La operación contará con un mandato inicial de 12 meses y estará liderada por un representante especial del secretario general.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, celebró este lunes la creación por parte de la ONU de una segunda misión para apoyar el proceso de paz en el país, que se centrará en verificar la reintegración de los excombatientes de las Farc y su seguridad.
«Celebro aprobación de la Resolución que crea la segunda Misión de @ONU_es, que nos seguirá acompañando en el camino hacia la paz», escribió el jefe de Estado en su cuenta de Twitter.
El Gobierno colombiano y las Farc solicitaron a la ONU una segunda misión, pedido que recibió el respaldo unánime de los 15 miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
La operación arrancará oficialmente el próximo 26 de septiembre una vez terminada la actual misión, que mientras tanto asumirá provisionalmente algunas de las nuevas tareas.
La resolución 2366 adoptada por el Consejo de Seguridad encarga al secretario general de la ONU, António Guterres, que comience inmediatamente los preparativos y que presente recomendaciones detalladas sobre el tamaño y los aspectos operativos de la nueva misión en un plazo de 45 días.
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La operación contará con un mandato inicial de 12 meses y estará liderada por un representante especial del secretario general.
Según Naciones Unidas, la tarea principal de la Misión será verificar la implementación del acuerdo de paz en lo que tiene que ver con la reintegración política, económica y social de las Farc.
También debe vigilar que se garantice la seguridad personal y colectiva de los exguerrilleros y los programas para la protección de comunidad y organizaciones en los territorios afectados por el conflicto.
La semana pasada la Misión de la ONU en Colombia dijo que ya tiene datos sobre la ubicación de 660 caletas (escondites) de armas de las Farc y confirmó que se ha iniciado la destrucción de munición y explosivos.
El pasado 27 de junio, las Farc y el Gobierno colombiano cerraron de manera oficial medio siglo de conflicto armado con un acto que completó de forma simbólica la dejación de armas de esa guerrilla, la más antigua del continente, como parte del acuerdo de paz firmado el 24 de noviembre de 2016.
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