(Continuación de Frente civil para derrocar la dictadura de Gustavo Rojas Pinilla el 10 de mayo de 1957)
Ernesto Samper Pizano trajo una expresión que estaba en el olvido, “los cacaos”, la usó para expresar el respaldo dado a su gobierno por parte de los jefes de los grandes grupos económicos, Julio Mario Santodomingo, Carlos Ardila Lulle, Luis Carlos Sarmiento Angulo y Adolfo Arango (Sindicato Antioqueño), en medio del proceso 8000 por el ingreso de dineros del Cartel de Cali a su campaña electoral.
Samper afrontó en el exterior graves problemas con el gobierno Norteamericano que en un hecho sin precedentes le canceló la visa; en los años 1997 y 1998 descertificó al país por incumplir obligaciones en la política antidrogas, incluso el Embajador Norteamericano Myles Frechette y el Agente de la DEA Joe Toft tildaron a Colombia de “Narcodemocracia” (Ver en Semana).
En el plano interno la situación de Samper se hizo más crítica aún por la presión del Consejo Gremial que llegó a plantear la salida del presidente y por la acción de un grupo de conspiradores y golpistas (Ver en EE) que culminó con el magnicidio del dirigente conservador Álvaro Gómez Hurtado en el marco de la arremetida narcoparamilitar. Sobre este asesinato se han tejido dos versiones:
Una versión conspirativa de golpe de Estado: señala a la Brigada 20 y al general Rito Alejo del Rio. Un grupo de militares habría estado detrás del asesinato; ya que, el jefe conservador no se prestó a fraguar el golpe de Estado. Estarían implicados en la tentativa golpista los generales Harold Bedoya Pizarro, Camilo Zúñiga (Comandante de las fuerzas Militares en la mira del Departamento de Estado norteamericano) Iván Ramírez y Luis Bernardo Urbina de inteligencia del Ejército, y el asesinado general Fernando Landazábal Reyes.
Una versión mafiosa: que ligaría agentes del Estado con el Cartel del Norte del Valle, en la que actuarían como enlaces el político de Cartago (Valle) Ignacio Londoño Zabala y el coronel Danilo González ambos asesinados. Esta teoría no solo ha sido desmentida por Myles Frechette (Ver en Semana); sino que, tiene dos inconsistencias, la primera sostener que el gobierno Samper asesinó a un opositor porque se negó a participar en un golpe de estado para derrocarlo es contraevidente y la segunda sindicar de su autoría al Cartel del Norte del Valle desconociendo que el peor enemigo de los Rodríguez Orejuela era su jefe, Orlando Henao Montoya “el hombre del overol” (murió el 13 de noviembre de 1998) es contradictoria.
La razón principal por la cual los “cacaos” habrían apoyado a Samper en contravía del Consejo Gremial, además de impedir la ruptura del orden constitucional en medio de la arremetida simultánea de guerrillas y narco-paramilitares , sería la implementación de políticas en doble vía para limitar la apertura económica hacia afuera (gobiernos Barco y Gaviria) e incentivar la competitividad de los grupos económicos.
(Quinta entrega de seis. Espere la sexta el próximo lunes 13 de junio)
Hernán Pedraza Saravia
Investigador del Observatorio Conflicto Armado y Post-Conflicto -OCAP- de la Corporación Nuevo Arco Iris –CNAI-