Ayer 15 de septiembre, gracias al esfuerzo de la “Plataforma por el Derechos a la Ciudad” y “De Común Acuerdo” (Lideradas por Viva la Ciudadanía), en la Universidad Santo Tomás, Leonard Rentería, el líder juvenil de Buenaventura, que hoy es muy popular por el vídeo de las redes donde entrega argumentos por el SÍ en el plebiscito en una reunión presidida por el senador Álvaro Uribe, compartió con un grupo de personas algo de su historia y de sus convicciones acerca de la necesidad de construir un país donde quepamos todos. (Ver vídeo ►AQUÍ◄)
Varios planteamientos de Leonard llaman la atención y reafirman la confianza en que se están gestando nuevas maneras de hacer las cosas por parte de nuevos líderes y por tanto en que, como afirmaba un panelista en días pasados en una entrevista con la emisora de la Universidad Externado, el “no se puede” es un mito derrotable.
Leonard contó que tiene 25 años y lleva 13 acompañando a su comunidad y liderando procesos de búsqueda con otros jóvenes por proyectos de vida dignos y alternativos al enlistamiento en un grupo armado o al consumo de sustancias psicoactivas. Hace seis años, forma parte de una organización llamada “Rostros Urbanos”, que tiene de centro el arte, como manera de expresión y cualificación política de los jóvenes de su comunidad. Comentó, además, que en este momento están trabajando en un proyecto que busca recuperar la alegría y la construcción cultural que tradicionalmente se vivía en las esquinas de su ciudad y que fue prohibida por la violencia.
Pero tal vez, fueron dos elementos centrales de la conversación, lo que logró revivir la esperanza: El primero, la fuerte convicción de que después del 2 de octubre, seguiremos conviviendo los que voten SÍ con los que voten NO en el plebiscito como colombianos y buscando cómo hacerlo en paz y con respeto por la diferencia de posiciones; tal vez buscando en cada territorio, cada día y en cada situación, oportunidades para construir ese país que soñamos, sin amarrar estas pequeñas victorias a grandes e inalcanzables metas inmediatas. El segundo tema, es el de mirarnos como colombianos y no desde nuestra realidad particular, como individuos pertenecientes a una etnia, género o región y no se trata de negar la diversidad. La manera como lo plantea Leonard: “…es movilizarnos y hacernos presentes los de Buenaventura si en Bogotá necesitan apoyo para defender sus derechos que también son los nuestros o los de Barrancabermeja, o si nosotros necesitamos ese apoyo…” deja ver la necesidad de empezar a pensarnos como país y a considerar que las comunidades de todas las regiones son igualmente afectadas por la violencia política y las agresiones a su cultura, su medio ambiente y su vida.
En la conversación se presentaron preocupaciones e interrogantes importantes sobre lo que pasará a partir del 3 de octubre, con la pervivencia de grupos armados y el asesinato de líderes y lideresas sociales y defensores de derechos humanos. En el ambiente, quedó una respuesta no oficial… el conflicto armado con las FARC se finiquitó con el acuerdo, pero el conflicto social no se salda con la firma de dos actores de la guerra; la movilización social y la protesta civil debe ganar fuerza y las comunidades que la realizan, así como sus banderas deben cualificarse para hacer viable esta nación donde aspiramos a ver crecer a las nuevas generaciones de colombianos.
Leonard es uno de estos líderes jóvenes, que están “haciendo las cosas de otra manera”, que seducen por su sencillez, amplitud e independencia de criterio y que no solo requieren protección para su integridad física, sino también respeto por ese proceso de desarrollo de su liderazgo, por sus ritmos y sus propuestas.
María Cristina Arias Pulido
Programa Territorio Paz y Desarrollo
Corporación Nuevo Arco Iris
Bogotá, Septiembre de 2016
Un caluroso saludo para mi compatriota y hermano colombiano Leonard Rentería. Desde México hago oraciones porque triunfen la Paz y la Justicia Social a lo largo y ancho de Colombia. Tiene razón Leonard cuando dice que en Buenaventura, en el bello departamento del Valle del Cauca y en toda la nación colombiana, «nos merecemos la paz». Construir la paz no será fácil pero si será una tarea donde estarán listos los mejores hombres y las mejores mujeres de Colombia, sin importar edad, religión, militancia política, porque en la Paz y la Justicia Social nos podemos encontrar todos si recapacitamos que somos Hermanos y que tenemos la gran oportunidad de practicar el amor eficaz que nos enseñaron nuestros mayores como el sacerdote católico Camilo Torres Restrepo y el gran obispo de Buenaventura Valencia. Atentamente, Fernando Acosta Riveros, lector de artículos de Corporación Nuevo Arco Iris y del diario mexicano La Jornada.