Por dos semanas, el proceso de paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc estuvo en vilo. Los secuestros del General Ruben Darío Alzate, la abogada Gloria Urrego, el Cabo Jorge Roriguez y dos soldados profesionales, llevaron al Presidente a suspender provisionalmente las negociaciones.
Pero ante la presión nacional e internacional, y tratando de mostrar su compromiso con el proceso, la guerrilla liberó a los cinco en dos operativos que se llevaron a cabo en menos de seis días, un hecho que destraba un proceso que está avanzado, a pesar de que en Colombia las acciones violentas no cesan y confunden a la opinión (lea el análisis de Reconciliación Colombia acerca de cómo serán las nuevas condiciones en la mesa de negociaciones).
Aunque con las liberaciones y la reanudación del proceso de paz se acaba este episodio, que se extendió por dos semanas, las cifras de varias entidades dan a entender que los secuestros siguen siendo una realidad en el conflicto armado colombiano y en el accionar de las Farc.
La Fundación País Libre, por ejemplo, dice que en lo corrido de 2014, las Farc han cometido cerca de 25 secuestros, una cifra que la guerrilla niega y explica diciendo que es una campaña de desinformación.
Pero la Fundación País Libre, no es la única: El senador del Centro Democrático Alfredo Rangel, dice que en los dos años de proceso de paz, la guerrilla ha secuestrado a 59 personas, entre civiles y militares. Cifras que sustenta en estudios del Ministerio de Defensa.
Por eso, parece claro que a pesar del compromiso de no volver a secuestrar, por lo menos de forma extorsiva, las Farc lo siguen haciendo, aunque en menores proporciones. En ese sentido, voceros de la Fundación País Libre le dijeron a la Revista Semana que puede que muchos de esos secuestros sean de ruedas sueltas de la organización (ver confidencial).
Pero más allá de las personas que al parecer han sido secuestradas durante el proceso de paz, que es una situación que el Gobierno y la guerrilla deben aclarar ahora que vuelven a la mesa, la preocupación de muchos va más allá: ¿qué pasó con los secuestrados que la guerrilla se llevó hace varios años y nunca devolvió?
Según La Silla Vacía, el Mayor General Luis Mendieta, quien estuvo 12 años en poder de las Farc, calcula que hay cerca de 500 militares y policias de los que no se volvió a saber nada, luego de ser plagiados por la guerrilla.
Pero la cifra más grande la tiene el periodista Herbin Hoyos, reconocido por el programa ‘Las voces del secuestro’, en el que los familiares de los secuestrados les envían mensajes cada semana. Él, en conjunto con familiares de secuestrados, conformo la organización ‘Los qué faltan’, que tiene una base de datos con cerca de 3.200 secuestrados que nunca volvieron, y que hoy ya son considerados ‘desaparecidos’.
Es el caso de Ismaél Marquez, quien fue secuestrado el 11 de febrero de 1999. Su familia no sólo recibió llamadas extorsivas de un hombre que se identificó como guerrillero del frente 51 de las Farc, sino que también recibieron ayuda de Jaime Garzón, periodista asesinado por los paramilitares, quien alcanzó a intermediar por la liberación, que nunca se dio (ver entrevista en El Espectador).
Hoy, los Marquez no saben nada de su hijo. Pero siguen sospechando que esta vivo y en poder de la guerrilla.
Un delito atroz
Y es que, según el Centro Nacional de Memoria Histórica, las Farc son el grupo armado que más ha secuestrado en la historia del país, pues fueron los responsables del 37 por ciento de los 39.058 plagios cometidos entre 1970 y 2010. De hecho, el secuestro fue el delito que más deshumanizó a la guerrilla y el que hizo que la población colombiana se terminara de poner en contra de su lucha armada.
Los colombianos no olvidan el año 2000, en el que fueron secuestradas 3.706 personas –un promedio diario de 10 secuestros–. En ese entonces, cientos de inocentes fueron plagiados en pescas milagrosas, mientras que un grupo de políticos y militares fueron mantenidos por más de una década en cautiverio, con cadenas amarradas al cuello.
Por eso, cuando las Farc anunciaron en febrero de 2012 que abandonaban la práctica del secuestro extorsivo, el país celebró la decisión. Y ese fue parte del impulso necesario para que ese mismo año arrancara el proceso de paz en La Habana.
Por eso, los secuestros de estas últimas semanas volvieron a poner en el radar de la opinión pública uno de los actos que más miedo, rechazo y malos recuerdos le trae al país. Y a pesar de haber parado por dos semanas un proceso que va avanzando, el episodio sirvió para que los colombianos volviera a poner sus ojos en los otros secuestrados, que muchas veces parecen olvidados.
Lo cierto es que no se puede firmar la paz sin que se sepa que paso con los que se llevaron y nunca devolvieron y sin que haya claridad sobre cuántos se han llevado durante los dos años del proceso de paz. Si hay una verdadera voluntad de reconciliación, ese debe ser el siguiente paso en un eventual proceso de desescalamiento del conflicto. Ya es hora de que se empiece a saber la verdad.
Tomado de: http://www.reconciliacioncolombia.com/historias/detalle/576/-y-los-otros-secuestrados