Pese a estar adelantando negociaciones de paz con el Gobierno colombiano, las Farc estarían cometiendo abusos graves y generalizados contra la población civil en Tumaco.
Esa es la acusación que lanza esta mañana la organización Human Rights Watch a través de un detallado informe en el que presenta nueva evidencia que responsabiliza a las Farc de asesinatos, desapariciones, torturas, secuestro, desplazamiento forzado, extorsión, reclutamiento forzado, amenazas de muerte y siembra de minas antipersona.
“Los abusos de las Farc están teniendo un efecto devastador para las comunidades afrocolombianas en Tumaco. Las
Farc ejercen un férreo control sobre la vida de numerosos residentes, que son obligados a guardar silencio mientras la guerrilla instala minas en sus campos, los expulsa de sus hogares y mata a sus vecinos y seres queridos con impunidad”, dice en el reporte José Miguel Vivanco, director para las Américas de esta ONG estadounidense.
El informe de HRW está basado en visitas de campo que realizaron en mayo y junio pasados a este municipio del Pacífico colombiano.
Durante su visita, la organización entrevistó a más de 90 víctimas, parientes, líderes comunitarios y funcionarios locales, entre otras personas. Así mismo recopiló información oficial sobre la violencia que se viene registrando.
En el reporte, HRW documenta abusos contra más de 70 víctimas a lo largo del 2013 y 2014 ¨sobre los que hay fuertes indicios que apuntan a las Farc”. Entre ellos 12 asesinatos, 3 desapariciones, 5 casos de torturas y un secuestro extorsivo.
Según la familia de una de las víctimas, los mismos integrantes de las Farc les contaron que su hija (una menor de edad) y otras dos jóvenes mujeres que desaparecieron en el 2013 habrían sido asesinadas pero se rehusaron a entregar sus cuerpos o indicar su paradero.
De acuerdo con un guerrillero, la menor habría sido amarrada y violada mientras estaba en cautiverio. Otro caso narrado por HRW, y que también atribuyen a las Farc, es el de una madre de 25 años cuyo cuerpo fue encontrado flotando en el mar con los tobillos atados y múltiples heridas en la espalda, hombros, cabeza cuello y pecho.
El documento señala que las bandas criminales que reemplazaron a los grupos paramilitares en esta zona también han cometido abusos contra la población
«Los datos oficiales señalan de manera convincente que las Farc y grupos sucesores de paramilitares habrían cometido más de 300 asesinatos y decenas de desapariciones en Tumaco durante los últimos años», dice el informe.
De igual forma HRW le atribuye a la Fuerza Pública tres asesinatos ocurridos en el 2013.
Según cifras oficiales que son citadas por la organización en el reporte, Tumaco posee uno de los índices más altos en toda Colombia de homicidios, desapariciones, violencia sexual, desplazamiento y uso de minas antipersonales.
A lo largo de la última década tanto las Farc como los paramilitares se han disputado el control de este municipio de Nariño que posee valor estratégico como ruta para el tráfico de estupefacientes.
Sin embargo, según HRW, desde finales del 2013 es la guerrilla la que tiene el control absoluto de las zonas urbanas y rurales de Tumaco luego del arresto de miembros de ‘Los Rastrojos’, una banda criminal con fuerte presencia en la zona. Para HRW, la situación se ha vuelto crítica dada la impunidad casi total que reina frente a los responsables.
Desde el 2009 a la fecha -dice HRW-, se han cometido más de 1300 asesinatos en la zona pero solo en 7 casos se han presentado condenas. Peor es la situación frente a los cientos de casos de desapariciones y desplazamiento forzado donde no hay ninguna persona castigada hasta la fecha. Y dice, a su vez, que únicamente cuatro personas han sido sancionadas en 314 investigaciones por abusos sexuales.
De acuerdo con HRW, ocho de los nueve fiscales locales entrevistados tenían a su cargo al menos 1.100 investigaciones cada uno mientras seguía pendiente el nombramiento de 10 fiscales adicionales que la Fiscalía anunció desde enero.
“Mientras las Farc mantienen diálogos de paz en La Habana, sus integrantes en Tumaco cometen atrocidades contra una de las comunidades más vulnerables de Colombia. Un acuerdo de paz podría mejorar las condiciones. Pero mientras tanto las Farc deben poner fin a sus graves y reiterados abusos contra la población civil, y el Gobierno asegurar que se haga justicia por las atrocidades que han cometido las partes en el conflicto armado”, sostiene Vivanco.