Jean Arnault, Representante Especial del Secretariado General y Jefe de Misión de las Naciones Unidas de Colombia, por medio de un documento, plantea tres consideraciones a la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación de la Implementación al Acuerdo Final.
Los puntos abordados por el Representante corresponden a “los protocolos y reglas del cese al fuego y de hostilidades y con el proceso de dejación de armas”; la “preocupación” que se han reflejado “entre mucho miembros de las FARC-EP en las zonas y puntos” en torno a la seguridad jurídica, socioeconómica y física “una vez completada la dejación de armas”, finalmente la necesidad de “acordar cuanto antes los lineamientos” de las nuevas tareas que corresponderían al mandato “de la Misión, el cual, según el Acuerdo de Paz, iniciará presumiblemente con la culminación de la dejación de armas”.
En ese orden de ideas lo sugerido por el Jefe de la Misión es:
Los protocolos y reglas del cese al fuego y de hostilidades y con el proceso de dejación de armas. Jean Arnault argumenta en este punto cuatro temas. Inicialmente se plantea el interrogante de si “¿aplican las disposiciones del Protocolo sobre las reglas que rigen el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Dejación de Armas (CFHBD&DA) o aquellas, mutatis mutandi, del Protocolo del 13 de octubre sobre los Puntos de Preagrupamiento Temporal (PPT)?”, así como expresa que quieren asegurarse “de que no existen ambigüedades sobre el estatus jurídico de los miembros de las FARC-EP, en particular sobre el ámbito de aplicación de los levantamientos de órdenes de captura”.
El siguiente tema tiene que ver con “la identificación, registro y monitoreo del armamento llevado a las Zonas Veredales” tal y como se establece en el calendario esto debió realizarse entre los días D+5 y D+30 y es acá donde traza otro interrogante: ¿Qué sucede entonces con las armas de los miembros de las FARC-EP en el MM&V, así como las armas del personal autorizado a realizar pedagogía, las cuales, según el cronograma inicial, debían registrarse y almacenarse en el momento de la llegada de las unidades de las FARC-EP a los campamentos?.
A demás, como siguiente tema, formula la posibilidad de “recalendarizar el inicio de la recepción escalonada por la Misión del armamento” hasta finales de marzo o la opción de una “entrega gradual”, esto debido a que la adecuación de los campamentos y las zonas en general no lograrían estar concluidas para dicha fecha.
Para finalizar este punto se deja en claro la disposición que tiene la Misión de iniciar la verificación de la destrucción el armamento inestable.
Como segundo punto sobre las preocupaciones que existen actualmente giran en torno a, como se expresó anteriormente, la seguridad jurídica, socioeconómica y física, dando a entender que estas preocupaciones son fundadas en “la experiencia internacional de procesos similares” que sólo se pueden ir mermando de tener “avances tangibles”, es por esto que solicitan “recibir de la Comisión información sobre las medidas ya tomadas en materia de garantías” en las áreas ya mencionadas.
Para finalizar la necesidad de acordar cuanto antes los lineamientos de las nuevas tareas que corresponderían al mandato de la Misión surge porque según lo acordado esta Misión iniciaría, según lo analizado en el cronograma aterrizado en lo real, a finales de mayo, el Representante y Jefe dice que es necesario “un sólido consenso entre las partes y la ONU sobre este nuevo mandato” lo que “lo haría más atractivo para los Estados Miembros y haría su adopción más rápida y probable”.
Ver DOCUMENTO y la respuesta de la Ministra de Relaciones Exteriores y el Alto Comisionado para la Paz