En medio de la coyuntura de paz que se vive en Colombia, muchas son las opiniones, venidas desde los diferentes sectores, sobre los diversos aspectos de los diálogos en la Habana y la anhelada paz, todas sin lugar a dudas válidas. En ese abanico de miradas reflexivas y críticas han crecido en silencio las narrativas de las mujeres excombatientes.
La Red Nacional de Mujeres Excombatientes le apuesta a la construcción de la paz a través de la memoria colectiva que construyen de su participación en grupos clandestinos e insurgentes que firmaron Acuerdos de Paz entre los años 1990 y 1994. Movimiento 19 de Abril, M-19; Ejército Popular de Liberación, E.P.L.; Partido Revolucionario de los Trabajadores, P.R.T.; Movimiento Indígena Armado Quintín Lame y Corriente de Renovación Socialista, C.R.S. Un propósito político encaminado a darle viabilidad a una Nación justa, incluyente, democrática y en paz.
El proyecto que surge como respuesta a la aún “silenciada participación de las mujeres” en la construcción de los procesos centrales de la sociedad, es un compromiso de más de 50 mujeres que quieren contarle al mundo y al país su historia insurgente. Considerando que son hechos que hace parte de la memoria histórica del país y es necesario afrontarla.
“La tranquilidad anhelada por el pueblo no puede consolidarse sin las miradas de las mujeres que se han comprometido por una sociedad justa y equitativa”, asegura una de las mujeres del colectivo. Su retrospección al pasado, y proyección desde el presente hacia el futuro aporta a la construcción hace parte de un capitulo fundamental para pensar la paz en Colombia.
Por eso también se han mostrado positivas ante la voluntad política del Gobierno Colombiano y la guerrilla de las FARC y el ELN para entablar diálogos, al considerar que son caminos que se abren “hacía una paz pronta, duradera y con justicia social”.
Para sistematizar sus vivencias las mujeres crearon la Revista la 13, un anhelado instrumento de comunicación constituido luego de varios años de esfuerzo en medio de persecuciones que pretendieron detener la visibilización de los procesos de las ex – combatientes. “En estas dos décadas, nosotras hemos mantenido la palabra empeñada y nuestro compromiso por la paz sigue intacto, a pesar de quienes agencian proyectos militaristas, antidemocráticos y excluyentes que nos violentan”, han dicho recientemente en un comunicado.
«La 13 o la mujer síntesis»
La 13, por nombre, por la concepción enigmática, ancestral, pero sobre todo porque es el número de la mujer sentada junto a Jesús conocida en las escrituras como María Magdalena, la dama rebelde y mala; el número maldito del cristianismo patriarcal. “En tal sentido, ella La trece, es la que nos refleja a todas las mujeres que hemos caminado por lugares y momentos de los tiempos de las revoluciones humanistas”, se lee en la página web.
Una revista que se ha convertido en el espacio para una polifonía de voces de mujeres que estuvieron alzadas en armas y ahora creen en la paz, desde una decisión política humanista, creadora y transformadora.
La 13, también, como una iniciativa de periodismo ciudadano, que lee las realidades y las vidas “de mujeres, hombres, gente joven, de todos los sexos, pueblos, clases y todas las divisiones que tiene nuestra variada y compleja sociedad”, frente a la inclusión social, la diversidad, la justicia social, el amor y la libertad. “Estamos convencidas de que para transitar la paz Colombia necesita una ciudadanía activa”, indica Taina Trujillo colaboradora de la Revista.
En el momento la Red Nacional de Mujeres Excombatientes trabaja sobre dos líneas. La memoria y las comunicaciones, atravesadas por la política y la condición de género. Su labor se extiende a lo largo y ancho del país (Regionales Centro, Norte, Sur Occidente, Sur y Nororiente).
Fotografía principal: German Montes para Revista la 13