especie de audiencias públicas para abrir el proceso de La Habana a la participación de quienes han sido víctimas directas e indirectas de 50 años de conflicto armado. El fin último es que lo que allí se discuta llegué a la Isla y sea tenido en cuanta por el Gobierno y por las Farc para garantizar el acceso de las víctimas a sus derechos.
En 50 años de enfrentamiento armado, el abanico de las víctimas es amplio y uno de los primeros retos de las organizaciones a cargo de estos foros es garantizar la participación real y efectiva del mayor número de víctimas posibles.
Un documento interno de las Naciones Unidas señala los dos objetivos de esta convocatoria. El primero, recibir y sistematizar las propuestas de las víctimas y de la ciudadanía sobre este tema teniendo en cuenta la declaración de principios dada a conocer por la Mesa de Conversaciones el 7 de junio pasado. El segundo, constituir un espacio para el reconocimiento de los derechos y la dignificación de estos colombianos.
El primero de los foros se realizará el viernes 4 y sábado 5 de julio. Los departamentos convocados son Meta, Caquetá, Guaviare, Vichada, Guainía, Vaupés, Casanare, Amazonas, Cundinamarca y Bogotá. Diez regiones en total, pues Bogotá por ser distrito capital se considera independiente del departamento de Cundinamarca. Por el carácter regional de este primer foro no se invitarán a participar a las plataformas de carácter nacional con asiento en Bogotá. Estas tendrán representación en el Foro Nacional que se realizará como cierre del periplo, el 5 y 6 de agosto en Cali, Valle del Cauca.
Villavicencio, epicentro de una de las regiones que históricamente ha sufrido la violencia guerrillera, paramilitar y también oficial, hay que decirlo así, permitirá medir la temperatura en este espinoso tema en el que la tensión entre la justicia y la paz está latente y no resulta.
Naciones Unidas y el Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la Universidad Nacional han anticipado que tienen previsto asegurar una participación en la que se les dará prioridad a las víctimas directas, a aquellas que hayan sido afectadas por las acciones más recurrentes y atroces en 50 años de conflicto, a las víctimas de los sectores poblacionales más victimizados y a las mujeres. Al menos el 50 por ciento de los participantes en cada uno de los cuatro foros se prevé será de mujeres.
En la actualidad hay 6’500.000 víctimas registradas; de las cuales 5.500.000 son desplazadas; casi 3.500.000 son mujeres, y 5.000 son víctimas de violencia sexual.
En este sentido, en entrevista con el proyecto Reconciliación Colombia, Paula Gaviria, a cargo de la Unidad de Víctimas, dijo que “hay una multiplicidad de voces que querrán ser oídas y hay que buscar mecanismos para que estas diversas voces lleguen y sus propuestas sean tenidas en cuenta”.
Además, y dado que el diálogo de La Habana es con las Farc, Gaviria señaló que esta será una muy buena oportunidad para que las Farc escuchen a las víctimas de sus acciones, “que son las que tendrán más que decirles y más que preguntarles”, por lo que el Estado y la sociedad deberán rodear a las víctimas para que puedan expresarse.
A su vez, y dado que la contraparte es el Estado, podría predicarse lo mismo con respecto a las víctimas de Estado, muchas de las cuáles no están articuladas por su propia decisión, y quizá por obvias razones, a la estrategia estatal en este frente.
Al respecto, Gaviria, funcionaria encargada de la implementación de la Ley 1448, señala que “la declaración (del 7 de junio) dice: ‘El Gobierno Nacional y las Farc-Ep hemos acordado lo siguiente’. Es más que evidente que el Estado está comprometido con ese reconocimiento. Lo está desde la sanción que el Presidente hizo de la Ley de Víctimas”.
Así, con una alta expectativa de que los foros incidan en las decisiones de La Habana, las víctimas acudirán esta semana a Villavicencio; el 10 y 11 de julio a Barrancabermeja; el 17 y 18 de julio a Barranquilla y el 5 y 6 de agosto a Cali.
En Barrancabermeja tendrán representación las víctimas de Antioquia, Norte de Santander, Santander, Arauca, Boyacá, sur de Bolívar y Cesar, en su área del Magdalena Medio.
En Barranquilla tendrán asiento las víctimas de San Andrés y Providencia, Guajira, Magdalena, Atlántico, Córdoba, Bolívar, Sucre y Cesar. Los organizadores han comentado que estarán presentes representantes de los municipio de Bolívar, Sucre y Cesar que NO estuvieron en el foro de Barrancabermeja.
Y a Cali irán víctimas de Chocó, Valle del Cauca, Cauca, Nariño, Putumayo, Tolima, Caldas, Risaralda, Quindío y Huila. Allí también acudirán los representantes de los tres foros regionales y de las plataformas nacionales.
Las víctimas que irán a La Habana
Mientras tanto, ya hay definidas al menos 15 de las víctimas que acudirán a La Habana. Estas salieron por votación de un proceso interno llevado a cabo en la Mesa Nacional de Víctimas, que se reunió de manera extraordinaria entre el miércoles 18 de junio y el viernes 20 de junio pasados en Bogotá.
Estas víctimas están finalizando la discusión de un documento que presentarán ante el Gobierno y las Farc como fruto de las discusiones de la Mesa Nacional de Víctimas, instancia creada por la Ley 1448.
A estas víctimas se les unirán aquellas que no están articuladas por esta Ley, como las organizaciones de Víctimas de Crímenes de Estado y otras víctimas directas de las Farc.
En principio, no se descarta que ambos procesos se cumplan de manera simultanea. Es decir, que mientras se desarrollan los cuatro foros en Colombia, las partes estén recibiendo a esta delegación de víctimas en La Habana.
En todo caso, la Mesa de Conversaciones tendrán los insumos que le entregue esta comisión que directamente se reunirá con ellos en la isla y los que las Naciones Unidas y la Universidad Nacional les hagan llegar a medida que transcurran los foros. Está previsto que una semana después de cada foro regional, las partes recibirán insumos parciales de las discusiones. Y que luego de 15 días de concluido el foro nacional en agosto, las partes recibirán la sistematización general de las discusiones regionales y la nacional. Además los organizadores han dicho que absolutamente todas las propuestas recibidas serán entregadas a la Mesa de Conversaciones.
La Mesa Nacional de Víctimas creada por la Ley 1448 está integrada por víctimas de los distintos hechos victimizantes (hechos contra la vida y la libertad; contra la integridad física y sicológica; desplazamiento forzado y violencia sexual) y por los enfoques diferenciales (mujeres, jóvenes, étnias, discapacitados, adultos mayores y población LGTBI). Además es la instancia mayor de 911 mesas municipales y de las 32 mesas departamentales.
El documento que esta Mesa llevará a Cuba tiene como centro la consideración de que la Ley de Víctimas NO se negocia. Por consiguiente, lo que quieren es que esta se cumpla e incluso se amplíe. “Si se da la paz, entonces se dará la paz en las regiones. Por consiguiente, la restitución de tierras, los retornos, las reubicaciones, entre otros derechos, pueden fluir mucho más –dice Gabriel Bustamante, subdirector de Participación de la Unidad de Víctimas- y agrega: “Puede, incluso, conllevar a una policía más cívica y comunitaria que preste seguridad a estos procesos”.
Sin duda, la discusión que se dé sobre este tema será central para avanzar en la reconciliación del país. Hace apenas unas horas, el jefe del Equipo Negociador del Gobierno, Humberto de la Calle Lombana, anticipó que “el objetivo de la aplicación de justicia transicional es afianzar el Estado de Derecho”. “No es lo contrario”, afirmó enfáticamente, quizá porque son muchos los contradictores de este proceso.
Y advirtió De la Calle: “Lo que sí no puede pasar, es que lleguemos a un acuerdo en La Habana y que aquí no logremos los consensos necesarios para que logremos pasar a una etapa de posconflicto”.
Tomado de: http://www.reconciliacioncolombia.com/historias/detalle/ahora-si-llego-la-hora-de-las-victimas