Rodrigo Londoño Echeverri, más conocido como ‘Timochenco’, envía una carta que se publica inicialmente en los comunicados de Estado Mayor Central de la página FARC_EP, en la que muestra una preocupación por los pronunciamientos, como dice él, de «la extrema derecha enferma de odio», que han manifestado frente al cese unilateral; también hace mención de la suspensión de los bombardeos aéreos mientras se mantiene en marcha las operaciones en tierra por parte del Gobierno y la percepción de la opinión pública frente al gobierno Santos, opinión que se ha generado gracias a los medios masivos de comunicación; estos entre otros temas se ven plasmados en esta carta:
Montañas de Colombia, 29 de mayo de 2015
Los desarrollos mismos del proceso de paz, así como los reiterados gestos de nuestra parte, hicieron evidente para todos que había que bajarle intensidad a la confrontación. Vigente el cese el fuego unilateral, reconocido por todos los sectores, salvo la extrema derecha enferma de odio, correspondía al gobierno nacional dar el paso correspondiente, y Santos lo hizo.
Aunque de un modo ambivalente. Suspender los bombardeos aéreos y al mismo tiempo ordenar la intensificación de las operaciones terrestres resultaba peligroso en extremo. Como quedó demostrado con los hechos de Buenos Aires, Cauca. La patrulla golpeada allí hacía parte de un amplio despliegue de fuerza, en desarrollo de una operación ofensiva, no cabe duda de eso.
Aquellos desafortunados sucesos ocurrían en forma paralela a los encuentros entre los mandos militares de las dos fuerzas, en los que se buscaba perfeccionar fórmulas de desescalamiento, que, entre otras cosas alentaban seriamente las esperanzas. El acuerdo de descontaminación del territorio de artefactos explosivos era apenas el primero de ellos. Lo de hoy es, pues, un franco retroceso.
La extrema derecha, con amplio eco en la gran prensa, la cual tampoco se muestra proclive al éxito de las conversaciones, disparó con todo su furor contra los avances alcanzados.
Sin desconocer sus indecisiones, incoherencias y desaciertos, es evidente que hay una campaña de desprestigio contra el gobierno de Santos dirigida a debilitarlo y obligarlo a romper el proceso de paz.
La guerra misma tiene sus dinámicas, que son así, cruentas y dolorosas. Hablar de guerra es hablar de muertos, heridos, desmembrados, sin mencionar los terceros afectados, lo que parecen olvidar muchos de sus apologistas. Y eso vale para los dos bandos enfrentados. Hoy lloramos nuestros muertos, del mismo modo que lloran los suyos nuestros adversarios.
Ver completo en FARC-EP
excelente pagina para estar informado objetivamente. Felicitaciones.