Antonio Navarro, ex secretario de Gobierno de Bogotá. / Foto: Giovanni Moreno C.
¿Navarro sale de la Alcaldía para encabezar y construir Progresistas?
Navarro primero que todo salió para que los hijos ganaran el pinche año y eso es hasta junio. Ya después veremos.
¿Cuál es el rumbo de la izquierda en Colombia hoy?
Hay que hacer una unidad de toda la izquierda desde Angelino Garzón hasta los más ortodoxos. Más que una consulta popular para escoger candidato en el 2014 hay que hacer un frente. No se trata de escoger solo una persona de izquierda: eso es ir a las elecciones para perder, para dejar una constancia histórica. Hay que ir a ganar. Y para ganar hay que tener programa y unas reglas de juego para tener solidez.
¿Eso significa que no existe la posibilidad de construir un partido de izquierda?
En las circunstancias que vivimos no existe esa posibilidad. No hay quién se soporte esa diversidad. Ya hicimos la experiencia del Polo Democrático Alternativo y no veo que tenga sentido volver a repetirla. Al PDA lo mató tanga heterogeneidad. Hay que hacer un frente con diversos partidos de la izquierda colombiana, permitir que todo el mundo tenga su propio combo donde se sienta bien; pero crear un frente que se ponga de acuerdo en lo fundamental para disputar la Presidencia de la República.
¿En el frente estaría la izquierda y también un espectro de centro como el Partido Verde?
¡Pero claro! Eso es parte de la discusión. Hay grupos ortodoxos que no aceptarían eso en primera instancia. La disputa del frente no es solo la disputa de las elecciones, si no la disputa de la conformación a su interior. Yo creo que si nosotros somos capaces de hacer un frente de centro-izquierda desde el inicio del frente arrancamos con una ventaja muy grande para enfrentar los procesos electorales.
La única razón por la que Antonio Navarro se retiró de la secretaría de Gobierno es para que sus hijos ganen “el pinche año” que se acaba en junio. Después seguramente volverá a la política y en esta entrevista con León Valencia, director de Nuevo Arco Iris destapó sus cartas: dice que Santos es demasiado oligarca y que si se crea un frente amplio de centro-izquierda, es posible ganar las elecciones de 2014.
La división entre los líderes de la izquierda ¿Son programáticas o es que les falta grandeza?
Sí hay diferencias entre sectores de izquierda en Colombia. Además hay eso, a veces los líderes son, somos, para no quedar por fuera, (risas) un poquito intolerantes con los otros líderes. Eso es una realidad.
En la contienda del 2014 entonces estaría por un lado la Unidad Nacional…
Espero que no toda. Que por lo menos una parte del Partido Verde no esté ahí y que Angelino tampoco. Es bueno abrir un espacio donde ellos pudieran jugar con nosotros.
Estarían también el uribismo, Santos, el Partido Liberal y la izquierda…
En la Cumbre de Cartagena parece que el resultado más importante fuera la ruptura definitiva, aparentemente, entre el presidente Santos y el expresidente Uribe, que está buscando cómo jugar en el 2014. Por otro lado, Santos tiene claro que es él o Germán Vargas. Hay un espacio para la izquierda y dependiendo de las circunstancias de los últimos meses puede ser mayor o menor.
¿De que circunstancias depende?
Por un lado, de que se logre armar un frente suficientemente amplio e incluyente. Jaime Bateman decía que una guerrilla chiquita es pura y dura; pero que si queríamos ganar debíamos hacer un ejército y un ejército es heterogéneo, es incluyente. Y por otro lado, la posibilidad de un proceso de paz en Colombia.
Un proceso de paz impactaría especialmente en la Marcha Patriótica…
Indudablemente a eso le estaba apostando. Es un riesgo dados los antecedentes del país, que todavía no está vacunado contra las barbaridades. La extrema derecha no es marginal ni está controlada. La Marcha Patriótica está tomando un riesgo, pero también está frente a la posibilidad de crecer en un país donde la mayoría sigue apoyando la paz como una necesidad nacional.
¿Y en ese escenario la Marcha Patriótica sería el eje de toda la unidad?
Ahí veremos. Mientras se recurra al ciudadano para que defina que es lo que está dispuesto a apoyar y aceptar.
¿Si las Farc dejan las armas, puede convertirse la izquierda radical en alternativa de poder?
Yo no creo que una izquierda tradicional tenga posibilidades de poder. No ha pasado en ninguna parte de América. Ni siquiera el presidente Chávez llegó a la Presidencia con un discurso de izquierda radical y tradicional. Llegó con un movimiento mucho más amplio. Y en El Salvador el FMLN ganó cuando logró tener un candidato capaz de aglutinar a otros sectores.