Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Colombia cuenta con más de 80 etnias indígenas y el portal Todo Colombia detalla que éstas se encuentran en más de 20 departamentos y más de 220 municipios del país.
La Corporación Nuevo Arco Iris estuvo hablando con algunos miembros de una de estas etnias. El Pueblo indígena, Motilón Barí, ubicado en el Norte de Santander, especialmente por el sector de La Gabarra y Tarra, entre otros; cuenta con más de 3.100 familias y en cada una hay un cacique, segundo cacique seguido de los líderes.
Abricandura Chimano, un líder de la comunidad Motilón Barí, expuso la situación actual (que no tiene muchas variaciones con la situación de hace décadas) en la que los actores armados despojan a los indígenas de sus tierras, amenazando a los líderes de estas comunidades, pero en el momento de denunciar son ignorados, tal y como él dice que aunque “los jóvenes son más socialistas y lanzados a la revolución, son los ignorados, pero cuando llegan los caciques y sabios, a ellos si les prestan atención”, es por eso que quienes son voceros vienen esporádicamente a Bogotá para recibir asesorías, aun así en el 2015 cuando se lanzó el partido político Movimiento Alternativo Indígena y Social –MAIS-, los integrantes fueron amenazados por medio de correos electrónicos y llamadas en torno a dos temas, orden político y territorio.
Actualmente la Organización Nacional Indígena de Colombia –ONIC-, representa a estas comunidades y les dan orientación para que sepan qué medidas o cómo proceder frente a estas situaciones de violencia. Abricandura dice que “la situación (del momento) es el conflicto por el territorio contra los indígenas. Los campesinos llegaron a tomar las tierras” que eran de los indígenas diciendo que ellos “no necesitan tierra” sin comprender que lo que los pueblos étnicos hacen es “conservar y proteger que la naturaleza funcione de la mejor manera”.
Según relata el líder, esta situación se presenta “desde las épocas del desplazamiento forzado, más de 4 décadas”, y ahora los campesinos llegaron a reclamar lo que creen que es suyo, luego de que una multinacional estuviera en estas tierras.
Por otro lado, Iquiacaseba Astroina, una mujer integrante de este Pueblo, expuso que no solamente la violencia es lo que golpea a las comunidades indígenas sino el abandono estatal en el que se encuentran desde hace mucho tiempo, en el que se ve la falta de atención en cuanto a salud y educación a mujeres, niños y adultos mayores y la falta de verificación en que los recursos destinados a esas regiones, llegue, “las platas se han quedado en la mitad del camino ellos dicen, nosotros les dimos tanto a los pueblos indígenas, pero a nuestros territorios no han llegado esos apoyos, eso se queda en la gobernación o el departamento pero no llegan a las comunidades Barí” afirma Astroina.
En cuanto a la educación los integrantes del Pueblo Motilón Barí dicen que se logró un acuerdo con el Gobierno para poner un colegio o universidad en la zona, para indígenas, en el que se respete la lengua y las raíces pero se les permita aprender lo que se enseña en las ciudades, que no se les “enajene”, mencionan como ejemplo el Cauca en el que al parecer ya se aprobó, sin necesidad de terceros, con el propósito de que los dineros se puedan trabajar sin intervención departamental.
Otro de los puntos que preocupan a los aborígenes es el ambiental que dividen en dos, por un lado está lo referente a parques naturales a lo que dicen que “Si el Estado va a respetar la autonomía y cultura de los pueblos indígenas, el Gobierno debe retroceder” en este tema y así como Cauca y Amazonas dijeron que no dejaban tocar sus tierras para este tipo de parques, y no las tocaron, de igual manera debe pasar con el Nte. de Santander. La preocupación no es que sea un Parque Nacional sino el turismo que eso genera, y por lo tanto el daño que los mismos visitantes le hacen al lugar por la falta de ‘sentido de pertenencia’. Por el otro lado está el Fracking que es la fractura hidráulica o estimulación hidráulica, tal y como denuncia Astroina, el Gobierno lo que busca es destruir y explotar “estamos en desacuerdo con eso, no queremos nada de esas multinacionales en nuestras tierras, lo que queremos es sentarnos con el Gobierno Nacional que nos respeten nuestro territorio ancestral, nuestra cultura, nuestra forma de pensar y cuando les solicitemos, que nos escuchen… Sí, yo sé que es un territorio lleno de riqueza pero no es como para que vengan a despojarnos de esa manera tan violenta y tan absurda que nosotros lo que hacemos es vivir en paz”.
Finalmente tanto Abricandura Chimano, Iquiacaseba Astroina y Katutu Akachukury (de Motilón Barí), dirigidos por el gobernador de los Bari, Diego Elias “Dora”, que es quien les dice cómo luchar contra el Gobierno o contra las grandes empresas mineras con argumentos válidos sin usar las vías de hecho, piden que se les dé garantías y que así mismo se les explique cuáles son y que se les tenga en cuenta para la toma de decisiones territoriales.
“No al Fracking, no a la minería, no a la zonas de reserva campesina”.
Tenemos que reconocer que nuestras comunidades indigenas, son valionas como parte de nuestra nacionalidad y con ese concepto preceder, congruentemente……NO LO ESTAMOS HACIENDO; SOMOS UNOS HIPOCRITAS muy muerganos……Ya he sabido unas historias….