Por Walter Aldana
El dolor que produjo la muerte de Dilan, un pequeño niño de tan solo 13 años, en el corregimiento El Plateado, municipio de Argelia, Cauca, parece haber sacudido a los estamentos de la sociedad colombiana.
De nosotros depende el futuro; nadie va a venir desde Bogotá ni de ninguna otra parte para resolvernos la problemática de violencia en Cauca. Es más, un craso error de los gobiernos ha sido creer que por «académicos», o «investigadores del conflicto armado», los llamados pazólogos, tienen la capacidad de ser facilitadores o mediadores de la sin salida en que nos encontramos.
He insistido en varias oportunidades en que la paz total pasa en nuestro territorio por un «Acuerdo humanitario» que contenga: respeto a las actividades y la vida de las lideresas y lideres sociales y de derechos humanos; eliminación del uso de armas no convencionales como las minas antipersona; no reclutamiento de menores; y no cobro del denominado «impuesto de guerra» o vacuna, entre otros.
Pero eso sólo se logra con la suma de voluntades del conjunto de la sociedad (organizaciones sociales, gremios de la producción, instituciones públicas y privadas, iglesias, etc.), ante la impotencia con que vemos la cotidianidad del volar de los helicópteros, las ráfagas de fusil contra la fuerza pública, bombardeos contra los actores armados irregulares, y la pérdida de los sueños de pequeños niños asesinados, como Dilan Camilo Erazo y Yhan Steban Villafañe, de 13 y a12 años respectivamente.
La barbarie del conflicto armado sólo se detendrá cuando hombres y mujeres de la población civil nos decidamos a condenar la guerra, a manifestarnos frente a cualquier asesinato que se produzca a nombre de la defensa de cualquier ideología o del statu quo, cuando se comprenda que movilizarse es un derecho ciudadano.
¡Movilicemos al suroccidente colombiano!
Que Valle, Cauca, Nariño, Putumayo, Chocó, Huila y Tolima, de diversas maneras, pero coordinados institucionalmente, le digamos a los actores armados:
¡No parimos, ni criamos hijos para la guerra! ¡Cuenten con nosotros para construir la paz social con inversión e inclusión, nunca para la guerra!!