Erradicar la violencia contra las mujeres puede ser difícil pero no es imposible

Foto: Portal el Tribuno de Argentina/ Marcha hacia el Congreso a pedir "Ni Una Menos"
Foto: Portal el Tribuno de Argentina/ Marcha hacia el Congreso a pedir «Ni Una Menos»

La sociedad civil y en este caso, las mujeres, han encontrado por medio de organizaciones, campañas y movimientos la forma de alzar la voz y hacer valer sus derechos.

Las entidades que se han formado alrededor del mundo en torno al Feminicidio (Ver Colombia cumple un año de decirle “NO” a la violencia contra la mujer) o a la violencia de género (Ver Ley 1257 de 2008 sobre no violencias contra las mujeres) o en busca de la equidad laboral y de derechos (Ver El papel de la mujer en la toma de decisiones), son entidades que no sólo buscan una igualdad social sino que tienen una constante lucha por dar fin a ese aspecto tradicional llamado, machismo.

Una de las organizaciones que hace alusión a lo dicho anteriormente es Sisma Mujer, que nace en el año 1998 como una organización que lucha por la defensa y los derechos humanos de las mujeres, apoyando a las víctimas de diversas formas de violencia y buscando de igual manera su protección. Dicho de otra manera Sisma tiene como objetivo principal la protección de las mujeres que están en situación de extrema violencia.

Según Linda Cabrera, Coordinadora de acceso a la justicia y no violencia contra la mujer, esta organización les brinda asesoría a las víctimas de violencia doméstica y sexual, así como han tratado diversos casos de Feminicidio que se han presentado. La ayuda que se les presta a aquellas mujeres que han sufrido de violencia o Feminicidio es facilitarles la información que requieren para presentar sus reclamos ante los organismos de justicia. Así mismo a las víctimas que han sufrido de abusos u otras formas similares de maltrato se les brinda atención Psicológica para que puedan superar su dolor.

La Coordinadora afirma que el Gobierno colombiano tiene que garantizar los derechos de las mujeres y tomar las medidas de protección que las victimas pidan. Éstas deben recibir todo el apoyo de las organizaciones especializadas en atender este tipo de casos, que logren ofrecer un claro apoyo en el proceso de la solución de conflictos; entre algunos entes se pueden citar las comisarías de familia y los jueces de control cuyo deber es adoptar medidas en los ambientes laborales, domésticos, educativos, de justicia y protección general. (Ver Sisma Mujer, organización que ofrece ayuda a víctimas de la violencia)

Para el libre desarrollo de los programas y el cumplimiento eficaz de cada una de sus metas SISMA MUJER cuenta con el apoyo de aproximadamente 20 agencias como, USAID, Cordaid, Diakonia, FARMA MUNDI, Ministerio del Interior, FOS, ONU Mujeres, entre otras.

Entre los logros que más han impactado y por los cuales sobresale esta organización son: La Contribución al impacto de reformas legislativas y constitucionales del sistema electoral para avanzar en la paridad de la participación política de las mujeres. La contribución al impacto de la administración de justicia en favor de los derechos a la verdad, la justicia, la reparación y la garantía de no repetición de las mujeres víctimas de violencia sexual, y su comprensión como una grave violación a sus derechos humanos. La contribución a la incorporación de un enfoque diferencial de género en las políticas de restitución de tierras que garantice el acceso de las mujeres a este derecho. La contribución a la incorporación de un enfoque diferencial de género sobre las medidas de protección del Estado para las mujeres lideresas y defensoras de derechos humanos. El posicionamiento en el país del debate público sobre acceso a la justicia para las mujeres y avance en la incorporación de un enfoque de género en el litigio y el acompañamiento psicosocial de los casos de mujeres víctimas de violencias por el hecho de ser mujer. La contribución al impacto en Colombia de las recomendaciones del sistema interamericano (CIDH) y del sistema universal (Consejo Derechos Humanos) a favor de los derechos humanos de las mujeres. La contribución al empoderamiento de mujeres víctimas del conflicto armado, para evaluar su situación de discriminación estructural, reconocer y utilizar las herramientas para la protección frente a esas violencias, y exigir la satisfacción de sus derechos a la tierra, a su protección, a la reparación integral y transformadora, a su participación y a la paz, en el camino a la reconstrucción de sus proyectos de vida y La contribución al empoderamiento de mujeres indígenas, afro descendientes y campesinas en la comprensión y posicionamiento de la erradicación de la violencia contra las mujeres en sus comunidades. (Ver en Nuestros logros SISMA)

Por otro lado, hablando de campañas una de las que más ha sobresalido es “Ni una Menos”, que surge de la necesidad de decir “basta de feminicidios” debido al hecho de que en Argentina cada 30 horas asesinan a una mujer por su condición.

Ni una Menos, Nació de un grupo de periodistas, activistas y artistas pero creció cuando la sociedad se adueñó de ella y la convirtió en una campaña colectiva. Se sumaron a ésta miles de personas, cientos de organizaciones, escuelas, militantes de todos los partidos políticos. Esta campaña tiene una serie de peticiones que no se deben saltar sino que se deben seguir para llegar a un cumplimiento satisfactorio de todas las propuestas de ella.

Son nueve lineamientos o peticiones que se deben tener en cuenta, entre éstos se están: la instrumentación en su totalidad y con la asignación de presupuesto acorde de la “Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales”. Una recopilación y publicación de estadísticas oficiales sobre violencia hacia las mujeres incluyendo los índices de femicidios. Apertura y funcionamiento pleno de Oficinas de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia en todas las provincias, con el objeto de agilizar las medidas cautelares de protección. Garantías para la protección de las víctimas de violencia con una implementación del monitoreo electrónico de los victimarios para asegurar que no violen las restricciones de acercamiento que impone la Justicia, y garantías para el acceso de las víctimas a la Justicia, entre otras.

“Todas las medidas requieren creación de instancias de monitoreo y seguimiento para su puesta en práctica y funcionamiento efectivo. Erradicar la violencia contra las mujeres puede ser difícil pero no es imposible. Ni una menos es un grito colectivo, es meterse donde antes se miraba para otro lado, es revisar las propias prácticas, es empezar a mirarnos de otro modo unos a otras, es un compromiso social para construir un nuevo nunca más. Repetimos. No queremos más mujeres muertas por femicidio. Queremos a cada una de las mujeres vivas. A todas. #NiUnaMenos.” (Documento NI UNA MENOS)

Finalmente para hacer referencia a los movimientos, y más específicamente de Colombia, “No es hora de callar” nace en septiembre del año 2009 debido a la condición de víctima de abuso sexual y tortura de la periodista Jineth Bedoya Lima. La periodista con apenas 23 años investigaba la guerra de Colombia y en el año 2000 fue secuestrada y violada, «En ese momento, yo creí que mi vida se había acabado, estuve pensando en el suicidio, pero el trabajo me jaló a seguir adelante, pensar en otras mujeres que habían sido víctimas de violencia sexual como yo», dijo Bedoya.

Jineth es portavoz de la campaña «Violaciones y otras violencias, saquen mi cuerpo de la guerra» que impulsan más de 10 organizaciones de mujeres colombianas con el apoyo de Oxfam. (Ver Jineth Bedoya, periodista y activista colombiana: No es hora de callar)

El 25 de mayo se conmemora por primera vez el día nacional por la dignidad de las mujeres víctimas de la violencia sexual en el marco del conflicto armado colombiano. Esta fecha se ha visto como el día en que nació el acto más grande de reparación individual y colectiva dirigido a aquellas mujeres que han sufrido la infamia, la humillación y la violación de sus derechos a la libertad, la integridad y dignidad personal a manos de aquellos que se ocultan bajo el pretexto de la guerra para cometer todos sus crímenes, crímenes que en su gran mayoría han quedado impunes. A esto se suman paramilitares, guerrilleros y agentes del estado, lo peor de todo es que las mujeres víctimas de estos abusos prefieren quedarse calladas a denunciar al agresor. (Ver ¿Qué es No Es Hora De Callar?)

Oxfam International data que en “En Colombia, cada día 245 mujeres son víctimas de algún tipo de violencia. La impunidad ronda el 90 % de los casos” y es para disminuir hasta acabar con esta cifra que se requiere de esfuerzos colectivos en los que tanto hombres como mujeres se unan y luchen para poner fin a cualquier tipo de violencia contra las mujeres.

(Cuarta entrega de cuatro)

Escrito por Aura Rocío Hernández Meza
Estudiante de Estudios Literarios. Universidad Autónoma de Colombia