Líderes comunitarios hicieron verificaciones sobre denuncias de testigos que afirmaron haber tenido encuentros con hombres armados en algunas zonas rurales de Norte de Santander. “El que no camine con nosotros se muere”, es la orden que dicen haber recibido de los grupos criminales.
La sociedad civil de la región del Catatumbo denunció este miércoles la reaparición paramilitar en la región. La denuncia se produce en medio de que los miembros de las Farc se movilizan hacia las zonas de veredales para iniciar el proceso de dejación de las armas.
De acuerdo con la corporación Poder Paz, el pasado 8 de febrero una caravana en la que se trasladaban miembros de las Farc, así como personal del mecanismo de monitorio y verificación, hacia la zona veredal de Caño Indio fue detenida por la presencia de hombres armados sin identificar en la vereda Las Timbas, en el corregimiento de La Gabarra (Norte de Santander).
“Tenemos pruebas, hay testigos. Es verdad. La comunidad está asustada porque para nosotros la palabra ‘paramilitar’ significa muerte”, señala María Carvajal, presidenta de la junta de acción comunal de la comunidad de Zapagana, municipio de Convención, en la frontera con Venezuela.
Para Carvajal, los paramilitares están ocupando zonas en las que, históricamente, han estado las Farc y que dejan libre con la movilización hacia las zonas veredales.
Uno de los testigos de la presencia de paramilitares en la región, quien no se identifica, da su testimonio en un video publicado por la corporación Poder Paz. “Me dijeron: ‘Más tardecito vamos para que nos regalen de comer porque tenemos tres días metidos acá y no hemos podido salir’. Luego no reunimos como 16 personas y entramos por el caminito cuando nos salieron con pistolas así, nos encañonaron”. (Ver video al final de la nota)
El testigo agrega que indagaron con los hombres armados para saber de qué grupo se trataba, pero se negaban a decirles. “Nos dijeron que trabajáramos, que no había problema, pero se para un ‘man’ por allá y dice: ‘No, nosotros somos los ‘paracos’ y trabajen tranquilos, pero el que no camine con nosotros se muere. No queremos más civiles acá ni nada’”. Según se observa en el video, un miembro del Mecanismo de Monitoreo y Verificación estaría escuchando el testimonio.
Por su parte, César Ruíz, presidente de Asojuntas de Tresbocas y Tibú, señaló que se hizo una verificación y las comunidades afirmaron que hubo presencia de grupos armados identificados como paramilitares. Otras apariciones se habrían dados en veredas como El 40 y el sector La Nevera, a 40 minutos de la vereda de Zapagana.
En ese sentido, Carvajal señala que, a raíz de esta presencia, muchas personas han cruzado la frontera para refugiarse en Venezuela. “Calculo que se han ido unas 300 personas. Hay mucha gente en las orillas del río de Oro que tiene miedo por lo que nos pasó hace 19 años (en la masacre de La Gabarra). Varias organizaciones ya se han pronunciado. La Iglesia sabe que es verdad, la Defensoría sabe que es verdad. Todos saben”, cuenta Carvajal.
El 21 de agosto de 1999, el corregimiento de La Gabarra sufrió de frente la violencia cuando unos 150 paramilitares de Mancuso y Castaño llegaron para imponer su poder militar en El Catatumbo. De acuerdo con el portal Verdad Abierta, esa noche se provocaron un apagón y los paramilitares entraron a los bares y sitios de recreación.
En total, dejaron un saldo de 35 muertos, pero se señala que muchos fueron desmembrados y lanzados a los ríos Táchira, Zulia y Catatumbo, lo que complicó las labores de identificación de cuerpos y el conteo de las víctimas.
La comunidad le exige protección al Estado. Las denuncias llegan en momentos en que se realiza la movilización de las Farc a las zonas veredales transitorias de normalización donde se hará la dejación de armas y se iniciará el proces de reintegración a la vida civil y contrastan con las declaraciones recientes del ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, en las que señaló que en Colombia no hay paramilitarismo. “Decir que lo hay significaría otorgarles reconocimiento político a unos bandidos dedicados a la delincuencia común y organizada”, señaló el jefe de la cartera de Defensa.
Ver en El Espectador