El Estado es «incapaz» de garantizar seguridad a comunidades indígenas: UNIPA


La Unidad Indígena del Pueblo AWÁ –UNIPA- denuncia que la guerra continúa en la región mientras se habla de paz en el país.

Por medio del comunicado Nº 17, del año en curso la UNIPA informa a la opinión pública que los “asesinatos, desplazamientos, masacres, amenazas a líderes, lideresas, erradicaciones de hoja de coca inconsulta, extorsiones, entre otros hechos victimizantes, que evidencian la degradación de un conflicto social, político y armado que aún no ha finalizado, a pesar de que existe un Acuerdo de Paz con las FARC”, continúan.

En el texto la Unidad hace referencia específicamente a cuatro Resguardos Indígenas Awá asociados a UNIPA y que se ubican en Tumaco “han tenido que afrontar la presencia de los llamados “grupos disidentes” de las FARC”, grupos que buscan controlar en narcotráfico en la región. Entre los grupos mencionados en el documento están “TAPITA HUEVOS – GAULA NP”, “GUERRILLAS UNIDAS DEL PACIFICO –GUP-”.

En últimos registros el pasado viernes 10 de noviembre miembros del grupo armado ilegal GUP, mientras portaban armas rodearon la vivienda de uno de los líderes de la organización, un día después, el sábado 11 secuestran “a un menor Awá quien es utilizado para que los conduzca al campamento donde se encontraba “GAULA – NP””. Según se describe en el Comunicado luego de un enfrentamiento como resultado quedaron: un muerto y siete personas secuestradas, entre ellas tres menores de edad (un niño y dos niñas), los menores “fueron rescatados la noche del mismo día en una acción humanitaria adelantada por líderes y autoridades” de la comunidad.

Las Guerrillas Unidad del Pacífico amenazaron con “ejecutar” a los tres menores si éstos no se iban del territorio. Se han seguido presentando enfrentamientos que aumentan el número de víctimas que, como afirma la Unidad, “ocasionan el desplazamiento forzado de treinta familias aprox. algunas han salido del resguardo a la carretera, dirigiéndose al centro urbano del corregimiento de Llorente, además de generar zozobra y miedo en las comunidades y resguardos aledaños”.

El llamado y exigencia se hace a la comunidad internacional, específicamente a las Naciones Unidas y OEA- CIDH, para que haga reconocimiento de la zona y todo lo que está pasando, como ellos califican, por la ‘incapacidad’ que tiene el Estado de “garantizar un mínimo derechos fundamentales a la vida, a la integridad y la pervivencia de los hermanos y hermanas Awá en el Territorio Ancestral”.

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