En el marco de la presentación de su nuevo libro “Diplomacias de paz: negociar en conflictos armados” realizada en la Universidad Javeriana, Vincenç Fisas, especialista en análisis de conflictos y procesos de Paz, dejó varias consideraciones acerca del proceso de paz de Colombia.
Vincenç Fisas, director de la Escuela de Cultura de Paz de la Universidad Autónoma de Barcelona y Doctor en Estudios sobre Paz de la Universidad de Bradford, basado en sus propias experiencias y conclusiones derivadas de las investigaciones propias de los últimos 20 años, empezó destacando a la mesa de negociación de la Habana: “El proceso de Paz con las FARC está muy bien diseñado, es muy innovador y ha tenido la capacidad de superar momentos de crisis muy difíciles”, y agregó que “seguro será objeto de estudio de las Universidades en el futuro” afirmó.
Fisas que ha escrito varios libros sobre conflictos y procesos de paz, elogió también a los países garantes, Cuba y Noruega, por su profesionalismo y por mantenerse “alejados de los micrófonos”. El académico español cree que “ha sido fundamental negociar la agenda en forma confidencial para crear confianzas entre los interlocutores” y resaltó que “es una decisión inteligente, pertinente y muy realista que las FARC hayan limitado los puntos de la agenda” porque es imposible resolver todos los problemas del país en una mesa de negociación.
Siempre el proceso de paz ha sido blanco de críticas, aunque muchas veces esas críticas carecen de fundamentos y parten del mismo desconocimiento acerca de la complejidad del tema. Por eso Vincenç Fisas se encargó de aportar datos concretos que deberían ayudar a la paciencia y la tolerancia: “los tiempos que está durando esta negociación son más que razonables, fue una barbaridad lo que dijo el presidente Santos que en un año se iba a resolver. En los últimos 20 años, la negociación más corta duró 4 años”, expresó el académico, pero además agregó un dato muy revelador, y es que de todas las negociaciones que hay en el mundo, la que se reúne con más frecuencia, para acordar puntos decisivos, es la de Colombia.
Para Fisas también “ha sido un acierto abrir las puertas de La Habana” a toda la sociedad colombiana. “Les aseguro que eso no pasa en otras partes del mundo. La negociación en Colombia es un proceso transparente como ninguno en los últimos 30 años”. Una novedad para destacar en este proceso, consiste en la voluntad de empezar a trabajar en los puntos ya acordados, como lo es en el caso de cultivos ilícitos, sin necesidad de esperar la firma final del acuerdo.
Una discusión que se presenta frecuentemente en la sociedad, y que varios medios de comunicación ponen a disposición de la opinión pública, es acerca de si habrá o no, cárcel para los actores del conflicto. Vincenç es muy claro al respecto: “En todas partes del mundo los procesos de paz acaban con una amnistía, en ninguno terminó con los grupos armados en la cárcel”, pero así como refleja ese aspecto de los acuerdos en el mundo, también resalta la importancia para Colombia de tener “un ejercicio de verdad, de perdón y de reconocer errores” de parte de todos los sectores, para lograr así la reconciliación.
Fisas pidió no “sacralizar” la fecha del 23 de marzo, aunque se mostró muy optimista sobre la finalización del conflicto: “me juego que me corten un brazo, que en la navidad del 2016, las FARC ya no van a existir”, e hizo una observación al respecto sobre la guerrilla: “estamos ante unas FARC muy maduras, que actúan con absoluta sinceridad y una clara determinación de poner punto final al conflicto armado”.
Sobre el final de la presentación tocó un tema polémico y que genera opiniones repartidas, la consulta popular. “No recomiendo la votación popular. Normalmente no se somete a consulta popular un proceso de Paz. Los procesos de paz son acuerdos políticos que no se deben someter a consulta popular”. Vincenç Fisas no quiso pasar por anti democrático ni mucho menos, pero entiende que hay sectores que todavía se oponen a la firma de la Paz en Colombia y que ésta sería una oportunidad en que “los enemigos de la paz pueden echar todo el trabajo atrás”.
Antes de finalizar, el catalán pidió a la sociedad colombiana que se involucre más en lo que está pasando porque se avecina otra realidad y cree que a esta altura es casi irreversible el proceso. Por lo tanto dejó una reflexión y advertencia a toda Colombia: “El fin del proceso no resuelve el conflicto de Colombia. El problema de Colombia es sistémico, estructural y cultural, es un país con una tasa de homicidios altísima y con enormes desigualdades”. La firma final del acuerdo es solo el comienzo de un gran trabajo que le espera a la sociedad colombiana y es la oportunidad de construir un país con nuevos valores.
Por: Matías Galasso