Por Walter Aldana
Los grandes medios de comunicación, en su papel de desvirtuar lo que hace el nuevo Gobierno (comportamiento entendible por quienes son sus dueños), se han dedicado en estos días a censurar el comportamiento soberbio de la ministra de minas y energía, la doctora Irene Vélez. Y, como siempre, sin ir al centro del asunto, a señalar el mal uso del término “exigirle” para referirse a la cooperación entre naciones, y el regaño a un grupo de periodistas con preguntas poco ordenadas, como si fuesen sus estudiantes.
Pero, por obvias razones, no se detuvieron en analizar el concepto lanzado por la ministra en relación con el decrecimiento y, claro, en un país presidencialista como el nuestro, hubo de salir Gustavo Petro a decir que: “la deconstrucción de la teoría del crecimiento es clave en la lucha contra la crisis climática”.
Es a Nicholas Georgescu-Roegen, un teórico rumano de la ecología, fallecido en Estados Unidos en 1994, a quien, según la revista Ecología Política, “podríamos atribuir la (paternidad de la) economía ecológica, así como la propuesta del decrecimiento, centrado en la bioeconomía (la vida por encima de la economía)”.
Fruto de esta reflexión, en la década de los 70, y con el francés Serge Latouche, hoy al frente del movimiento por el decrecimiento, se determinaron sus 8 pilares, anteponiéndo el prefijo “re” a diversos conceptos, de la siguiente manera: reevaluar, sustituir valores globales individualistas y consumistas, por valores de cooperación y humanistas; reconceptualizar la visión del estilo y calidad de vida, por suficiencia y vivir mejor con menos; restructurar la producción y las relaciones sociales a una nueva escala de valores, combinar ecoeficiencia y simplicidad voluntaria; relocalizar, que es autosuficiencia local para satisfacer necesidades prioritarias y así disminuir el uso de transporte; redistribuir, con respecto al reparto de la riqueza; reducir, cambio del estilo de vida consumista al estilo de vida sencilla; reutilizar, alargar el tiempo de vida de los productos; reciclar, evitar el consumo y el despilfarro.
Estas ideas fueron tratadas por parte del grupo Coomeva, en 2014, en la III Cumbre de las Américas, realizada en Cartagena de Indias. Allí se dijo que “el decrecimiento es una megatendencia actual del pensamiento económico, político y social que busca una relación equilibrada entre los seres humanos y la naturaleza, bajo la idea principal de la disminución controlada y progresiva de la producción, propuestas opuestas a las aplicadas por el modelo capitalista”.
De todo lo anterior hablaremos durante estos cuatro años, así que las y los profesionales de todas las disciplinas y sobre todo los comunicadores sociales, ahondaremos en el conocimiento de esta teoría. Más interés por el fondo de los asuntos que sólo por las formas.