Pactos regionales por la reconciliación y la convivencia

La paz no se consigue solamente con la negociación y acuerdos entre los actores del conflicto armado. Es principalmente un proceso de reconocimiento y reconciliación entre los colombianos que habitan las diferentes regiones del país y la construcción concertada de las condiciones para la convivencia de los ciudadanos sobre un territorio.

La edificación de una cultura de paz significa la superación de las herencias de la violencia que nos ha legado nuestra tradición histórica. Desde la matriz de intolerancia en que nos formaron los colonizadores españoles, pasando por las enemistades creadas por doscientos años de guerras civiles, la estructuración oligárquica del Estado colombiano, hasta el carácter individualista, competitivo e insolidario del modelo de producción capitalista que acumula riqueza en una cúpula de privilegiados, mientras degrada en la miseria a la gran mayoría de la población. De tal manera que las relaciones sociales entre nosotros han estado mediadas por la desconfianza, el odio y la violencia en sus diferentes formas, bien sea armada, física, verbal o simbólica.

¿Cómo superar esa matriz violenta para consolidar una cultura de Paz? Los Acuerdos de La Habana en el Punto 3.4.2 recomiendan la promoción de Pactos Políticos, nacional y regionales, como un compromiso “de todos los colombianos/as para que nunca más se utilicen las armas en la política, ni se promuevan organizaciones violentas como el paramilitarismo que irrumpan en la vida de los colombianos/as vulnerando los derechos humanos, afectando la convivencia y alterando las condiciones de seguridad que demanda la sociedad”. Pero más allá, es necesario promover pactos ciudadanos para recuperar la dignidad de la política, separándola sí de la violencia y la corrupción y recuperando para la ciudadanía el ejercicio de la política que ha estado secuestrado por una clase política corrompida, representante de intereses particulares y corporativos. Una democracia para la paz debe ser más moderna, incluyente y pluralista, una democracia ciudadana, no el remedo oligárquico de democracia que tenemos.

La Corporación Nuevo Arco Iris, en asocio con: el Movimiento Marcha Patriótica, el Instituto de Derechos Humanos y construcción de paz Alfredo Vázquez Carrizosa de la Pontificia Universidad Javeriana, la Corporación Latinoamérica Sur y la Corporación Corpaz, presentó el pasado mes de marzo ante la “Comisión Nacional de Garantías de Seguridad”, creada por el Acuerdo de La Habana, las recomendaciones surgidas de un proceso de consultas con comunidades regionales sobre la persistencia del fenómeno paramilitar.

Entre las recomendaciones está la concreción de estos pactos regionales donde participen “partidos y movimientos políticos, los gremios, las fuerzas vivas de la Nación, la sociedad organizada y las comunidades en los territorios, sindicatos, el Consejo Nacional Gremial y los diferentes gremios económicos, los propietarios y directivos de los medios de comunicación, las iglesias, la academia e instituciones educativas, las organizaciones de mujeres y de diversidad sexual, de personas con discapacidad, jóvenes, los pueblos indígenas y afrodescendientes, las organizaciones de víctimas y de defensoras y defensores de derechos humanos y las demás organizaciones sociales”. Se trata de una manera de diseñar la paz territorial como un ejercicio de acción colectiva de carácter político, pero también ético. Una cultura, del pacto, de la negociación, de la identificación del interés común por la reconciliación y la convivencia.

En ese contexto, una campaña de pactos regionales, precedida de un amplio proceso de pedagogía y diálogo político y social, podría concluir en un Pacto Nacional que aproveche la visita del Papa Francisco al país en el mes de septiembre de este año para que el compromiso político sea también, y sobre todo, un proyecto ético con la nueva Colombia.
El impulso a la implementación de los Acuerdos de La Habana y la responsabilidad con la consolidación de la seguridad ciudadana, que son parte de los compromisos que ha asumido el nuevo Vicepresidente Oscar Naranjo, nos llevan a invitarlo, a nombre del Gobierno, a esta iniciativa para contribuir al logro de una paz estable y duradera.

Corporación Nuevo Arco Iris
Instituto Alfredo Vásquez Carrizosa de la Pontificia Universidad Javeriana
Movimiento Marcha Patriótica
Corporación Desarrollo Paz y Territorio-CORPAZ
Corporación Latinoamérica Sur

Ver PACTOS REGIONALES POR LA RECONCILIACION Y LA CONVIVENCIA