A Beatriz la recordamos desde la Red Juvenil donde emprendió el camino de la comunicación popular. Luego ingresó a la U de A y se graduó como comunicadora social y periodismo. Llegó al Cauca en 2014, territorio de Cxhab Wala Kiwe. Allí trabajó en la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca ACIN en la parte de comunicaciones, generando redes de medios alternativos para romper la censura y articular las luchas de los pueblos. En una de sus entrevistas nos deja un mensaje de lucha, unidad y cuidado de nuestras vidas.
El pasado viernes 4 de junio fue víctima en un atentado violento en Santander de Quilichao que dejó dos policías y dos indígenas muertos. Ella murió por complicaciones en su estado de salud. Beatriz dedicó su vida al sentir y el vivir de un proceso comunitario que fue tejiendo con entrega desinteresada y valerosa, cumpliendo los mandatos de su propio corazón, los cuales compartía en sus mensajes como locutora de la emisora comunitaria Radio Payumat
Una de sus amigas que también camina junto a las comunidades indígenas, dice que se siente muy identificada con ella porque sabe que «tuvo que romper muchos esquemas para hacer lo que le apasionaba…» Este es su mensaje:
«Lamentamos y lloramos tu partida. Ofrendamos a los ancestros y espíritus guardianes para que iluminen tu camino de retorno al vientre sagrado de la Madre Tierra. También celebramos tu existencia y que hayas disfrutado de eso tan hermoso que solo podemos vivir quienes luchamos por nuestros pueblos, la calidez, el amor, la convicción de dedicar nuestras vidas a vivir la utopía que soñamos mientras luchamos por ella. Buen viaje de retorno Beatriz, eres alma de fuego y por eso nunca morirás en nuestros corazones».