La ola de asesinatos a líderes y lideresas no cesa. El país refleja que “durante el 2016, en promedio cada 4 días fue asesinado un defensor o defensora de derechos humanos en Colombia”, así lo confirma el último Informe del Programa Somos Defensores, publicado el pasado 22 de febrero.
Este documento nombrado “Informe Anual 2016 Sistema de Información Sobre Agresiones Contra Defensores de DDHH en Colombia SIADDHH” tiene como eslogan “Contra las cuerdas” usando la metáfora para dar a entender que de esa manera estuvo (y está) el movimiento social en Colombia. El documento cuenta con seis apartados (Rounds): Que la paz no nos cueste la vida; No; Los actores del conflicto armado; Gobierno en aprietos; Internacionales incondicionales y Una paz de los defensores (as), para contextualizar sobre la situación de violación a los DDHH de los colombianos.
A pesar de dicho informe, las denuncias continúan y es a diario que se recibe información de asesinatos o atentados a líderes sociales en diferentes regiones del país, “llama la atención como en este análisis se señala a departamentos como Cauca, Antioquia, Valle del Cauca, Nariño, Norte de Santander, Santander y Bogotá como las zonas con mayor concentración de agresiones contra estos activistas”, expone el Informe.
Esta semana tanto el Partido Comunista Colombiano (PACOCOL)- Regional Meta como la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria FENSUAGRO –CUT, denunciaron por medio de un Comunicado de prensa, cada uno por su lado, “ante el Gobierno Colombiano, la opinión pública Nacional y la Comunidad Internacional, que continúan los asesinatos a líderes sociales y en particular contra el campesinado”, en el municipio de Mesetas, Meta muy cerca de una de las Zonas Veredales Transitorias de Normalización.
Las víctimas en esta ocasión son JOSÉ ANTONIO ANZOLA TEJEDOR, campesino y militante del partido Comunista y del sindicato de Trabajadores Agrícolas Independientes del Meta “SINTRAGRIM” y su hermana, LUZ ÁNGELA ANZOLA TEJEDOR afiliada igualmente a SINTRAGRIM- FENSUAGRO-CUT, asesinados este domingo 5 de marzo, José Antonio a las 3:00 pm y Luz Ángela a las 7:00 pm.
Según antecedentes que detalla el PACOCOL “el 1 de marzo en Jardín de Peñas, municipio de Mesetas, se realizó un concejo de seguridad donde se denunció que había grupos armados de civil quienes se hacían pasar por integrantes de los paramilitares, en varias veredas aledañas a las zonas campamentarias, entre ellas la vereda el Gobernador y en el casco urbano del municipio de Mesetas. En el mismo concejo se denunció por parte de organizaciones y líderes del municipio que no había acciones de la policía ni del ejército para contrarrestar estos grupos”.
FENSUAGRO y CUT exponen que estos crímenes que se denuncian “hacen parte de una escalada sistemática de violencia y terror en los territorios rurales de Colombia por paramilitares al servicio de los más oscuros intereses que se han opuesto y se oponen violentamente a la paz y a la implementación de los acuerdos alcanzados en la negociaciones entre el gobierno de Santos y la guerrilla de las Farc”, de igual forma cuestionan la seguridad que está teniendo el país por parte de las “fuerzas de seguridad del Estado en el territorio nacional” y que aun así “sigan cayendo asesinados cientos de humildes labriegos y dirigentes de organizaciones nacionales”.
Por su parte el Partido Comunista habla sobre la preocupación que existe en torno al parte oficial que entregaron “la Policía del Departamento del Meta, (DEMET) a los medios de comunicación informando en una nota de prensa titulada “DOS HERMANOS QUE LLEGARON A ROBAR A UNA FINCA ULTIMADOS CON ARMA DE FUEGO”, lo cual no solamente dista de la verdad, sino que ofende la memoria de las víctimas y busca convertir el hecho en un nuevo falso positivo”.
Desde la sociedad, las organizaciones y movimientos, se hace el llamado a la institucionalidad para que investiguen quiénes son los responsables que se “presentaron como integrantes de la “disidencia” de las FARC-EP del frente segundo” y que contribuyen a amenazar “la implementación de los acuerdo del proceso de Paz con la FARC-EP” de igual forma se condena “la ola de persecución y exterminio del campesinado” haciendo “un llamado a las organizaciones campesinas y sindicales de todo el mundo a solidarizarse con las luchas que libran los campesinos y campesinas colombianos por condiciones de vida dignas, paz y justicia social”.
Algunos nombres de los líderes y campesinos asesinados en lo que va del 2017 y con seguimiento de Generación Paz, son:
- Ruth Alicia López Guisao tenía 32 años y representaba la lucha de los jóvenes, las mujeres y los indígenas
- Falver Cerón Gómez tenía 30 años y se dedicaba a la agricultura
- Porfirio Jaramillo Bogallo reclamante de tierras en Urabá, antioqueño
- José Yimer Cartagena, líder de Marcha Patriótica en el departamento de Córdoba y vicepresidente de la Asociación de Campesinos para el Desarrollo del Alto Sinú, Asodecas
- Olmedo Pito García, comunero Nasa del resguardo indígena Huellas de Caloto, integrante de la Coordinación Nacional de Pueblos Indígenas de Colombia (Conpi), organización filial a Marcha Patriótica
- Aldemar Parra, presidente de la Asociación Apícola de El Hatillo, en el departamento del Cesar
- Moisés y Chogoló Mosquera, padre e hijo de la comunidad de Salaquí, Chocó (Ver estos últimos En Antioquia van doce líderes asesinados)
- Emilsen Manyoma, integrante de la Red Comunidades Construyendo Paz (Conpaz) y líder social del Bajo Calima en Buenaventura, quien fue asesinada junto a su esposo Joe Javier Rodallega.
¡Esto tiene que parar!