In Memoriam : Víctimas de la «Masacre en el Suroriente de Bogota» (30 de Septiembre de 1985)

El 30 de septiembre de 1985, un comando de jóvenes del movimiento 19 de abril M-19 en un operativo de redistribución de alimentos, tomó un camión repartidor de leche en el barrio San Martín de Loba del sur oriente de Bogotá y comenzó a repartir leche entre la población pobre del sector.

Duarante el operativo, la zona fue acordonada por unas 500 unidades del Ejército, El “Das”[1], la Policía y la Sijin[2] en una operación conjunta.

Asesinados en el Barrio Diana Turbay

“En el Barrio Diana Turbay fueron asesinados: Javier Bejarano, José Alberto Aguirre, Jesús Fernando Fajardo Cifuentes y Francisca Irene Rodríguez Mendoza: estos se encontraban en una buseta de servicio público en el barrio Diana Turbay de la zona suroriental de Bogotá, colindante con los barrios Bochica y San Martín de Loba. Eran aproximadamente las 8´30 de la mañana del 30 de septiembre de 1985 cuando el agente de la Sijin José Manuel Cristancho Romero abordó el automotor en el que se desplazaban unos 12 pasajeros y esgrimió un arma de fuego ordenando que todos permanecieran quietos. (….) Simultáneamente el agente Cristancho empezó a disparar su arma contra los pasajeros que se encontraban en el asiento posterior, donde estaban sentadas las cinco víctimas.”

“Un pasajero sobreviviente narra las circunstancias en las que él mismo fue herido y en las que fue asesinado Javier Bejarano así: «…yo agaché la cabeza y me quedé ahí agachado, luego fue cuando yo no sé quién subió, yo miré y fue cuando me dieron el primer tiro…me escurrí y quedé con la cabeza apoyada en los pies de mi hermano, botando sangre por la boca, luego ya subieron más señores del F-2 que portaban radios y decían “mi capitán están todos muertos, no hay ningún herido”, luego se acercaron otra vez adonde nosotros y como a mi hermano no lo habían herido le pegaron un tiro…entonces fue cuando me vieron que yo estaba con vida y me dijo `este hijo de puta no se muere’ y sacó y me pegó otro tiro…»[3].

Asesinada en el Barrio Bochica

En el Barrio Bochica fue asesinada  Isabel Cristina Muñoz Duarte, ella había logrado romper el cerco y escapar del barrio San Martín de Loba, sitio donde nuestro comando repartía la leche entre los habitantes del sector, este barrio colindaba con el anterior. Allí fue completamente rodeada por el personal armado y agentes de inteligencia. La compañera intentó refugiarse en la casa de una vecina, la puerta se encontraba abierta. Allí solicitó ayuda, y de esta casa salieron a mediar con los policías que se encontraban en las terrazas de todas las casas del sector.

Éstos indicaron que “la joven que estaba en su casa debía entregarse y que le respetarían la vida”. Isabel Cristina salió de la casa con las manos en alto. Fue asesinada en ese mismo momento por los efectivos de las fuerzas armadas. En su cuerpo se localizaron siete orificios producidos por los proyectiles.

Un testigo afirma: «…la mujer se levantaba detrás del morro de arena … a unos tres metros de distancia aproximadamente … con las manos en alto y el revólver empuñado en la mano, el que soltó apenas se paró, en ese momento empezaron a disparar sobre ella y gritó y cayó al piso; enseguida llegó un agente corriendo desde la avenida central, entonces alguien le gritó “hay que matar a esa hijueputa” y entonces empezó a llegar policía por todos lados, por encima de las casas y entrándose a todos lados … después de eso aquí dejaron dos agentes de la motorizada cuidando el cadáver y los demás se fueron, no dejaban salir a nadie de las casas ni asomarse por las ventanas, siguieron escuchándose más disparos en otras calles…».

Asesinato de Arturo Ribón Avilán y Yolanda Guzmán Ortiz

Fueron asesinados la misma mañana, en el barrio Bochica.

Arturo Ribon avilan“Una vecina vio a los dos jóvenes corriendo seguidos por la policía en la esquina de la manzana 4 de la calle 48P sur con carrera 5. Con posterioridad la testigo sólo pudo escuchar el ruido de los disparos”.

Uno de sus asesinos, el teniente Jaime Gallo narró en su versión que él disparó contra el joven Ribón Avilán: «…abrió fuego contra mí, creo que yo llevaba una subametralladora de 9 m.m. y abrí fuego al lugar a donde me disparaba el sujeto y después de un intercambio de disparos fue muerto el sujeto… él se encontraba a unos quince metros…».

“El dictamen pericial precisó que sobre el cuerpo de Arturo Ribón fueron disparados 8 tiros, 3 de ellos disparados a una distancia inferior a un metro, lo que contradice ostensiblemente que Ribón Avilán fuera muerto en combate.”

Yolanda Guzman Ortiz“Con relación a la muerte de Yolanda Guzmán, el mismo oficial indicó en su declaración: «…a ella le dieron de baja personal uniformado cuando se encontraba en intercambio de disparos con el sujeto que primero cité, en ese momento simultáneamente se cruzaba la mujer, los uniformados abrieron fuego contra ella, no sé si había personal civil o mejor de la Sijin, no sé si proyectiles de mi arma la llegaron a coger ya que ella corrió hacia la vuelta … esta muchacha murió cerca a donde murió el primer individuo y es distinta a la muchacha que salió de la casa..».

“El cadáver de Yolanda presentaba 10 orificios producidos por proyectil de arma de fuego. Según el dictamen de balística tres disparos le fueron hechos a distancia inferior a un metro (tatuaje positivo)[4].”

“Los dos jóvenes quedaron tendidos sin vida en la esquina de la manzana 4 de la calle 48P sur con carrera 5 de Bogotá, sitio que ya había narrado una vecina del barrio.”

Asesinato de Martín Quintero Santana y Luis Antonio Huertas Puerto

Martin Quintero Santana “Estos dos jóvenes se encontraban caminando en el barrio Bochica en medio del operativo hacia las 9:00 o 9:30 de la mañana del 30 de septiembre de 1985. A esa hora un agente vestido de civil, señalando a los dos jóvenes, gritó a los demás efectivos policiales que se encontraban en el lugar «ellos son». Acto seguido, el que estaba vestido de civil, con brazalete del F-2[5], ordenó a los muchachos tirarse al suelo en donde fueron golpeados brutalmente por los miembros de la policía presentes. Luego de golpearlos, el agente vestido de civil abrió fuego contra los indefensos jóvenes”

Un testigo presencial dijo: «luego un agente civil le dijo a los otros agentes que estaban uniformados, quítesen y él empezó a dispararles a los que estaban en el piso, con una metralleta. Ellos no hicieron resistencia se quedaron quietos y el agente disparó varias veces…. Uno de ellos, de los que estaban en el suelo, murió instantáneamente, el otro todavía seguía vivo y él levantó la cabeza a ver cómo estaba el compañero. Inmediatamente un agente uniformado le dio varios disparos… contra el que se encontraba en el piso todavía y murió instantáneamente. Luego todos los agentes se acercaron a ver si estaban muertos y el primero que les disparó se fue contra ellos y le pegó varias patadas para saber si estaban todavía vivos».

“En el cuerpo de Martín Quintero se encontraron 9 proyectiles, 5 de ellos con señales de disparos a una distancia inferior a un metro. El cadáver de Luis Antonio recibió 10 impactos de bala, 4 de los cuales fueron hechos a corta distancia”

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