Entre 1989 y los primeros años noventa diversas derrotas y mutaciones sacudieron las izquierdas del mundo y de América Latina. La caída del Muro de Berlín, la desaparición de la Unión Soviética y el hundimiento del campo socialista significaron una profunda inflexión en el socialismo mundial; pero al mismo tiempo, la insurrección de Chiapas y el Caracazo anunciaron la emergencia de otros actores, otras visiones, otras políticas emancipatorias. En Colombia, cinco grupos guerrilleros dejaron las armas para transformarse en movimientos políticos, el último de ellos, la Corriente de Renovación Socialista (CRS) hace 20 años, en Flor del Monte.
¡Cuánto ha cambiado la izquierda en estos 20 años! ¡Qué terremotos están removiendo las concepciones y las políticas emancipatorias! Desde la rebelión zapatista y las insurrecciones populares que han desafiado al sistema a lo largo de América Latina, hasta el 15M y Occupy Wall Street. De los debates acerca del poder, el biopoder y la biopolítica de Foucault a las investigaciones de Agamben sobre la soberanía. La resurrección de los bienes comunes y la difusión del sumak kawsay. La recuperación de los saberes indígenas invisiblizados durante siglos. Los constantes avances de los movimientos de las mujeres. La constitucionalización de los derechos de la naturaleza.
La crítica a las distintas visiones del desarrollo. La reconfiguración del mapa político de Suramérica. La revaloración de las comunidades. La eclosión de los pobres y marginados en los suburbios de las grandes ciudades de América Latina. Rupturas, revueltas, nuevos sujetos, paradigmas y epistemologías, otras formas de ver y entender las transformaciones sociales y políticas.
Si los de arriba, los grandes monopolios financieros, han recolonizado y reconfigurado el mundo con sus globalizaciones, los de abajo a su vez, para sobrevivir, se han visto obligados a transformar sus maneras de resistir y construir otro mundo. Si el huracán del neoliberalismo y sus crisis han mutado el capitalismo, la relación capital trabajo y las formas de producción y dominación, el pensamiento crítico y emancipatorio ha de dejar atrás viejas hipótesis y atreverse a reflexionar sobre las nuevas realidades siguiendo la estela de las nuevas prácticas sociales.
Este texto no pretende abarcar el conjunto de estas transformaciones, menos aún, del conjunto de las izquierdas y sus divergencias cada vez más profundas. Aquí sólo nos referiremos a algunas experiencias, propuestas y debates que, desde nuestra visión, consideramos relevantes para acercarnos a la metamorfosis que está sucediendo en este período y otear otros nuevos caminos, en estos 20 años tras el abandono de las armas.
Movilizaciones, revueltas e insurrecciones en América Latina
Las políticas neoliberales que impusieron las dictaduras del Cono Sur y los demás gobiernos de la región a partir de los años setenta del siglo XX, generaron una catástrofe social.
La apertura indiscriminada de las economías a los mercados mundiales, los planes de ajuste del FMI, las privatizaciones y los recortes sociales desmantelaron el incipiente Estado del bienestar y cavaron aún más la brecha profunda de las desigualdades.
En la medida en que crecían el poder, el expolio y las utilidades de las empresas multinacionales, aumentaban también la pobreza, la precariedad y la marginalidad de la mayoría de la población. Las ambiciones de EEUU y sus monopolios financieros llegaron hasta la pretensión de unir todos los territorios del continente desde Alaska hasta la Patagonia en un sólo mercado bajo su hegemonía: el Área de Libre Comercio para las Américas, ALCA.
La acumulación de injusticias e iniquidades catapultó la inconformidad popular que explotó en una cadena de volcanes sociales y políticos ininterrumpida a partir de 1998. La primera explosión ocurrió en este año y fue el Caracazo, «el gran motín anti FMI», «la primera gran insurrección popular contra el neoliberaliasmo». Las barriadas pobres de los cerros de Caracas se levantaron, las protestas de la multitud se desbordaron y la represión violenta y desmesurada del Gobierno enardeció aún más los ánimos. Fue como el anuncio de los sucesivos levantamientos y cambios que se producirían en ese país y en la región en
la década siguiente.
El 1 de enero de 1994, se produce el levantamiento zapatista, el mismo día que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio firmado por EEUU, Canadá y México, considerado por los rebeldes como la “sentencia de muerte” para los pueblos indígenas. Con su mezcla original de sabiduría maya e ideas insurgentes, los zapatistas se han empeñado en hacerse con el control de sus propias vidas y su autonomía practicando el mandar obedeciendo que ha inspirado la tesis de cambiar el mundo sin tomar el poder. Producto de ello han sido sus juntas de buen gobierno, sus municipios autónomos, escuelas, hospitales, sistemas productivos, relaciones sociales y cambios culturales. Estos hechos han despertado simpatías alrededor del mundo y generado un impacto renovador en las luchas sociales posteriores.
(Este es un apartado del documento completo escrito por José Aristizábal G.
Investigador Social y Coordinador del observatorio del conflicto armado y el pos conflicto de la Corporación Nuevo Arco Iris, publicado el en la revista CIP-FUHEM «Papeles» de Madrid, España en la sección, «Panorama»)
Ver documento completo en Nuevos paradigmas en la izquierda y los movimientos sociales (Terremotos, rupturas y metamorfosis en los últimos veinte años)