El Observatorio de Seguridad Humana de Medellín –OSHM- hizo público un comunicado en el que denuncia y rechaza “los asesinatos de líderes y lideresas sociales y defensores de derechos humanos en Colombia”:
Convencidos de que la paz es el camino, hemos celebrado y apoyado la implementación del acuerdo de paz para la terminación del conflicto entre el gobierno nacional y las Farc-Ep y el inicio de los diálogos en Quito con el ELN; por esta razón, persistimos en la defensa de los derechos humanos y en la promoción del enfoque de seguridad humana y construcción de paz desde abajo.
Sin embargo, hoy vemos necesario expresar nuestra profunda indignación por los asesinatos sin tregua que se vienen cometiendo contra los hombres y las mujeres, líderes y lideresas sociales, comunales, sindicales, indígenas, campesinos, comunitarios, afrodescendientes, de víctimas, juveniles, LGBTI y defensores de derechos humanos, que tienen la legitimidad de potenciar los acuerdos de paz en las regiones.
Pese a que el Gobierno, en cabeza del ministro de defensa Luis Carlos Villegas, se niega a aceptar las denuncias sobre la presencia de grupos paramilitares en algunas regiones del país, y así mismo frente a la negativa del fiscal general Néstor Humberto Martínez de reconocer la sistematicidad de estos asesinatos, nos sumamos a la más reciente exigencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos – CIDH (del 7 de febrero de 2017) de investigar estos crímenes partiendo de la hipótesis de que fueron cometidos por la actividad de liderazgo y defensa de derechos humanos que estas personas ejercían en sus territorios y, a su vez, traemos a colación el nuevo informe de la organización Somos Defensores (Ver CONTRA LAS CUERDAS), en el que por primera vez se le atribuye la mayoría de asesinatos a grupos paramilitares y no a desconocidos como ha sido la tendencia:
De los 80 casos registrados en el 2016 (17 más que en 2015), 45 se le atribuyen a grupos paramilitares, 3 a guerrillas, 4 a miembros de la fuerza pública y 28 a desconocidos. Esas cifras contrastan con las de 2015, cuando se le atribuyeron 6 a grupos paramilitares, 2 a guerrillas, 51 a desconocidos y otros 4 a miembros de la fuerza pública (Ver Líderes sociales, ‘contra las cuerdas’ en 2016).
La persistencia de estos crímenes no puede seguir siendo puesta en entredicho. El pasado 3 de marzo la Defensoría del Pueblo emitió una alerta en la que señala que en el periodo comprendido entre el 1 de enero de 2016 y el 20 de febrero de 2017, ha registrado al menos 120 homicidios, 33 atentados y 27 agresiones. Y a su vez se comprometió a entregar a las autoridades un Informe Especial de Riesgo donde se detallan las condiciones de tiempo, modo y lugar en que han venido ocurriendo estos hechos para que se adopten las correspondientes medidas de protección y prevención urgente.
Frente a esta grave situación que inevitablemente nos lleva a pensar en la repetición del genocidio de los integrantes de movimientos sociales y políticos de izquierda como la Unión Patriótica, ¡A Luchar! y Esperanza, Paz y Libertad, hacemos dos llamados urgentes: Primero, al Estado para que cumpla con su obligación de prevenir cualquier atentado contra la vida y la integridad física de las personas defensoras de derechos humanos y garantice que estas puedan llevar a cabo sus legítimas actividades.
Segundo, a la sociedad en general para que tome consciencia y sensibilidad frente a esta grave situación y se movilice, generando acciones de respaldo con los líderes y lideresas sociales y personas defensoras de derechos humanos, que tengan repercusión en la opinión pública y que contribuyan a evitar que estos asesinatos sigan ocurriendo.
Hoy recordamos a los 26 líderes y lideresas sociales a quienes les arrebataron su vida por la defensa de sus convicciones e ideales, desde el 1 de diciembre de 2016, y nos solidarizamos con el dolor de sus familiares, amigos y allegados: José Antonio Anzola, Luz Ángela Anzola, Fabián Rivera, Alicia López Guisao, Ender Cuetía Conda, Wilfredy Gómez Noreña, Faiver Cerón Gómez, Luz Erminia Olarte, Edilberto Cantillo, Porfirio Jaramillo, Yoryanis Isabel Bernal, Hernán Agames, Emilsen Manyoma, José Yimer Cartagena, Juan Mosquera, Yaneth Calvache, Aldemar Parra, Olmedo Pito, Anuar Álvarez, Guillermo Veldaño, Éder Mangones, Nataly Salas, José Abdón Hoyos, Samir López, Luis Carlos Tenorio y Vicente Borrego.
Su memoria y su lucha por la defensa de los derechos humanos y las causas sociales hoy sigue viva. Nos queda no desfallecer en la búsqueda y construcción de la paz que tanto anhelamos.
Ver Comunicado público OSHM marzo 2017
Reciban un fraternal saludo de paz y bendiciones desde México. Hay que persistir en la construcción de la paz con justicia social y no olvidar a nuestros mártires, nuestras compañeras, nuestros compatriotas, que pagaron con su vida, el amor por Colombia. La sociedad colombiana no deberá ser indiferente ante estos crímenes y el Estado debe trabajar más en la protección de los líderes que promueven derechos humanos y proponen un País Mejor con oportunidades para todos, respeto y fraternidad. Atentamente, Fernando Acosta Riveros, colombiano-mexicano.