Este lunes 6 de marzo Colombia marchó “por el desmonte del paramilitarismo, la implementación de los acuerdos con las FARC-EP y el apoyo a los diálogos con el ELN” en conmemoración de las víctimas del Gobierno colombiano bajo la premisa “PAZ SIN CRÍMENES DE ESTADO”.
Esta fue una movilización nacional en la que los colombianos se dieron cita en algunas de las principales ciudades y municipios del país como Barrancabermeja, Bucaramanga, Cali, Cúcuta, Manizales, Medellín, Sincelejo, Villavicencio, Aguachica, Barranquilla, Popayán, Sogamoso, San Juan de Pasto y Bogotá. Fue convocada por el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado –MOVICE-, diferentes Organizaciones sociales y movimientos políticos.
Tal y como lo dio a conocer en su portal el MOVICE “durante los últimos años ha quedado en evidencia que el paramilitarismo y sus estructuras no han sido realmente desmontadas, al contrario, continúan actuando contra líderes sociales, sindicales y defensores/as de derechos humanos. Las denuncias sobre presencia de hombres armados en los territorios, amenazas, hostigamientos, atentados y homicidios son una constante en el día a día de las comunidades. La paz sigue siendo un sueño y un anhelo, que se posterga por la violencia sistemática de estos grupos armados que actúan con total impunidad.
La implementación del acuerdo no da más espera ni dilaciones. El Gobierno y los congresistas tienen un mandato histórico de hacer que las medidas de protección y seguridad sean una realidad para #QueNoSeRepita. Del mismo modo, el principio de centralidad de las víctimas debe ser prevalente y garantizar su participación tanto en los debates de implementación, como en los diálogos con el ELN”. (Ver 6 DE MARZO – Día de la Dignidad de las Víctimas de Crímenes de Estado)
En Bogotá el encuentro fue a las 4 pm desde la plaza Eduardo Umaña (Cra. 7ª – Cll.20) hasta la plaza de Bolívar. Este acto político y cultural sirvió como un homenaje a todas las víctimas de crímenes de Estado siendo un acto que invitó a “recordar y a hacer memoria” con “la diversidad de pensamiento… diversidad de existencia y definitivamente con la diversidad en la lucha”.
Algunos de los marchantes llevaban sobre su pecho, una foto de la persona desaparecida o asesinada a causa del crimen estatal. Mientras el recorrido, los asistentes pregonaron distintas arengas: “las víctimas del crimen es Estado apoyamos los diálogos del Gobierno nacional con el Ejército de Liberación Nacional, exigimos el desmonte del paramilitarismo”, “Ni un minuto de silencio toda una vida de combate” y “Militares y paramilitares matan al pueblo y dicen que no”, de igual forma se sostuvo que esta fecha es para tener en cuenta que “no podemos olvidar que todos han puesto la cara y la vida por un cambio social”.
Al llegar a la plaza en la que estaba situada la exposición fotográfica “Raíces en cemento”, que es el resultado de un proceso de diálogo y de construcción conjunta entre la Secretaria Distrital de Gobierno, las comunidades indígenas Ambiká Pijao, Kichwa, Muisca Bosa y Muisca Suba, de las muchas que habitan en la capital y el colectivo de Jóvenes Indígenas de Bogotá, los voceros de la marcha expusieron el comunicado oficial de esta movilización nacional que cuenta con aproximadamente 40 firmas. A continuación una parte de éste:
“Durante los últimos años ha quedado en evidencia que el paramilitarismo y sus estructuras no han sido realmente desmontadas, por el contrario, continúan actuando contra líderes sociales, sindicales y defensores/as de derechos humanos. Las denuncias sobre la presencia de paramilitares en los territorios, amenazas, hostigamientos, atentados y homicidios son una constante en el día a día de las comunidades de ciertas zonas del país.
La paz sigue siendo un sueño y un anhelo para las regiones donde históricamente ha existido el conflicto, que se posterga por la violencia sistemática de estos grupos armados que actúan con total impunidad.
Las cifras revelan el escalofriante número de al menos 120 líderes/as y defensores/as de derechos humanos asesinados entre el 1 de enero de 2016 y el 20 de febrero de 2017, según un reciente informe de la Defensoría del Pueblo. Esta violencia sociopolítica sistemática es inadmisible en un país que avanza hacia la paz y la consolidación de una democracia, en la cual todos los ciudadanos deberían poder exponer sus ideales sin temor a perder la vida por ello”. (Ver [COMUNICADO] Día de la Dignidad de las Víctimas de Crímenes de Estado. Por el Desmonte del Paramilitarismo #QueNoSeRepita)
Es necesario resaltar el “informe nacional de desaparición forzada” del Centro Nacional de Memoria Histórica –CNMH- dado a conocer el pasado 22 de noviembre de 2016 en el que Gonzalo Sánchez Gómez, Director General del CNMH dice: La desaparición forzada de personas quebranta la integridad de un ser humano, en un proceso inverso al del revelado de una fotografía: pretende borrar la identidad de una persona hasta velarla por completo, hasta volverla invisible.
Dicho documento, el último de seis ya publicados por el Centro Nacional, tiene como objetivo “esclarecer y reconocer esta forma de violencia” en el país, conociendo que 60.630 personas han sido desaparecidas forzadamente entre 1970 y 2015 y que cada día 3 personas han sido víctimas del delito de desaparición forzosa. “No obstante, la indolencia, el silencio y la indiferencia de la sociedad contrastan con la valentía y el trabajo arduo de los familiares y sus organizaciones, quienes han debido adelantar por sí mismos las labores de búsqueda de su ser querido, lo cual los ha hecho víctimas de injurias y calumnias, de nuevas amenazas, de persecuciones, muertes e incluso de desapariciones, provocando en Colombia la aberrante realidad de desaparecer a quienes buscan a sus desaparecidos” se expone en la publicación. (Ver Lanzamiento de informe nacional de desaparición forzada).
Puede ver la galería fotográfica de la marcha en Bogotá ►AQUÍ◄