El día lunes 20 de junio de 2016 en horas de la noche fue detenido Carlos Arturo Velandia Jagua, quien regresaba al país después de un corto viaje a España. Una orden de captura basada en hechos acaecidos en el pasado durante los mismos años en que él se encontraba privado de la libertad, en custodia del Estado, muestra que no hay sustento factico para la privación de su libertad hoy en día. Si no es cierta la base de su detención ¿Qué se pretende con ella?.
Felipe Torres ya no existe, pero existe alguien que de cierta manera es más peligroso: Carlos Velandia, un activo defensor de los derechos humanos y la construcción de la paz para Colombia por convicción personal. Nos preocupa la situación jurídica de Carlos, en dos sentidos: Primero, porque está pasando el tiempo sin que se corrijan errores procesales, se precise y garantice el debido proceso y se garantice el eficaz derecho al acceso a la justicia. En este sentido se puede solicitar a los amigos de la paz dentro del Gobierno y el Sistema Judicial que corrijan rápidamente los yerros jurídicos y envíen mensajes positivos de construcción de paz.
Segundo, esta situación está sentando un precedente de persecución para aquellas personas que vienen trabajando a favor de la paz en general y específicamente abogan por una negociación entre el gobierno y el ELN. Lo anterior envía mensajes más proclives a la continuación del conflicto armado y que no corresponden con los discursos de paz, protección a los derechos humanos y respeto a la participación de la sociedad en la construcción de país por la vía democrática y en paz.
Pedimos a las autoridades que clarifiquen dentro del Estado de Derecho la situación de Carlos, el respeto a las garantías procesales logrando su pronta libertad y especialmente le brinden el reconocimiento de su labor como constructor de paz.
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